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¿Qué es una «start-up»?

¿Qué es una «start-up»?
Javier Puyol es abogado y socio de ECIXGroup.
27/3/2016 09:36
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Actualizado: 27/3/2016 09:48
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Una compañía “start-up”, o también considerada como “compañía de arranque”, o “compañía incipiente” o, simplemente, como una “compañía emergente” es un término utilizado actualmente en el mundo empresarial el cual busca arrancar, emprender o montar un nuevo negocio y hace referencia a ideas de negocios que están empezando o están en construcción, es decir, son empresas emergentes apoyadas en la tecnología.

Tal como recoge Palao, haciéndose eco de los conceptos expresados por Steve Blank, “una startup es una organización temporal en búsqueda de un modelo de negocio escalable y replicable”. La definición es concisa pero cargada de contenido, cada palabra tiene un profundo significado que nos hará comprender lo que realmente es una “start-up”:

a). Es una “organización temporal”. Una “start-up” solamente lo es durante un tiempo determinado. Pasado este tiempo se convierte en una compañía sostenible o finalmente muere.

b). Lo es “en búsqueda de un modelo de negocio”. Una “start-up” inicialmente no sabe cuál es su modelo de negocio, y ello se debe normalmente al hecho de que las mismas se crean basadas en productos o mercados no existentes hasta la fecha, en un entorno de alta innovación e incertidumbre, donde todavía es necesario descubrir cómo hacer negocio de un modo sostenible.

c). Constituye un “modelo de negocio escalable y replicable”. Cualquier tipo de negocio no puede ser una “start-up”. Es necesario que tenga un alto potencial de crecimiento y para ello debe ser fácilmente escalable, en cuanto a su tamaño, y replicable, para llevar este modelo de negocio a otros mercados (v.gr. geográficos, sectoriales, etc.).

Habitualmente se define la misma como una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente.

OPERA CON COSTOS MÍNIMOS

Esta estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente, mantiene una comunicación continua y abierta con los clientes, y se orienta a la masificación de las ventas.

Por todo ello, señala Wikipedia, que las ““start-up”” están basadas en ideas que innovan el mercado y buscan hacer de los procesos complicados más fáciles de realizar, las mismas estas enfocadas a diferentes temas y usos, y generalmente son empresas asociadas a la innovación, al desarrollo de tecnologías, al diseño web o desarrollo web; son empresas de capital-riesgo.

Las “start-up”, por lo general, comienzan como una idea de negocio creativo, y el paso inmediato es agregar diferenciación a dicha idea a través de la innovación, para finalmente emprender el negocio.

Esta estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente, mantiene una comunicación continua, y se orienta a la masificación de las ventas, aprovechando la comunicación que nos brinda Internet y sus diversas plataformas.

Claramente los negocios que poseen un incremento acelerado constituyen un componente fundamental de las “start-up”.

Dichas pequeñas empresas atraen a inversores con capital monetario e inteligente a sus nuevas compañías con inversiones no muy altas en comparación a grandes proyectos.

Estas sociedades se distinguen por su riesgo y también por ofrecer o esperar grandes recompensas, gracias a la escalabilidad exponencial de su negocio.

Es decir, tienen o suelen tener un bajo costo de implementación, un riesgo más alto, y una retroalimentación de la inversión potencial más atractiva.

Estas consideraciones nos llevan a ver a las “start-up” como una idea de negocio innovadora, caracterizada por el conocimiento personal y el empuje personal de uno o más socios, generalmente pocos, que tratar de escalar esa pequeña idea hasta convertirse en un rentable negocio.

EXPLOTAN NICHOS DE MERCADO

Este tipo de empresas generalmente tratan de explotar nichos de mercado con un potencial alto pero delimitado en el tiempo, como por ejemplo, un accesorio tecnológico que está de moda.

Por lo general, este tipo de empresas son habitualmente catalogadas como simples  pymes o mipymes, sin embargo las “start-up” tienen varios factores diferenciadores respecto a las clásicas empresas del mercado.

En primer lugar, el crecimiento acelerado, tal como se ha indicado anteriormente, constituye un componente fundamental de las “start-up”, por ello dichas pequeñas empresas atraen a los llamados “business angels” quienes apuestan  pequeñas inversiones en varias compañías “start-up” asumiendo  que existe una probabilidad muy alta de que alguno de los pujantes negocios se desmarque del resto, y pueda escalar exponencialmente.

La innovación a través de una idea de negocio creativa antes de finalmente ejecutar el emprendimiento es otro factor diferenciador. En este sentido, existe la marcada tendencia de las “start-up” a entrar al mercado de las nuevas tecnologías e Internet.

Novoa señala que aunque el término de “start-up” puede referirise a compañías de cualquier ámbito, normalmente suele utilizarse para aquellas que tienen un fuerte componente tecnológico y que están relacionadas con el mundo de Internet y las TIC’s.

Debido a estas características, las “start-up”s tecnológicas suelen diferenciarse de otras empresas jóvenes en sus posibilidades de crecimiento y necesidades de capital, teniendo en cuenta que las empresas tecnológicas y de Internet tienen asociados unos costes de desarrollo menores que empresas de otros ámbitos.

NO UTILIZAN FUENTES DE FINANCIACIÓN TRADICIONALES

Esto hace que las necesidades de financiación para su puesta en marcha sean sensiblemente inferiores, lo que facilita otro aspecto clave ya mencionado, que hace referencia a su crecimiento en el medio y largo plazo.

La gran mayoría de las “start-up”s no utilizan fuentes de financiación tradicionales como pueden ser créditos de bancos y otros vehículos similares, optando por capital aportado por inversores a cambio de un porcentaje de la empresa en aquellos casos en los que la “start-up” no cuente con un modelo de negocio de sus primeros meses de vida.

Uno de los aspectos claves de estas compañías consiste en la organización humana que llevan a cabo los socios de ellas. Al contrario de otras empresas típicamente capitalistas, la “start-up” cuenta con varios profesionales especializados cada uno en su sector (producción, marketing, investigación, etc.) y con una capacidad muy grande de cambio y adaptación al mercado.

Generalmente, no son necesarias grandes inversiones, pero en cambio sí es factible obtener ganancias importantes en los primeros años, en algunos casos, se habla de aumentar entre cinco y veinte veces lo invertido en tan solo 4 o 5 años si las cosas van bien, mucho menos en caso de lograr un «boom».

BUENA IMAGEN

Para la “start-up” resulta fundamental labrarse una buena imagen y maximizar el trato con el cliente, puesto que en sus primeros compases no son compañías conocidas ni tienen el potencial para lanzar grandes campañas de marketing, con las que conseguir clientes en masa y fidelizarlos.

Por esto mismo, estos negocios de reciente creación utilizan Internet como una de sus principales herramientas para darse a conocer y, en muchas ocasiones, también para vender el producto, siempre pensando por y para el cliente final. Lo que le funciona a un emprendedor no tiene por qué funcionarle a otro.

Ni en materia de formación, ni a la hora de buscar asesoramiento ni cuando necesita encontrar soluciones para financiar su negocio. Así debe tenerse presente que en los cinco primeros años de vida mueren el 50 por ciento de las empresas, y en el primer año, el 20 por ciento.

Constituir una “start-up”, tal como afirma Emprendedores.es es una opción que no carece de riesgos, pero si se lleva a cabo el correspondiente proceso de información de las actuaciones y trámites a realizar, se puede aumentar las probabilidades de éxito. Una de las bazas para que la iniciativa empresarial salga adelante puede radicar en el uso de la información: saber a qué fuentes se puede acudir, cuáles son los organismos implicados en la concesión de ayudas, qué plazos hay, cómo presentar solicitudes, etc.

Para Enrique Rodríguez la importancia de una “start-up” radica en que cada una de ellas está respaldada por una idea que busca simplificar procesos y trabajos complicados con el objetivo de que el mercado tenga una experiencia de uso simplificada y fácil.

Generalmente son negocios, tal como antes se ha anticipado, que quieren innovar, desarrollar tecnologías, y diseñar procesos web, debiéndose tener muy presente que no todo el mundo debe o tiene la oportunidad de trabajar en grandes empresas, y ese es el grado de importancia que tiene una “start-up”.

LAS “START-UP” COMPARTEN 13 CARACTERÍSTICAS CLAVE

Como características claves de esta tipología societaria es preciso señalar que, aunque se traten de empresas con diferentes objetivos, cada una de ellas comparte al menos 13 características clave que le dan el carácter, precisamente, de “start-up”, y que constituyen unas consideraciones importantes para que el desempeño del equipo se vea mejorado. Todas estas características se encuentran vinculadas y relacionadas con el establecimiento de metas, y el logro de objetivos, teniendo la peculiaridad que además son comunes a todas ellas, y son las que se indican a continuación:

a). Nada de política. Todos reciben su crédito y las ideas se juzgan por los méritos, no por quien trajo la idea.

b). No es un trabajo, es más bien una misión. Hacer lo que siempre uno ha deseado es estimulante, y si con ello se crea una “start-up”, esto se puede convertir en una meta a conseguir.

c). Intolerancia a la mediocridad. La cultura “start-up” es gratificante para los jugadores, pero no para aquellos quienes evitan arriesgar y emprender.

d). Dinero disponible. Una “start-up” hace que cada euro cuente, ya que los gastos son vistos todos ellos con el mismo criterio: todos los gastos son necesarios para el emprendimiento.

e). Equidad. Dentro del proyecto, todos están construyendo algo importante. La espera dará como resultado una empresa de gran valor; sin embargo, ello será a largo plazo.

f). La alineación perfecta. Es necesario colocar a la gente adecuada en los puestos concretos. Con ello se obtendrá un equipo con una mayor visión.

g). Buena comunicación. Hay que recordar tener siempre una comunicación fluida, incluso en los peores momentos.

h). Un fuerte liderazgo. Un buen líder tiene que tomar en serio la responsabilidad que se le encomienda, además, debe predicar con el ejemplo. Consecuentemente con ello, hay que tener siempre una actitud positiva.

i). Respeto mutuo. Hay que respetar lo que hace cada integrante del equipo. Hay que crear debates inteligentes sobre el desempeño del conjunto, y no es conveniente analizar la labor que desempeña cada persona.

j). Cliente. Es necesario comprender al cliente y ser pro activo con él. De esta manera los problemas con los clientes disminuirán.

k). Alto nivel de energía. Hay que tener las puertas abiertas para nuevos retos y nuevas ideas. Por ello, las reuniones han de ser siempre breves y directas.

l). Diversión. Siempre un buen ambiente refuerza lo que está sucediendo en el ámbito de la empresa.

m). Integridad. Hay que mantener al equipo con la confianza suficiente de lo que se está construyendo. Es decir, hay que procurar tener siempre integrada la empresa.

También puede ocurrir que una “start-up” deje de serlo. Y en este sentido, puede afirmarse que este tipo de sociedades pueden dejar de encajar en este perfil, al cumplir todos y cada uno de los siguientes requisitos:

a). El negocio cumple de manera cotidiana una jornada completa laboral.

b). El personal que conforma el negocio trabaja un máximo 8.5 horas/día.

c). La mayoría de las ideas principales que conforman la empresa están fuertemente relacionadas con ideas o acciones empleadas por la competencia.

d). Los fundadores de la “start-up” ya tienen títulos como CEO, por lo que no comparten más el mismo espacio que los demás trabajadores.

e). Los CEO se pueden ausentar del negocio sin ningún problema, ya que los trabajadores tienen roles establecidos y se encargan de cumplir el trabajo en tiempo y forma.

Todo ello lleva a la conclusión de que el mundo de las “start-up” constituye un universo dinámico, con profundos cambios y transformaciones, pero si de algo debemos estar completamente seguros, es que las “start-up” siguen y seguirán creciendo de manera imparable durante los próximos años, y abarcarán los más diversos objetos y fines sociales, dando cumplida respuesta tanto al talento de nuevos emprendedores, como a las nuevas demandas sociales, tan proclives y tan afines en los últimos tiempos a esta modalidad societaria.

 

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