Según los investigadores del Instituto Karolinska, los pederastas, tratados con el fármaco degaralix, podrían dominar la pulsión que les empuja a abusar de menores; es lo que quieren probar en este proyecto.
Una simple inyección podría hacer que los pederastas dejaran de abusar de menores
Los pederastas podrían ser tratados con una simple inyección para impedir que abusen de menores. Ese es el objetivo de un grupo de científicos suecos del Instituto Karolinska, de Estocolmo, que tienen el objetivo de poner en marcha el proyecto Priotab.
Hasta ahora un fármaco, de nombre degaralix, ha sido probado en cinco ciudadanos suecos que se pusieron en contacto con ellos a través de un teléfono de ayuda a delincuentes sexuales, preocupados por sus inclinaciones pedófilas.
Este fármaco es la base de una terapia hormonal que se utiliza actualmente en tratamientos para cáncer de próstata. Bloquea las señales cerebrales que estimulan los testículos para producir la testosterona, la hormona relacionada con la excitación sexual, la disminución del autocontrol y la baja empatía.
Al parecer, el degaralix parece bloquear los receptores del sistema límbico del cerebro que promueven la ira.
El efecto dura tres meses. Si el potencial agresor volviera a sentir esa pulsión se le podría volver a dar una nueva dosis.
Las pruebas realizadas hasta ahora han mostrado que, después de tres días, los hombres no tenían niveles detectables de testosterona y en las dos semanas siguientes el riesgo de abusar de niños había disminuido sustancialmente.
El objetivo del equipo de investigadores del Instituto sueco es ampliar el estudio a 60 hombres más, con las mismas características, dentro del proyecto Priotab (Pedofilia en Riesgo – Investigaciones de Tratamiento y Biomarcadores), lanzado en el Reino Unido en la modalidad de crowdfunding, a través del portal walacea.com, especializado en campañas de este tipo.
Los investigadores necesitan 38.000 libras esterlinas (48.260 euros) para llevarlo a cabo. La fecha límite que se han impuesto es el 7 de julio de este año.
“Los abusos sexuales a menores son uno de los problemas sociales más extendidos hoy en día. Este problema es difícil de tratar, pero debemos, porque afecta a todos nosotros”, afirmó el doctor Christoffer Rahm, psiquiatra e investigador en el Instituto Karolinska.
«El abuso sexual infantil causa mucho sufrimiento a las víctimas y asus familiares, y también cuesta a la sociedad enormes cantidades de dinero. También tiene consecuencias negativas para el autor que se arriesga a verse totalmente aislado, deprimido y condenado a prisión”.
«Hasta ahora, la mayor parte de la atención se ha centrado en los esfuerzos de la Policía por hacerles frente, pero en ese estadio los niños ya se han visto afectados. Con este proyecto de investigación queremos cambiar el enfoque y explorar métodos de prevención que eviten que pueda suceder el abuso infantil”, añadió el doctor Rahm.
«Lo que se conoce poco es que hay un número sustancial de pacientes con trastorno pedófilo que quieren ayuda”, reveló el investigador.
No es la primera vez que los investigadores del Karolinksa recurren al crowdfunding. Según el profesor Stefan Arvar, “en 2012 recolectamos dinero para abrir una línea telefónica para personas que estuvieran preocupadas con su sexualidad pudieran hablar con un profesional”.
Según los investigadores, el proyecto se han centrado en hombres porque, aunque se sabe que también las mujeres abusan de menores, son los hombres los que cometen los delitos más serios.
En opinión de Donald Grubin, profesor emérito de psiquiatría forense de la Universidad de Newcastle, “Esto tiene que ver con la prevención. Normalmente llegamos después de que se comete la infracción, tratando de recoger los pedazos”.
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