Orden de alejamiento a lugares de culto católico para el marroquí que quemó una capilla de la Iglesia de Fontella, Navarra
Así quedó la capilla lateral de la Iglesia de Fontella después de que el ciudadano marroquí le prendiera fuego. DN.

Orden de alejamiento a lugares de culto católico para el marroquí que quemó una capilla de la Iglesia de Fontella, Navarra

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15/9/2016 07:55
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Actualizado: 15/9/2016 06:27
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El magistrado Oscar Ortega Sebastián, titular del Juzgado de Instrucción 3 de Tudela, Navarra, ha prohibido al ciudadano marroquí, Naoufal El Khayat acercarse «a menos de diez metros» de cualquier «edificio, centro o lugares que tengan uso de culto religioso católico, así como actos y ceremonias de culto católico», sean públicas o privadas.

El Khayat fue detenido por la Policía Nacional por prender fuego a la imagen de la Virgen del Rosario, una talla del siglo XVII, el altar y una capilla lateral de la Iglesia de Fontellas, Navarra, el pasado 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen María.

Dos días más tarde fue puesto en libertad con la prohibición mencionada del magistrado, en auto fechado el 10 de septiembre.

El atentado se produjo a las 15 horas. Andrés Agorreta, alcalde de Fontellas, fue avisado de que habían visto a un hombre en el tejado de la Iglesia.

Cuando entraron en el recinto, se dieron cuenta de que había humo en su interior, por lo que llamaron a los bomberos, que apagaron con rapidez el fuego.

Parte de la ornamentación del techo de la capilla se vino abajo y todo quedó ennegrecido por el hollín.

La noticia fue recibida por una gran conmoción por los fontellanos,  muy devotos de la Virgen, patrona de la ciudad.

NO MOSTRÓ ARREPENTIMIENTO

Según relata el magistrado, en los últimos meses la Unidad de Información de la Policía Nacional había notado un cambio de actitud de El Khayat.

Hasta un reciente viaje a Marruecos había llevado una vida normal. Pero a su regreso, todo cambió. Penetró en la Iglesia de Fontellas y provocó el incendio.

De acuerdo con la Policía Nacional, El Khayat no mostró ningún arrepentimiento. Todo lo contrario. Afirmaba, tras ser detenido, «haberse ganado el cielo», pronunciando frases de tenor parecido.

Desde el punto de vista de la Policía no es un hecho aislado. De hecho, El Khayat reconoció haber actuado en otros templos religiosos en localidades cercanas.

Todo hace pensar que «existe en el investigado una radicalización de carácter religioso que no viene motivada por consumo de alcohol o drogas», ni tampoco «de alteración mental alguna», dice el auto del magistrado.

Los hechos son constitutivos de un supuesto delito de daños, otro de hurto y un tercero contra el patrimonio religioso.

AUTO:

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