Fachada de la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde tuvo lugar el juicio. Confilegal.
Los Juzgados de Valencia capearon la avalancha de demandas de productos financieros gracias a un plan
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24/9/2016 06:55
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Actualizado: 24/9/2016 00:48
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Los Juzgados de Primera Instancia de Valencia pudieron hacer frente a la avalancha de demandas de productos financieros que se produjeron entre 2013 y 2016, y que amenazaron seriamente con colapsarlos, gracias a un plan coordinado desde el Decanato que contó con la colaboración plena de los jueces de los 22 juzgados civiles, excluyendo los 6 especializados.
Entre 2013 y 2016 ingresaron en los mencionados Juzgados 19.596 demandas de productos financieros (2002 en 2013, 2320 en 2014, 9505 en 2015 y 5.769 en los primeros ocho meses de 2016).
Dichos juzgados de lo civil pasaron de una entrada media de asuntos en 2013 del 185 por ciento al 200 por ciento en 2014, y del 255 por ciento en el último trimestre de 2015. Triplicando los módulos de entrada, establecidos en 800 asuntos al año.
A día de hoy, de los casi 20.000 asuntos se han resuelto ya 15.000 y quedan pendientes de señalamiento 4.596.
El plan consistió en crear una estructura organizativa, coordinada desde el Decanato que dirige el magistrado Pedro Viger, que se asemeja mucho al concepto de tribunal de primera instancia, a primera escala. De esa manera se levantó un engranaje perfectamente coordinado que centralizaba la convocatoria de las Juntas, el análisis de las estadísticas, la obtención de información de los Juzgados sobre procesos en trámite, el cálculo de procedimientos a remitir al Decanato, así como la recepción de los procedimientos, su asignación a los 6 jueces de refuerzo y la elaboración de las oportunas agendas, con miles de señalamientos previstos.
La clave, según ha podido saber Confilegal, ha estado en la mencionada ordenación del Decanato con los Juzgados, la constante comunicación con los jueces y la celebración periódica de Juntas de Jueces, en las que se han debatido todos los pormenores para organizar los refuerzos.
La experiencia comenzó su andadura en septiembre de 2013, con dos jueces de refuerzo, a los que después se sumaron tres más en 2015, y a los que se incorporó un sexto. Cada uno de ellos dicta como media 150 sentencias al mes, o lo que es lo mismo, 900 sentencias al semestre.
De esta manera, Valencia ha hecho frente a la avalancha de demandas de productos financieros como ninguna otra de España, evitando cualquier tipo de retraso.
«Pese a la entrada masiva, no ha habido ni una sola queja», según fuentes del Decanato.
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