El Supremo condena a 3 años de cárcel a un hombre que llegó a amputarse una mano para justificar su estafa
Detalle de la fachada del Tribunal Supremo (Confilegal)

El Supremo condena a 3 años de cárcel a un hombre que llegó a amputarse una mano para justificar su estafa

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14/10/2016 14:08
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Actualizado: 14/10/2016 14:11
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El Tribunal Supremo ha condenado a tres años y medio de cárcel por un delito de estafa a un hombre que simuló un accidente de tráfico para cobrar las pólizas de las 8 aseguradoras que tenía contratadas, llegando a amputarse la mano derecha para dar credibilidad a su «falso  siniestro vial«.

El condenado tendrá que devolver 335.000 euros que le ingresaron mediante transferencia bancaria tres de las aseguradoras contratadas: 35.000 euros a Santa Lucía Compañía de Seguros y Reaseguros S.A., 90.370 euros a Liberty Seguros y 209.564 euros a Axa Seguros y Reaseguros.

Los hechos probados recogen que en la madrugada del día 10 de diciembre de 2007 el acusado, solo o con la ayuda de terceros, se amputó con un instrumento cortante la mano derecha para cobrar las coberturas pactadas en las pólizas.

Después de hacerse un torniquete para controlar la hemorragia, se dirigió con su coche hacia la carretera conocida como Camino Viejo de Nules a Moncofar (provincia Castellón) y lo dejó caer por un terraplén.

Acto seguido, colocó la mano que se había cortado a los pies del asiento del conductor y, después de incendiar el automóvil con una bolsa de gasolina, llamó al 112 y se tumbó hasta que llegó un policía local, que lo encontró en la misma postura y fumándose un cigarro.

Con posterioridad a estos hechos, emprendió acciones judiciales para cobrar las pólizas de seguro suscritas con las aseguradoras -con algunas tenía hasta tres pólizas-, que cubrían, entre otros riesgos, el de fallecimiento, la incapacidad permanente y absoluta por accidente y la gran invalidez.

El condenado, que era agricultor, tenía problemas económicos para pagar una hipoteca que había pedido para construir una vivienda, que le habían embargado junto al coche.

En su recurso ante el Supremo, el condenado subrayó que sufre un cuadro psiquiátrico grave crónico, con actual diagnóstico de esquizofrenia paranoide, desde el accidente; que el corte de la mano no fue limpio y se produjo en el momento del accidente, no antes; que el tramo de carretera donde se salió el vehículo es un tramo curvo y no recto y, por último, que solo la amputación de la mano no estaba garantizada en las pólizas contratadas.

Sin embargo, el Supremo ha rechazado todas sus alegaciones, aunque sí ha estimado la existencia de dilaciones indebidas para rebajarle ligeramente la pena desde los cuatro años de prisión que le impuso la Audiencia de Castellón, por el largo tiempo transcurrido desde que se incoaron las diligencias, en junio de 2009, hasta que se dictó sentencia por dicho tribunal, en enero de 2016.

Para argumentar su decisión, el Supremo entiende que el hecho nuclear del engaño fue amputarse intencionadamente la mano simulando haber sido consecuencia de un siniestro vial, con una puesta en escena apta para provocar la mendaz apariencia deseada”.

Así mismo,  el alto tribunal sostiene que «el perfil de riesgo del acusado que no justifica la contratación de tantas pólizas en tan poco tiempo» y considera «impropio de una persona que contrata ese número de pólizas cuyo pago requiere un aporte económico que no parece poder soportarlo con los ingresos de su trabajo o el de su esposa»

Respecto a la amputación de la mano, el Supremo afirma que «se produjo antes del accidente y, en ningún caso, por la barra o regle porque el corte es limpio». Por último, señala que la salida del vehículo fue a poca velocidad y de forma controlada, y que el incendio no fue accidental sino por la aplicación de una fuente directa de calor que solo pudo venir del acusado.

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