Jaime Olleros, socio director de Olleros Abogados.
Jaime Olleros: “Las exigencias de nuestros clientes marcan nuestro crecimiento como firma”
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17/10/2016 06:57
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Actualizado: 16/10/2016 19:27
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Su alianza en Portugal y algunos movimientos estratégicos en el mercado de la abogacía de los negocios han colocado a Olleros Abogados como protagonista activo del sector. Jaime Olleros, su socio director, explica a CONFILEGAL las claves del crecimiento de un bufete que este año ha cumplido sus primeros treinta años de vida.
Para este jurista, que aún mantiene sus clientes, compaginándolos con la dirección del despacho, la abogacía de los negocios en nuestro país es muy competitiva. “Nosotros hemos crecido muchos estos últimos años pero es evidente que la lucha en el mercado es intensa”, comenta a este periodista.
A su juicio, la abogacía de los negocios va a tender a la concentración de firmas en los próximos años. “Es lo que está pasando en muchos otros sectores de la actividad económica. Aumentar el volumen de empresas y despachos parece clave para ser competitivo”.
Olleros Abogados se configura con 150 profesionales. De ellos, 124 son abogados y no abogados, 26, entre economistas, administración, RRHH y comunicación. El crecimiento es notable porque al cierre del 2015 la plantilla era de 108 personas, de los cuales 95 eran abogados y 13 resto de profesionales.
¿En qué momento se encuentra el despacho que usted fundó hace ahora tres décadas?
Nuestro crecimiento se ha ido gestando de forma progresiva, quizás los hitos más importantes se han desarrollado en los últimos cinco años. La firma se apoya en dos oficinas abiertas ubicadas en Valencia y Madrid que aglutinan a los 150 profesionales de la firma.
Al mismo tiempo, contamos con una persona desplazada en Barcelona y otra en Sevilla. Nuestro despacho cubre todos los ámbitos del derecho de los negocios, incluida áreas como propiedad intelectual.
¿Qué causas han impulsado el crecimiento de Olleros Abogados?
Nuestra expansión no responde a un plan perfectamente definido. Hemos crecido siempre en función de nuestro cliente que ha ido exigiéndonos más capacidad y talento. Y ese mismo talento te trae otros clientes.
«Nuestra filosofía pasa por incorporar a los mejores profesionales que realmente aporten valor al bufete».
¿El tamaño que ahora tiene este despacho es el adecuado, o seguirán creciendo en los próximos años?
No. Yo creo que seguiremos creciendo buscando siempre oportunidades que enriquezcan a la firma. En nuestro caso, supimos aprovechar los años de crisis donde captamos un talento que salía de otras organizaciones. Gracias a ellos aumentamos las capacidades del despacho.
De esa forma, pusimos en marcha el área de arbitraje, corporate, fiscal y más recientemente hace unas semanas en impulsar nuestra jurisdicción laboral. Nuestra filosofía pasa por incorporar a los mejores profesionales que realmente aporten valor al bufete.
¿Qué es lo que le atrae de este despacho a esos abogados de prestigio que su firma ha fichado recientemente?
Es un cumulo de factores. Creo que en primer lugar, el despacho trata muy bien a sus profesionales. Les tratamos como personas. Nuestra proximidad con ellos y en la relación profesional y cliente es evidente.
Esta cercanía grande entre todo el equipo es fundamental para que exista buen clima laboral en la firma. El ambiente de trabajo es bueno y el nivel de clientes también ha dado un salto cualitativo y eso es también muy atractivo.
Lo fundamental creo es que tenemos una idea a largo plazo de lo que queremos que sea Olleros Abogados. Creamos carreras profesionales pero de verdad, donde el trabajo en equipo es fundamental. El reto es que estos abogados que se incorporan con nosotros acepten como suya nuestra filosofía de trabajo. Para nosotros es fundamental que la persona encaje en la organización.
Prefieren contar con abogados que hacen equipo que profesionales estrella que pueden romper la unidad de la firma..
Eso es cierto, a ninguno de mis socios les gusta el concepto de abogados estrella. Sabemos que hay profesionales de muy alta cualificación que por su calidad personal no se sienten divos sino al contrario potencian equipos. Algunos de ellos ya están con nosotros.
Jaime Olleros es especialista en mercantil y fiscalidad internacional.
¿Después de treinta años el despacho está donde Jaime Olleros pensaba cuando acometió el reto de poner en marcha este bufete?
Voy a serle sincero, no estoy donde pensaba pero sí donde Jaime Olleros querría estar. Hace treinta años tras mi experiencia en el grupo Lois donde llegué a ser Secretario General e impulsé su red internacional y diez años en Arthur Andersen me veía más como promotor de la actividad profesional dentro de una organización.
Al paso de los años estoy contento porque he promovido junto con un grupo de socios lo que es la idea actual del despacho. Creo que hace treinta años no podría pensar que hoy estaría en esta situación de tanta proyección de la firma.
“Creo que hace treinta años no podría pensar que hoy estaría en esta situación de tanta proyección de la firma”.
El despacho fue evolucionando de atender los temas fiscales y asuntos de inversores extranjeros fue creciendo para dar otros servicios que las empresas nos reclamaban. Este crecimiento progresivo es el que ha impulsado Olleros Abogados.
Esa transición de despacho familiar a bufete de más tamaño y profesionalizado se ha realizado sin traumas, por lo que observamos..
Eso es verdad aunque sí puedo decirle que en mi caso concreto me marché de Madrid a Valencia donde en 1986 se montó el despacho y empezó toda esta historia. Curiosamente en la propia ciudad valenciana identifican al bufete con Madrid porque a este profesional aún le vinculan con la capital de España.
Olleros Abogados nace en Valencia porque teníamos y los conservamos aún una magnífica base de clientes y después nos dimos cuenta que era necesario para dar el salto en la abogacía de los negocios estar en Madrid.
Nuestros partners internacionales en más de una ocasión nos lo comentaron y asi lo hicimos abrir despacho en Madrid en el 2004 con un equipo de procesal y concursal dirigido por Javier Mata. Desde ese momento hemos ido creciendo en nuestro despacho madrileño, de forma estable y viendo oportunidades que se nos planteaban.
Esto ha hecho que nos hayamos cambiado cinco veces de oficina en esta sede. Sabemos que en los próximos años el crecimiento de la firma irá por Madrid. Situarnos en otras ciudades como Barcelona está aún por estudiar a fondo.
¿Cómo está organizando Olleros Abogados su transformación digital, clave para seguir siendo competitivo?
Es un tema que nos preocupa mucho y por el que hemos apostado de forma incondicional. La actividad jurídica va a cambiar de forma notable por la introducción de procesos tecnológicos. Ya se habla de separar el trabajo más recurrente de otro más especializado y de valor añadido.
En este contexto, la incorporación de la tecnología es clave. En nuestro caso se ha combinado con plataformas que nos ha permitido buscar oportunidades de negocios a nivel internacional. Sin esa base tecnológica los despachos no podrán crecer. La tecnología ayuda a ser más eficiente y a optimizar costes y recursos.
¿Veremos en este despacho a medio plazo, inteligencia artificial en forma de robots para optimizar esos recursos?
Yo creo que esto no lo veremos sinceramente. Por lo menos a corto plazo. Lo que si veremos es que la firma se apoye en programas de gestión del conocimiento. Pero sustituir el consejo del abogado o la cercanía con el cliente no creo que se vea. Otra cosa es que puedan automatizar algunas actividades, quizá las más sencillas.
Sin embargo, la abogacía de los negocios cambia. Los Millenials, jóvenes que entran en la firma quieren otra forma de ver la profesión..
Y creo que hay que escucharles. La profesión debe adaptarse a los nuevos tiempos. Es la única manera de contar con la creatividad de nuestros profesionales. Ahora cualquier abogado quiere también conciliar su vida laboral con la personal.
Estamos en pleno cambio generacional y los despachos debemos adaptarnos al mismo. Resulta evidente que si ese profesional no puede hacer su trabajo con cierta libertad al final terminará por marcharse a otro bufete.
Jaime Olleros junto a Ivonne Vertiz, Subdirectora de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex) de Cuba.
Sobre la internacionalización ¿Qué modelo van a impulsar desde Olleros Abogados?
Nuestra apuesta por la internacionalización es evidente. Hace casi dos años creamos el Cuba Desk, unidad de negocio para dar servicio muy específicamente a las empresas de la zona. Conocemos muy bien la situación de las relaciones comerciales entre EEUU y Cuba, eso nos ayuda a aprovechar nuestra apuesta en esa zona del mundo.
¿Ampliará ese Cuba Desk su radio de actuación hacia Latinoamérica?
Está obligado a crecer en los próximos años, primero en Cuba donde se percibe la necesidad de cambio económico e inversión extranjera. Hasta ahora no se permite a las firmas internacionales estar ubicados allí, pero es un lugar estratégico.
Sobre Latinoamérica, no es tanto la actividad del Cuba Desk como cerrar acuerdos en diferentes países con despachos de referencia.
“Nuestra apuesta por la internacionalización es evidente. Apostamos por acuerdos estratégicos con despachos de referencia para nuestra expansión en América Latina”.
¿Y cómo van a posicionarse, entonces en América Latina, lugar donde hay diversos modelos de desarrollo por parte de los bufetes españoles?
Hasta ahora hemos tenido buenos resultados con los acuerdos suscritos con diferentes despachos internacionales en esos países. Lo que en principio arrancó como relaciones personales con esas firmas se han ido manteniendo y consolidando en algunos lugares.
En nuestro caso queremos combinar un magnífico servicio al cliente con la capacidad financiera del despacho para crear oficinas propias. No es tan fácil crear un modelo con oficinas propias.
El modelo de best friend o despacho de referencia está funcionando, no son acuerdos en exclusiva y ahora estamos barajando la posibilidad de incorporarnos a alguna red internacional que nos ayude a este desarrollo.
Ustedes acaban de firmar un acuerdo con el despacho portugués Nobre Guedes. ¿A medio plazo podría convertirse Olleros en un despacho ibérico como otras firmas españolas han dado ese salto?
Es un acuerdo estratégico para nosotros, sobre todo cuando con los números en la mano advertimos la relación tan estrecha que existe entre ambos países. Al mismo tiempo Portugal tiene una vinculación con Africa muy interesante, especialmente Mozambique y Angola y también Brasil. Son planes que tenemos a largo plazo que le cuento.
No descartamos, respondiendo a su pregunta que a medio plazo pudiéramos convertirnos en una firma ibérica de abogados. Como bien sabe habrá que ver cómo funciona nuestra relación con nuestro socio portugués para abordar esta nueva situación.
¿Por dónde pasa el futuro de Olleros Abogados en un escenario de cinco años? ¿Se mantendrá la firma durante mucho tiempo?
No puedo contestarle a esa pregunta con rotundidad. El mundo de los negocios es muy cambiante y no hay porqué cerrar ninguna puerta. Seguiremos creciendo e intensificando nuestra presencia internacional, eso parece evidente. No pongo ningún límite pero pienso que no nos vamos a quedar igual.
Lo que sí está claro que nuestro modelo de atención al cliente desde la excelencia es lo que tendrá que perdurar en cualquiera relación que se pudiera establecer. Hoy por hoy, nuestra idea es mantener la firma que ya está consolidada en el mercado.
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