La campanilla y el mazo obedecen a tradiciones jurídicas diferentes
La campanilla es de tradición netamente española. El mazo, por el contrario, es de origen anglosajón pero es más conocido gracias al cine y a la tv.

La campanilla y el mazo obedecen a tradiciones jurídicas diferentes

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21/4/2019 06:15
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Actualizado: 21/4/2019 15:00
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Hoy vamos a comenzar proponiéndo un acertijo: ¿Qué tienen en común el sonido de la campanilla y el del mazo?

La respuesta es bien sencilla. Los dos son los instrumentos de los que se sirven los jueces para abrir o cerrar los juicios. O para mantener el orden en la sala.

El mazo anglosajón: orígenes masónicos

El mazo, también llamado mallete, se utiliza en los países anglosajones, como Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos. Lo han visto en las películas.

Su origen, según los entendidos, es netamente masón y aunque no hay constancia de cuándo y cómo fue adoptado por esos sistemas de justicia, tanto en los tribunales como en el mundo de las logias masónicas tiene un mismo sentido: representa el poder y la autoridad.

El mazo o mallete se ha convertido hoy, junto con la balanza y la espada, en el símbolo más identificativo de la Justicia en todo el mundo.

Este simbolismo jurídico-legal está también muy presente en la Iglesia Católica.

Cuando muere un Papa el camarlengo, el hombre que administra los bienes de la Iglesia entre un Papa y otro, golpea tres veces con un pequeño mazo o martillo de plata y mango de marfil la frente del pontífice difunto y concluye diciendo “Papa mortuus est”.

En verdad, el Papa está muerto.

La campanilla, instrumento de la Justicia española

La campanilla, por otra parte, es el instrumento del que se sirven los jueces españoles para realizar esas mismas funciones que los anglosajones con el mazo, aunque es cierto que últimamente ha entrado en desuso.

Por ejemplo, el magistrado presidente del juicio por el proceso separatista no lo utiliza. Y como él muchos de sus compañeros.

La campanilla, es de conocimiento general, es un instrumento que se utiliza durante la misa y que suele tañir el acólito en el momento de la elevación.

Durante cientos de años los lugares en los que se celebraban los juicios en España fueron las puertas de las Iglesias y las catedrales.

Era lógico, por lo tanto, que, a la hora de optar por un instrumento que se escuchara bien, se eligiera la campanilla por proximidad, familiaridad y eficacia; el sonido de la campanilla es más agudo y claro que el del mazo.

El uso de la campanilla en la Iglesia es una derivación, en menor escala, de la utilización de las campanas.

En la época paleocristiana, las campanas se empleaban en las catacumbas para convocar a los fieles a misa.

Desde el siglo VI de nuestra era se convirtió en algo usual en monasterios y conventos.

De esa forma fue adoptado como el método más eficaz de llamar a los cristianos, identificando su sonido con la presencia de Cristo y su protección bienhechora.

En la tradición occidental, fueron los egipcios -¿cómo no iba a ser así?- los que comenzaron a emplearlas en las fiestas consagradas a Osiris, después la adoptaron los griegos en sus fiestas dionisiacas y los romanos en sus procesiones.

En todos los casos confiriéndole un sentido positivo, considerando que su sonido atraía las buenas influencias y alejaba las perniciosas.

Las nuevas generaciones de jueces españoles hacen hoy un menor uso de la campanilla que la que hacían sus mayores. Algunos, incluso han adoptado el uso del mazo, lo han podido ver a través de la televisión.

Sin embargo, buena parte de ellos coincide en que la herramienta más poderosa para imponer la autoridad no es ni la campanilla ni el mazo.

¿Cuál, entonces?

El silencio.

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