Cuatro consejos para granjearse una buena reputación ante los jueces
Enrique Bacigalupo, magistrado jubilado del Tribunal Supremo, quien ahora ejerce la abogacía, conoce muy bien estas reglas. Confilegal.

Cuatro consejos para granjearse una buena reputación ante los jueces

Tempus fugit, el tiempo huye, el tiempo se escapa, el tiempo pasa. Pero a pesar de ello, a pesar de la irrupción de las nuevas tecnologías, que ha modificado la forma de trabajar en todo el mundo, a la hora de forjarse una reputación de abogado de calidad el camino sigue siendo el mismo, como explica el letrado F. Lee Bailey en su libro «Cómo se ganan los juicios».

Bailey, sin duda uno de los abogados más reputados de los Estados Unidos, país en el que ha publicado 16 libros, algunos de ellos manuales para sus jóvenes compañeros, afirma que los pasos son cuatro. Estos:

1.- Manifieste respeto por el tribunal

Esto se refiere no sólo a las palabras que se elige sino también a la manera de pronunciarlas. Si el abogado considera que lo están tratando injustamente, el remedio es la apelación, nunca manifestar su desaprobación siendo descortés.

2.- Trate de comprender el punto de vista del juez

El abogado debe estar del lado de su cliente; el juez tiene que evaluar con imparcialidad a ambas partes. Por eso, el letrado debe preguntarse a sí mismo: ‘¿cómo reaccionaría yo si tuviera que tomar una decisión en este asunto, en vez de alegar por mi causa?’.

3.- Dele al tribunal toda la ayuda que pueda

Dirigiéndole escritos redactados con claridad y lógica, acomodándose a su orden de trabajo y horario y brindándole ayuda necesaria a su personal. En el ejército, a menudo se dice que un oficial tiene el deber de ser ‘militar y caballero’ . Un abogado litigante tiene el deber ante todos, ante el juez, e,incluso ante sí mismo, de ser siempre ‘abogado y caballero’.

4.- Siempre, siempre, pero siempre, cuando hable con un juez su palabra debe ser tan valiosa como oro sólido

Los tribunales no podrían funcionar en absoluto si no pudiesen confiar en la veracidad de los abogaos. Cuando usted declara algo ante un juez, considere que está bajo juramento. Los abogados que supieron ganarse la confianza de los jueces, por lo general, gozan de un ambiente de trabajo agradable. El abogado que engañó a un juez en una sola ocasión pasará años enteros antes de olvidar aquel incidente.

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