La comunidad legal homenajea a Andrés de la Oliva, maestro de procesalistas y jurista comprometido
Plano general del Salón de Plenos de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, en Madrid, donde tuvo lugar el evento, y que se llenó la tarde del viernes con ilustres procesalistas que llegaron de diferentes puntos de España y Europa.

La comunidad legal homenajea a Andrés de la Oliva, maestro de procesalistas y jurista comprometido

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07/12/2016 05:59
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Actualizado: 06/12/2016 23:37
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Cerca de tres minutos duró la ovación que en pie ofrecieron los ilustres asistentes a la presentación homenaje del libro “Derecho, Justicia, Universidad, que tuvo lugar este pasado viernes en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ofrecieron al catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Complutense, Andrés de la Oliva.

En este «libre amicorum» que han coordinado los catedráticos Ignacio Díez-Picazo y Jaime Vegas –años atrás alumnos suyos en la Complutense-, han colaborado 156 prestigiosos autores como homenaje a sus casi cuarenta años de dedicación al Derecho.

Muchos de ellos, compañeros de actividad, otros, amigos y discípulos que forjó en su amplia experiencia profesional.

Un jurista comprometido con su tiempo, como hemos podido ver en estos años en su preocupación por la justicia y partidario de la abolición de las tasas judiciales.

Esos artículos escritos contra las tasas le valieron la admiración de la «Brigada Tuitera», colectivo de abogados unidos por las redes sociales y que han tenido en De la Oliva “un padre espiritual”.

Dos de estos juristas, la abogada y profesora de Derecho en la UNED, Verónica del Carpio que colabora en este libro con un trabajo y José Muelas, decano del Colegio de Cartagena, estuvieron presentes en este homenaje.

Personalidades como Ramón Pi, periodista de toda la vida y amigo de De la Oliva de su época de estudiante universitario, el incombustible Aurelio Menéndez, presidente honorífico de Uría Menéndez, Francisco de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional, Ramón Rodríguez Arribas, vicepresidente emérito de este Alto Tribunal, el magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Antonio del Moral, y muchos colegas suyos procesalistas le acompañaron en este emotivo acto.

Muchos de ellos tuvieron que hacer un viaje importante para no perderse este momento tan destacado

Fue el caso de los catedráticos procesalistas de Turín y de Bari, y los profesores Sergio Chiarloni y Domenico Dalfino, respectivamente. Ambos cuentan con una producción científica muy importante y son maestros de catedráticos franceses e italianos de primera fila.

En la presidencia del acto, el profesor Loïc Cadiet, catedrático de derecho procesal  de la Escuela de Derecho de la Universidad parisina de la Sorbona y presidente de la Asociación Internacional de Derecho Procesal, es decir, el presidente de todos los procesalistas del mundo.

A su izquierda, se sentó el también académico de Honor de la RAJYL, el profesor Federico Carpi, Emérito de derecho procesal de la Facultad de Derecho de Bolonia.

Carpa es presidente de la muy nutrida y activa Asociación de Estudiosos del Derecho Procesal Civil, director de la prestigiosísima y veterana (1947) Rivista Trimestrale de Diritto e Procedura Civile. Carpi fue predecesor de Cadiet en la Asociación Internacional de Derecho Procesal.

En el transcurso del acto, el propio profesor Carpi hizo entrega al profesor De la Oliva del diploma y las insignias como «académico non residente de la Accademia delle Scienze del Istituto de Bologna», prestigiosísima entidad fundada en 1690, donde trabajaron Galvani, Marconi, Einstein, Marie Curie, etc

Una publicación indispensable para conocer al profesor De la Oliva

“Derecho, Justicia y Universidad” es una publicación de más de 3000 páginas que ha sido coordinada por los catedráticos, en su día alumnos de De la Oliva, Vegas, catedrático de derecho procesal de la Universidad Rey Juan Carlos y Díez-Picazo, catedrático de derecho procesal de la Universidad Complutense de Madrid, quienes hicieron un semblante profesional y personal del homenajeado e impulsada por la Editorial Universitaria Ramón Areces.

“La obra, distribuida en dos volúmenes, sirva también para conocer la prolífica trayectoria profesional de Andrés de la Oliva Santos, uno de los impulsores de la actual Ley de Enjuiciamiento Civil y cuenta de una tabula gratulatoria, espacio después del índice en el que muchas personalidades que le conocieron han dejado su mensaje de gratitud por el trabajo y la obra de este procesalista comprometido con su tiempo” apuntó Vegas en su presentación.

A su juicio De la Oliva es maestro de procesalistas y padre profesional de varias generaciones en nuestro país de expertos.

Fue Julio Banacloche, catedrático de derecho procesal de la Universidad Complutense y director de este departamento quien analizó la figura del ilustre jurista homenajeado.

Un profesional que, desde 1984, forma parte de la historia de esta Universidad.

“Siempre fue una persona comprometida, de convicciones sólidas e ideas firmes”, apuntó.

Destacó también su faceta investigadora y el apoyo a muchos jóvenes investigadores en la dirección de sus respectivas tesis doctorales.

“Parte del prestigio de nuestro Departamento Procesa se lo debemos a Andrés de la Oliva”, declaró.

Momento de las intervenciones de Andrés de la Oliva, a la izda e Ignacio Díez-Picazo, a la derecha, coautor del libro en primer término. En la mesa de izquierda Jaime Vegas, Rafael Navarro Vals, Loic Cadiet, profesor Carpi y Julio Banacloche.

Momento de las intervenciones de Andrés de la Oliva, a la izda e Ignacio Díez-Picazo, a la derecha, coautor del libro en primer término. En la mesa de izquierda Jaime Vegas, Rafael Navarro Vals, Loic Cadiet, profesor Carpi y Julio Banacloche.

Un jurista preocupado por la mejora de la Justicia

Las diferentes intervenciones que se sucedieron incidieron en la personalidad de Andrés de la Oliva, quien a lo largo de su carrera profesional mostró su deseo en mejorar la Universidad desde las diferentes ocupaciones que desempeño tanto como docente o como responsable de la Comisión de Reclamaciones de la Complutense que llegó a gestionar.

Profesional comprometido con la sociedad y la verdad y uno de las escasas voces de intelectuales que se oyó cuando el Ministro Gallardón aprobó la Ley de Tasas judiciales en el 2012. En su blog, uno de los más seguidos por la comunidad jurídica, destacaba como el jurista inglés Jeremy Bentham ya en su obra Protest Against Law Taxes (Protesta contra los impuestos de la ley), escrita en 1793 y completada por el autor en 1816 hablaba de su oposición frente a las tasas judiciales.

Por su parte, Díez-Picazo destacaba del profesor De la Oliva “su vinculación como custodio del derecho procesal procedente de aquellos autores alemanes e italianos del siglo XIX. Creo que ha ayudado a incrementar este acervo porque sus aportaciones dogmáticas en el derecho procesal civil y penal han sido notables”.

Otro elemento que resaltó fue su sentido del compromiso “siempre dijo que los procesalistas deberían poner su saber hacer al servicio de la mejora de la justicia”.

Y es que De la Oliva siempre estuvo comprometido con la lucha “por una justicia independiente, como se pudo ver en su trabajo de vocal del CGPJ durante 1990-6. “Siempre ha defendido casusas, como las tasas judiciales y ha sido un buen polemista”.

Ignacio Díez-Picazo: La actual Ley de Enjuiciamiento Civil, en la que Andrés de la Oliva participó directamente, no ha sido valorada aún realmente. Estamos ante una de las reformas procesales claves de nuestra justicia

A juicio de este codirector de la obra, “la actual Ley de Enjuiciamiento Civil, en la que Andrés de la Oliva participó directamente, no ha sido valorada aún en su justa medida. Estamos sin lugar a dudas ante un gran texto, una de las reformas procesales claves de nuestra justicia”.

En su turno de réplica, Andrés de la Oliva, habló de la soledad del ser humano apoyándose en unos versos del poeta Miguel Hernández: “Solo en la soledad del yo se identifica la verdadera identidad personal”, apuntó para luego señalar que “no estamos hechos para estar solos aunque hay momentos en los que debemos estar”.

Recordó que hay que vivir amorosamente en compañía porque de lo contrario la vida puede ser cruel.

De la Oliva también aprovechó su exposición para agradecer a la Editorial Ramón Areces que se hubiera implicado en este proyecto de libro homenaje con 156 autores, muchos de ellos procesalistas y la gran mayoría vinculados a su carrera profesional.

Y especialmente se detuvo en los codirectores de la obra, los catedráticos Vegas y Diez-Picazo quienes tuvieron el trabajo de coordinar los temas y la autoría de los mismos, una obra que ya está a disposición de quien quiera conocer las últimas décadas del derecho procesal y la influencia de Andrés de la Oliva en esta práctica.

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