Jessica Yaniv, que se hace llamar la “Abogada LGBTQIA+”, considera que no se han estado respetando sus derechos como mujer transgénero.
Desde su posición como abogada y activista, la canadiense ha intentado emprender acciones legales de unos meses hasta ahora, ya que asegura que no es la primera vez que sufre un episodio similar.
Recientemente, Yaniv demandó a la estética “Bikini Wax access” por no querer depilarla por tener genitales masculinos.
Yaniv, es muy conocida en el mundo LGTBQIA+ por luchar por los derechos de las mujeres «trans».
Nació biológicamente como hombre –Jonathan– pero con los años se sintió identificada con género femenino y debido a su profesión lucha para que ella y las mujeres como ella tengan los mismos derechos que las mujeres de procedencia biológica.
En el caso actual, el problema es otro, y va dirigido a los profesionales del sector sanitario, en concreto, a los ginecólogos, ya que uno de ellos se negó a atenderla porque “no atendían a pacientes transgénicos”.
Yanin publicó la situación en Twitter y comentó estar “conmocionada, confundida y dolida”.
«Así que un consultorio ginecológico al que me refirieron literalmente me dijo hoy que `no atendemos a pacientes transgéneros'», escribió.
«Y yo, siendo yo, estoy conmocionada… y confundida… y herida.
«¿Se les permite hacer eso, legalmente? No va en contra de las prácticas universitarias».
La abogada se cuestionó, así, si el rechazo era legal y si estaba permitido.
También añadió después que el cuerpo médico, incluidos los ginecólogos, forman parte de un equipo que debería relacionarse tanto con pacientes no binarios y transgéneros.
La situación no tardó en difundirse en las redes sociales a toda velocidad.
Las críticas –mofas incluidas– se multiplicaron y Yaniv suprimió los tuits.
La abogada «trans» también fue protagonista el pasado verano de otro caso que llenó titulares de periódico, abrió informativos de radio y televisión y un debate intenso en redes cuando el tribunal de derechos humanos de la Columbia Británica (oeste de Canadá) tuvo que resolver una demanda contra varias esteticistas que se habían negado a hacerle un depilado brasileño de sus genitales.
En 2018 había presentado quejas contra 13 salones de depilación y trabajadoras autónomas.
De acuerdo con la activista, los profesionales se negaron a darle una cita al saber que era transgénero, lo que consideró una discriminación.
El tribunal falló a favor de las esteticistas, señalando que no estaban entrenadas para depilar los genitales masculinos y no consintieron en hacerlo.
La sentencia relató que Yaniv presentó quejas por «propósitos inapropiados», estaba motivada por animosidad racial, empleó el engaño y buscó castigar a los esteticistas por su «fanatismo».
Finalmente se le castigó con pagar 2.000 dólares canadienses a cada una de las tres esteticistas.