El kamikaze de la M-50, condenado a 8 años de cárcel por homicidio doloso
El condenado, Kevin B.C. (a la derecha), junto a su abogado, Jorge Muñoz. Foto Alejandro Martínez Vélez/EP

El kamikaze de la M-50, condenado a 8 años de cárcel por homicidio doloso

Y por un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás, y un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas
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15/10/2021 14:50
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Actualizado: 15/10/2021 14:50
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La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a ocho años de cárcel al kamikaze de la M-50, Kevin C. B., que acabó con la vida de un joven, Víctor López, cuando embistió su coche mientras circulaba en sentido contrario, a gran velocidad y bajo los efectos del alcohol el 15 de septiembre de 2019.

En concreto, ha sido sentenciado como autor de un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás, y de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un delito de homicidio, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de reparación del daño y la atenuante analógica de embriaguez.

El pasado 30 de septiembre, el jurado popular le declaró culpable del homicidio doloso de Víctor López, por una mayoría de ocho votos (el jurado popular lo componen nueve personas).

Por el mismo número de votos le consideró culpable de conducción temeraria, y por unanimidad, culpable de conducir bajo los efectos del alcohol.

Ahora, la magistrada presidenta del tribunal del jurado María del Pilar Casado Rubio (Sección Quince), ha fijado la condena.

Además de la pena de cárcel, le ha impuesto la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante 9 años, con pérdida de vigencia de permiso que le habilita para la conducción.

En concepto de responsabilidad civil, el condenado tendrá que indemnizar con 110.000 euros al padre de la víctima, con 110.000 a la madre y con 10.00 euros a la pareja del fallecido.

La sentencia es la número 488/2021, de 11 de octubre.

La abogada Bárbara Royo García, que ha ejercitado la acusación particular en representación de la familia del joven fallecido, se ha mostrado «satisfecha» con la condena de dolo eventual.

Por su parte, el abogado del penado, Jorge Muñoz Cortés, ha anunciado que la recurrirá el fallo en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

La abogada Bárbara Royo, del bufete Royo & Becerro & Peñafort, de Madrid. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

«Estoy muy contenta porque finalmente se ha terminado la era del homicidio imprudente, por lo menos en Madrid, en violencia vial», ha declarado Bárbara Royo a Confilegal.

Esta letrada destaca que «cuando un conductor va borracho o drogado al volante y mata a alguien, no está cometiendo un imprudencia, que es como tradicionalmente se juzgan y se condenan estos hechos». «Si te puedes plantear la posibilidad de que con tu conducción puedas herir o matar a alguien, entramos de lleno en la figura del dolo eventual», añade.

ROYO HA CONSEGUIDO LAS DOS PRIMERAS SENTENCIAS POR DOLO EVENTUAL EN MADRID EN EL ÁMBITO DE LA SEGURIDAD VIAL

Bárbara Royo resalta que es la primera vez que un delito contra la seguridad vial con resultado de muerte llega a un jurado popular en Madrid y que se condena por dolo eventual.

Se da la circunstancia, además, de que en menos de un semana esta abogada ha conseguido dos sentencias por dolo eventual, las dos primeras en Madrid.

El pasado miércoles fue condenado a siete años y un mes de prisión, 50 días de trabajo en beneficio de la comunidad, y retirada del carnet de conducir por 12 años Pablo C., el conductor kamikaze de la A-5 que acabó con la vida de Javier N., de 32 años, dejando este último mujer y una hija de dos años.

EL CASO DEL KAMICAZE DE LA M-50

Los hechos ocurrieron a la altura de la localidad madrileña de Coslada.

La víctima se dirigía a su trabajo, en un hipermercado de San Fernando de Henares, en el que llevaba tres días.

Su defensa sostenía que se trató de una imprudencia al no asumir el riesgo que se podía producir al ir bajo los efectos del alcohol y con exceso de velocidad.

En su última palabra, Kevin C. B. reiteró su arrepentimiento por el «error» que cometió cuando decidió subirse a su coche con unas copas de más. Sobre el accidente declaró que no recordaba nada, solo que tenía sueño y que quería volver a casa tras una noche de copas con amigos.

El jurado popular apreció dolo eventual debido a que el conductor tuvo que haberse representado e imaginado que, al subirse a su coche con unas copas de más e ir en dirección contraria con exceso de velocidad, podría ocasionarle la muerte a alguien y, pese a prever ese posible resultado, mantuvo su acción.

El condenado, español de origen chino, tiene actualmente 26 años. Está privado de libertad por esta causa desde el 19 de septiembre de 2019.

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