Pilar Menor, socia directora de DLA Piper en España: “Los despachos deben invertir en conciliación para ser más productivos»

Pilar Menor, socia directora de DLA Piper en España: “Los despachos deben invertir en conciliación para ser más productivos»

La abogada más joven en asumir la dirección de un despacho hace balance de la gestión de sus primeros cinco años al frente de la oficina española de esta firma multinacional
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29/10/2018 06:15
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Actualizado: 02/3/2020 16:30
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Aún recuerda aquella semana tan clave para ella, donde aceptaba dos retos importantes: la propuesta para dirigir DLA Piper España y casarse. “Con la perspectiva del tiempo, creo que las dos decisiones que tomé fueron acertadas”.

Es el testimonio de Pilar Menor, socia directora de DLA Piper en España y responsable de su área de Derecho Laboral. Su predilección por los Recursos Humanos hace que en esta charla la palabra equipo surja en varias oportunidades.

Al final los datos revelan que el despacho sigue siendo una de las oficinas más rentables de la firma internacional en Europa. “Hay que hacer siempre al cliente”, afirma Menor.

¿En que ha cambiado este despacho desde que usted lo asumió hace cinco años?

El balance es satisfactorio. Realmente han sido seis. Los últimos cinco fueron en solitario. El despacho se ha consolidado como uno de las firmas jurídicas líderes en el mercado español. DLA Piper está presente en más de 40 países a través de sus 4000 profesionales. Nuestra consolidación hay que verla como bufete ibérico, en España y Portugal. La puesta en marcha de la oficina de Lisboa, con 140 abogados, ha sido uno de los proyectos más ilusionantes.

La firma es líder en el mercado de fusiones y adquisiciones protagonizando algunas de las operaciones más destacadas del momento, nos hemos consolidado como un despacho multidisciplinar. El área de Corporate es la locomotora de la firma y supone un 30% de la facturación total, pero el resto son importantes.

Hemos crecido también en litigación y regulatorio, financiero, real estate… Hemos establecido un área nueva de urbanismo con Francisco Perales como of counse.

Junto a ello el área laboral que dirijo ha crecido, al igual que fiscal donde hemos reforzado precios de transferencia o el área de tecnología por las cuestiones derivadas de protección de datos.

¿Cómo se ha conseguido esa posición de liderazgo, entonces?

Lo hemos hecho desde la excelencia del servicio, intentando aportar valor a nuestros clientes, sin perder de vista la rentabilidad, eficiencia e innovación. Nuestros retos estos cinco años han sido los de nuestros clientes. Tenemos un equipo de profesionales muy bueno y competente que nos ha ayudado a mantener esta situación de liderazgo.

En el entorno de la globalización ayudamos a nuestros clientes a posicionarse en el mercado que quieran establecerse. Desde nuestra presencia en la península ibérica conectamos a nuestros clientes con Latinoamérica y Africa.

¿De qué forma ha compaginado la dirección de la firma y la del área laboral?

Es complicado realizar estas dos funciones y al mismo tiempo conciliar con mi vida personal pero no es imposible. Me apasiona el derecho laboral y disfruto mucho ejerciendo; como socia directora la experiencia es muy interesante. Siempre aprendes cosas nuevas de los diferentes equipos con los que trabajas.

¿Qué es lo más complicado de gestionar en un despacho como este?

Todo depende del momento. En situaciones normales, hay momentos del año con más tensión que otros, es el caso de cuando se negocia el presupuesto para la oficina en una estructura internacional. Eso implica muchas reuniones fuera de España con los principales responsables de los principales grupos de práctica.

También la promoción de socios definitiva lleva tiempo o las contrataciones que el despacho haga.

La gestión en todo lo que concierne a Recursos Humanos es clave y nosotros hemos invertido en reforzar esta práctica con una persona experta.

¿Qué se les pide a los abogados que quieran trabajar en DLA Piper?

Queremos que tengan una buena formación y al mismo tiempo habilidades, que sean internacionales y personas que puedan integrarse bien en la cultura de la firma y hagan suyos nuestros valores. Nos interesa mucho que estén dispuestos a trabajar en equipo en entornos colaborativos.

A nivel de sociatura, un despacho como DLA  Piper ¿sigue teniendo las puertas abiertas?

Desde luego. La promoción interna es muy importante. Queremos que nuestra cantera de talento tenga una proyección profesional interna si así lo desea. Que tengan una perspectiva de carrera. Aunque no todos los abogados quieren ser socios en los tiempos que corren.

Al final para ser socio se combinan diferentes circunstancias y en lo relativo a la gestión de equipos y clientes, debe estar muy maduro. En los últimos años hemos hecho esas promociones y las seguiremos haciendo.

Uno de los problemas de los abogados sigue siendo la conciliación de la vida laboral y personal. ¿Dónde está la solución para que muchas carreras no se frenen?

En este sector, la clave está en la flexibilidad a la hora de prestar el servicio. No es sencillo ponerla en marcha en una profesión tan orientada al cliente, donde la disponibilidad es un valor a tener en cuenta. Y si trabajas en un entorno internacional, algunos de tus clientes empiezan su jornada cuando acabas la tuya.

Pilar Menor en la entrega en DLA Piper Madrid del Premio ‘Mujer y Liderazgo’ a la comandante de la Guardia Civil Silvia Gil. Con ellas el director de la Escuela de Negocios Aliter, Martin Hernández-Palacios.

Es fundamental que los despachos afronten el tema de la conciliación con seriedad. Un profesional feliz está comprobado que va a trabajar mejor y será más rentable para tu firma que otro con la cabeza puesta en otra problemática derivada de cuestiones personales.

Hablamos del salario emocional que contribuye a tu bienestar como persona.  Los abogados más jóvenes quieren otra forma de trabajar y un equilibrio entre el trabajo y su vida personal.

En el caso de las mujeres abogadas, pocas llegan donde Pilar Menor, a la dirección de un despacho….

En el mercado legal no hay barrera de entrada para las mujeres abogadas. Están muy bien representadas en estudios de derecho o escuelas de negocio. Sobre el 52% de la profesión son mujeres. Sin embargo, al llegar al puesto de socio se estrecha la pirámide y esa cifra se reduce a un 14%. Y si llegas a la alta dirección, hay muchas menos.

La promoción de mujeres abogadas a puestos de responsabilidad depende de dos factores: la competencia y la confianza.

En competencia creo que todas nosotras hemos demostrado que estamos muy preparadas. Sobre la confianza, tienen que dar un paso al frente en sus carreras, confiar en sus capacidades para poder asumir dichos cargos.

¿Es bueno que el Gobierno quiera aprobar una Ley de Igualdad Laboral?

La igualdad es justa, buena y es necesaria. Ahora hay que ver cómo alcanzarla. En el acceso de la mujer a consejos de administración de empresas, los porcentajes son muy reducidos. Si las cosas no suceden, quizás hay que tomar medidas temporales para que realmente este marco de igualdad se consiga. Así ha pasado en otros países.

No creo que cuotas y meritocracia sean incompatibles. Parece claro que aquellas mujeres que estén tan bien preparadas como sus colegas masculinos se les dé la oportunidad de ejercer esos cargos de tanta responsabilidad. Pero deben existir candidatas. Lo ideal es que tendiéramos a la igualdad sin necesidades legales.

¿Qué modelo de internacionalización ha elegido DLA Piper en América Latina?

El bufete ha evolucionado de acuerdos con despachos locales a disponer de oficinas propias. La última apertura, la de Argentina, junto con otras economías de la zona. Hay muchas oportunidades en sectores como energía o infraestructuras y no se deben perder de vista.

La evolución ha sido natural, en el caso de España y Portugal, la relación con un despacho local ha sido intensa, de tal forma que el pasado año se integró en DLA Piper, después de tantos de trabajo conjuntos.

En los países nórdicos hemos abierto otras oficinas propias. En esa implantación, siempre hay que tener en cuenta el marco regulatorio de cada país. No todos te permiten operar según de qué forma.

¿Qué lugar ocupa la oficina de Madrid en la estrategia de DLA  Piper?

Sigue siendo una de las oficinas punteras a nivel europeo. Cerrado el ejercicio fiscal, se ha logrado un año bueno, como ejemplo de bufete rentable y ejemplo de otros proyectos.

La firma ha facturado por encima de los 30 millones de euros.

Es el caso del proyecto ‘WIN, What InHouse Lawyers Need’, que, tras su lanzamiento en Londres, llegó a España. La idea es desarrollar actividades de mentoring y formación con tus clientes. Detectamos sus necesidades y les ayudamos a solventarlas a nivel formativo creando equipos conjuntos de trabajo y actividades específicas.

En nuestra filosofía de trabajo tenemos claro que, hoy por hoy, debes ser parte de su equipo en ese asesoramiento legal que le ofreces. La competencia es muy elevada. En el mercado español hay grandes profesionales y debes diferenciarte en la aportación de valor que le ofreces al cliente.

El asesoramiento es muy práctico, orientado al negocio y debes demostrar que conoces en qué sectores trabaja tu cliente.  Tu cliente quiere que seas concreto y que le ayudes a tomar decisiones. Tiene un presupuesto ajustado e intentan sacarle el máximo partido. Eso implica presupuestos cerrados, fórmulas de facturación flexibles y que le expliques muy bien esa inversión que hace contigo.

¿Sigue siendo el precio el elemento decisorio por el que el cliente elige a un despacho y un servicio, o hay otros factores?

Creo que hay otros factores, sobre todo para ciertos trabajos de asesoramiento más complejo donde el precio no es lo fundamental a la hora de tomar esa decisión.  También depende de dónde se lleve a cabo ese trabajo. Elementos como la calidad de tu trabajo o la reputación de la firma también se tienen en consideración. Son un conjunto de elementos que al final se valoran de forma global.

En las encuestas de satisfacción de clientes observamos como un elemento que tienen muy en cuenta es la rapidez de respuesta, esa accesibilidad y disponibilidad que tus asesores legales quieren de ti.

¿Cómo se está adaptando este despacho al proceso de transformación digital que está llegando a la abogacía de los negocios?

Junto con la globalización, este es otro reto al que se enfrentan las empresas, a nivel general y los despachos de abogados, de forma específica. Nuestra firma en los últimos años ha invertido en tecnología como ‘Kira’ que ayuda a la gestión más sencilla de determinados procesos de dentro del despacho. Eso hace que la Inteligencia Artificial se empiece a incorporar en las firmas legales. Ahora muchos procesos son más sencillos gracias a la tecnología.

Gracias a la tecnología podemos ser más flexibles a la hora de dar este servicio al cliente, en el lugar, tiempo y momento que se precise. La tecnología te permite conectar en remoto y conectarte con otros clientes que están en jurisdicciones diferentes. Ahora se puede dar una respuesta más inmediata a esas necesidades.

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