Transcurrido el año desde la llegada del nuevo Baremo de Indemnizaciones por Accidentes de Tráfico las noticias no son buenas para las víctimas en accidentes.
Nos vendieron la noticia a todos a principios de año, tanto desde la Dirección General de Tráfico como desde el propio Ministerio de Justicia así como desde diferentes ámbitos y medios de comunicación, de que se trataba de un baremo indemnizatorio con el cual las víctimas de accidentes de tráfico y/o sus familiares cobrarían más que antes, que las indemnizaciones serían mayores adaptándonos a nuestro entorno europeo.
Si bien es cierto que para el caso de las indemnizaciones por fallecimiento y lesiones de gravedad si se ha notado una subida importante, este tipo de indemnizaciones son las menos.
La paradoja la encontramos en que para los accidentes más frecuentes, caso de lesiones leves y que vienen a suponer prácticamente un 90 por ciento de la siniestralidad y el mayor coste para las aseguradoras, en estos casos las indemnizaciones se han visto reducidas notablemente y su reclamación se hace más difícil.
Con el nuevo baremo la víctima de un accidente está obligada a acudir a un procedimiento extrajudicial a fin que la aseguradora conozca todas las pruebas documentales que acrediten el daño disponiendo de un plazo de tres meses para realizar oferta por las lesiones o cualquier otra respuesta motivada.
Con la despenalización de los juicios de faltas al perjudicado se le recorta su derecho a ser reconocido por un médico forense de forma gratuita, siendo que ahora para reclamar, caso de no estar de acuerdo con la indemnización que le ofrece el seguro, debe someterse a la jurisdicción civil costeándose de su bolsillo procuradores, abogados y peritos médicos, circunstancias que benefician al sector asegurador que aprovecha esta situación para ofertar indemnizaciones a la baja.
Ya de por si en la actualidad a un lesionado se le indemniza 6,41 euros menos por día impeditivo que si el accidente se hubiera producido antes del 31 de diciembre de 2015.
En un estudio comparativo realizado por Munich Re encontramos que existe una enorme disparidad con respecto a los montantes indemnizatorios establecidos en los distintos países de Europa con relación a España.
Se ha notado un acercamiento a nuestros vecinos europeos, pero muy lejos aún de países como Inglaterra, Alemania o Francia.
En un caso por ejemplo de indemnización para un hombre de 30 años casado y sin hijos que a consecuencia de un accidente de tráfico sufre lesiones cerebrales graves con incapacidad permanente absoluta y unos ingresos graves de 60.000 euros, las indemnización en España sigue siendo realmente escasa.
No solo eso, sino que como decíamos, el nuevo baremo trae consigo importantes modificaciones en los requisitos para tener derecho a percibir una indemnización en los supuestos de lesiones leves (más del 90 por ciento de los casos).
Algunas de las nuevas modificaciones introducidas y que dificultan la reclamación de la víctima, son:
Por todo ello las indemnizaciones que ofertan las compañías en los casos de accidentes menos graves, que son la mayoría, son mucho menores que antes y lo peor de todo es que no se trata de una práctica aislada de unas pocas compañías aseguradoras sino de una forma de proceder común y generalizada en todo el sector asegurador de vehículos, aprovechando la circunstancia que ahora la víictima caso de querer reclamar más de lo ofertado tiene que acudir a la vía judicial costeándose procuradores, abogados y peritos.
No le merece en muchos casos la pena y termina conformando
El aumento de poder que otorga este nuevo baremo al lobby asegurador ha ocasionado que el resultado no fuese el deseado, o tal vez si, quien sabe…
Lo que es cierto es que las aseguradoras se han hecho más fuertes con este baremo en relación al perjudicado por accidente de tráfico que lo tiene más complicado a la hora de percibir la indemnización que realmente le corresponde.