La misiva, más que una carta abierta a toda España es un manifiesto contundente, sencillo y con mucho «seny» de reivindicación de su españolidad y de su catalanismo, que no son excluyentes, y de la tolerancia que debe regir la convivencia ciudadana. Se titula «Los otros», como el «thriller» de Alejandro Amenabar, un título muy apropiado para el caso que define a un grupo sociológico, una mayoría silenciosa, muy viva y despierta que no quiere ni desea la independencia de Cataluña.
Su contenido, a estas alturas, se ha hecho viral en la red. Posiblemente, amigo lector, le haya llegado a través de WhatsApp, SMS, Telegram, Facebook, Google + o correo electrónico. Y si todavía no lo ha hecho, no se preocupe, que le llegará.
Fue publicada a principidos de agosto por un lector en el espacio «Entre todos».
En la misma se habla en plurl, en nombre de esa mayoría silenciosa española y catalana que identifica como «los otros catalanes».
«Somos los que no vamos a manifestaciones y nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón«, en contraposición a los separatistas que han utilizado la manifiestación contra el terrorismo como plataforma para reivindicar sus objetivos ante el mundo.
Se definen como «tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos. Queremos tener salud, dinero, amor y trabajo, como todo el mundo. Creemos en la familia y en el esfuerzo personal y no en la donación y subvención para conseguir las cosas. Amamos la paz y la libertad, aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira».
También reivindican su bilingüismo «sin complejos», se enorgullecen de hacer «zapping sin problemas por todas las opciones, y la película de ayer ya no recordamos en que idioma la vimos, (catalán o castellano)».
De la misma forma, dicen gustar de todos los deportes «y animamos igualmente a Nadal, Ferrer, Alonso, al Barsa, al Español y a la Selección, y nos da igual si el gol lo mete un catalán o un manchego, mientras ganemos la copa de Europa o el Mundial».
«Por respeto no pitamos el himno de España, ni ningún otro. Estamos bastante hartos del ‘procés’ y del politiqueo en general por tanta mentira. Votamos al menos malo o por descarte.
Aborrecemos a quienes fomentan las fobias entre territorios, sean del color que sean, de aquí o de cualquier otro sitio para ganar 4 votos, mantener la poltrona y seguir llevándoselo calentito a cuenta de todos», continúa la carta.
Para ellos, parte del problema es la política de confrontación que se ha desplegado y los líderes que la protagonzan.
«No creemos que la independencia sea la solución a todos nuestros problemas: no somos tan ingenuos, más bien la política de confrontación y sus lideres son parte del problema. ¿Por qué está todo tan crispado? ¿No tendrían que trabajar todos para sacarnos de esta crisis, dejarse de historias y no confrontarnos unos contra otros? Creo que muchos pensamos así, pero no se nos ve ni se nos oye: ‘somos LOS OTROS’ y aunque saben que estamos nos ignoran por no pensar como ellos», añaden.
Desde su punto de vista, el 1 de octubre será un fracaso y se producirán nuevas elecciones autonómicas.
Por ello, hacen un llamamiento a la movilización a todos los que forman parte de «los otros» para acabar con este estado de cosas.
«Informad a todos los que formamos parte de ‘LOS OTROS’, a vuestros conocidos, a los indecisos, a los que piensan que esto no va con éllos. Que de nuestro voto depende que Catalunya siga siendo feudo de unos cuantos que basan su discurso en el odio a los demás pueblos de España, adoctrinando en las escuelas a nuestros niños y difundiendo propaganda y mentiras en TV3 y en los otros medios comprados con subvenciones pagadas con nuestro dinero».
«Exijamos que los constitucionalistas lo sean por encima de los intereses de sus partidos. Vamos a demostrar a quienes lideran ‘El Proces’ que en el mundo somos catalanes y españoles. Vamos a demostrarles que no nos hemos creído la vil mentira de que ‘Espanya ens roba’ (España nos roba); cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando hacernos sentir inferiores y de segunda», apostillan.
«Vamos a decirle a ellos y al mundo que ya basta de muestras de odio, intransigencias y amenazas de sanciones para quien no colabora o piensa como éllos. Vamos a frenar esta aventura que solo nos ha traido y traerá más pobreza económica e intelectual y más crisis a pesar de que nos prometen el paraiso. Porque amamos Catalunya, porque amamos España, porque queremos seguir siendo europeos». Y concluyen con un «¡¡¡Viva Catalunya!!!».