Cerca del 56% de las empresas españoles no establece ninguna medida para protegerse de los impagos

Cerca del 56% de las empresas españoles no establece ninguna medida para protegerse de los impagos

España, entre los cuatro países europeos que menos previenen la falta de pago de sus proveedores. Las empresas españolas esperan 109 días para entregar sus facturas pendientes de cobro a una compañía de recuperación de deuda
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28/11/2018 06:15
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Actualizado: 28/11/2018 13:49
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Tener las cuentas en orden, conseguir liquidez y controlar todas las operaciones diarias son los principales retos de autónomos, pymes y grandes empresas para mantener sus negocios a flote. No obstante, a pesar de la incertidumbre con la que se encara el día a día en las compañías, el 56% de las empresas españolas no aplica las medidas habituales para protegerse de los impagos.

Esta es la conclusión extraída del último Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, que sitúa a España entre los cuatro países europeos en los que las empresas toman menos precauciones para prevenir la falta de pago de sus clientes.

Aunque el 51 por ciento de las compañías españolas reconoce estar familiarizado con la Directiva Europea de Lucha contra la Morosidad, lo que representa un nivel de conocimiento en este sentido solo superado por Irlanda, tan solo el 12 por ciento de esas empresas afirma acogerse al derecho a añadir un recargo de un mínimo de 40 euros por retrasos en el pago de clientes B2B y del sector público.

Esta cifra está entre las más bajas de Europa, cuya media se sitúa en el 29 por ciento.

En este sentido, España se sitúa por detrás de Grecia, donde el 60% de sus empresas no recurre a medidas de prevención de impagos habituales, como, por ejemplo, el pago por adelantado, o Eslovenia y Reino Unido, donde tampoco lo hace el 57% de su tejido empresarial.

En el informe, en el que han participado más de 9.800 empresas de 29 países de Europa, existen grandes diferencias entre las precauciones que toman los negocios españoles y la media europea si se analizan las compañías que sí recurren a medidas habituales como la verificación crediticia, las garantías bancarias o el factoring para protegerse de los impagos.

¿Cómo frenar los impagos?

A nivel europeo, la medida más empleada por las compañías para salvar sus cuentas es solicitar un pago por adelantado, al que recurren el 42% de los negocios. Sin embargo, en el caso español, esta medida queda relegada a un tercer plano y es empleada solamente por una de cada diez compañías.

Además, en contra de lo que ocurre en la mayoría de países europeos, en España, la medida más común para protegerse de los impagos es realizar un seguro de crédito, a lo que recurren el 19% de los negocios. Seguidamente se sitúa la verificación crediticia, empleada por el 14% de las encuestadas, y el pago por adelantado (10%). Esta cifra desciende al 6% cuando se habla de garantías bancarias y al 2% en el caso del factoring.

Según la encuesta, la principal razón a nivel paneuropeo para no recibir los pagos a tiempo son los problemas financieros de los clientes según un 38%. Hay otro 21% que paga de forma atrasada de manera intencionada y un 20% reconoce que el problema es la ineficacia administrativa que hay en su entorno.

Los clientes simplemente no pueden pagar lo que deben, al menos no a tiempo. Este patrón, obviamente, varía entre países y regiones.

No obstante, a pesar de aplicar estas medidas de protección, las empresas españolas siguen teniendo facturas impagadas una vez superado su plazo de vencimiento y son pocas las que recurren a profesionales para solventar la situación.

España es el segundo país, solo superado por Bosnia-Herzegovina, a la hora de ampliar las condiciones de pago para clientes de comercio electrónico volcadas al consumo. De media, a estos clientes en España se les permiten hasta 46 días para realizar sus pagos, un dato que resalta en comparación con la media europea de 23 días.

Las consecuencias de no recibir los pagos a tiempo pueden ser graves para las empresas. Los empresarios pueden verse abocados a soportar problemas de liquidez, pérdida de ingresos e incluso ver amenazada la supervivencia de su negocio. En definitiva, impedir el crecimiento y la oportunidad de crear nuevos puestos de trabajo.

Según refleja el Informe Europeo de Pagos, el 39% de las compañías españolas no entrega sus facturas a una agencia de recuperación de deuda. Además, aquellas que lo hacen (18%), facilitan sus facturas pendientes de cobro a una empresa especializada en gestión de deuda una vez que han pasado 109 días de su vencimiento, casi 30 días después de la media europea.

Otros datos de este estudio destacan que  el 51% de las empresas españolas recibe peticiones para aceptar plazos de pago más largos. De ellas, el 42% termina cediendo ante sus clientes y acepta ampliar los plazos de pago, especialmente cuando se trata de grandes multinacionales.

Consejos para agilizar los pagos

Desde Intrum ofrecen algunas recomendaciones para mejorar esos planes de pagos. En primer lugar se señala la necesidad de desarrollar políticas de crédito equilibradas y sólidas para administrar sus riesgos y crecimiento. También se indica la necesidad de analizar y hacer un seguimiento al capital empleado en su proceso de gestión de crédito para reducir costes.

Otra recomendación tiene que ver con la importancia de asegurarse de conocer al cliente con el que está haciendo negocios. En este contexto, el contrato que habrá que redactar será claro establecimiento los términos y condiciones adecuados. Otro consejo es el de crear un proceso de facturación eficiente para evitar impagos.

También proponen que se analice  la información económica e industrial, incluyendo la solvencia de los clientes clave y revise regularmente las direcciones de los clientes.  Al mismo tiempo se recomienda reducir la pérdida de clientes y fortalezca las relaciones con éstos adaptando sus procesos de cobro en función de la capacidad y el comportamiento de pago.

A nivel de control de pagos indican la necesidad de implementar recordatorios rápidos y cobre intereses de demora cuando sea posible; y también de equilibrar la estructura de sus clientes en función del riesgo y el potencial de crecimiento. Y lo más importante en este decálogo: actuar de inmediato para recibir el pago, sin demoras.

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