La Fiscalía Superior de Cataluña ha presentado una querella contra el consejero de Interior catalán, Miquel Buch, y el sargento de los ‘Mossos d’Esquadra’ Lluís Escolà por el servicio de escolta que éste último prestó al expresidente catalán Carles Puigdemont en su huida de España.
La Fiscalía los acusa de los presuntos delitos de prevaricación y malversación, al concluir que Buch presuntamente nombró como asesor a este sargento de los «Mossos» cuando en realidad ejercía de escolta en Bélgica de Puigdemont, al que el Tribunal Supremo procesó por el ‘procés’ y declaró en rebeldía.
Cs presentó la denuncia el pasado 19 de marzo. La firmaban los diputados del Parlamento catalán Carlos Carrizosa Torres, Matías Alonso Ruiz y Jean Castel Sucarrat.
Al día siguiente la Fiscalía Superior de Cataluña abrió diligencias.
Ciudadanos señaló entonces que Buch nombró a Lluís Escolà como su asesor, pero que éste en su perfil de Twitter ha publicado repetidamente fotografías de su estancia en Bélgica, donde reside Puigdemont, y de otros países visitados por el expresidente catalán.
Por ello, este partido veía acreditado que «lleva prestando ininterrumpidamente el servicio de escolta del fugado señor Puigdemont en el extranjero, desplazándose junto al mismo por varios países extranjeros», como Suiza, Reino Unido y las Islas Feroe (Dinamarca).
Criticó que Buch «adopta la decisión administrativa de nombrar como personal eventual» a Escolà «para enmascarar la efectiva puesta a disposición de dicho efectivo del cuerpo de ‘Mossos’ d’Esquadra al servicio» de Puigdemont.
Según la querella de Fiscalía, la investigación ha permitido acreditar indiciariamente que el nombramiento de Escolà como asesor de sistema de seguridad constituye un acto de arbitrariedad, pese a que sea un cargo de confianza, y que solo tenía como objetivo procurar, desde el gobierno catañám y con cargo a los fondos públicos, «un servicio de escolta permanente al declarado procesado rebelde».
Para el teniente fiscal Pedro Ariche, la designación de Escolà respondía «única y exclusivamente al ilegítimo e indisimulado propósito de dar cobertura y protección a una persona en situación procesal de busca y captura».
Además, constata que Escolà ya había realizado tareas de seguridad para Puigdemont antes de ser nombrado asesor y que con posterioridad «se dedicó de forma plena sin disimulo» a esta actividad.
La Fiscalía relata que los informes realizados por Escolà en su cargo como asesor eran de muy corta extensión, plagados de generalidades y sin conclusión alguna que contribuya a mejorar la actividad de la Consejería, y en un caso era «una copia indisimulada» de un trabajo realizado previamente en la Consejería y publicado en el blog ‘Notes de Seguretat’.
El fiscal explica que los investigadores han podido constatar la presencia de Escolà, una vez nombrado asesor de Interior, en 11 ocasiones en el extranjero realizando funciones de «protección, escolta y aseguramiento del procesado rebelde Carles Puigdemont».
Recoge varios comentarios publicados en su perfil de Twitter: «41 semanas haciéndonos cargo del MHPG. Mientras no sea legal se hará legitimamente», «Buenas fiestas president, de parte de todos tus escoltas», entre ellos.
Según la Consejería, el gasto total derivado de su cargo fue de 52.712,26 euros, «suma en la que ha resultado perjudicado el erario público autonómico a resultas de la torticera conducta», señala el fiscal.
Escolà fue hasta el 29 de octubre de 2017 jefe operativo de la Unidad de Presidencia del Área de Escoltas y se encargaba de la coordinación y planificación de seguridad de la actividad pública y privada de Puigdemont.
Según la Fiscalía, Escolá, junto a otro agente del Área de Escoltas y un cabo de los Mossos, en la noche del 29 de octubre, «acompañaron y escoltaron al huido (Carles Puigdemont) hasta Francia, donde tomó un avión que le condujo a Bélgica».
La División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos incoaron un expediente de investigación interna» por una posible falta grave y se le impuso una medida cautelar de cambio de destino a la comisaría de Martorell (Barcelona), donde no llegó a incorporarse al disfrutar de fiestas y vacaciones y «tomó la baja por contingencias comunes».
La Fiscalía indica que se ha constatado que entre el 30 de octubre de 2017 y el 20 de julio de 2018 Escolá realizó numerosas salidas al extranjero para prestar labores de custodia y seguridad a Puigdemont, alegando vacaciones, fiestas y permisos personales.
El 20 de julio, el entonces director general de los Mossos, Andreu Joan Martínez, le sancionó con un traslado forzoso a la Comisaría General de Recursos Operativos con el mismo nivel retributivo.
Ese día Buch creó una plaza de asesor dentro de su departamento «específicamente programado» para que fuera ocupado por Escolà, pese a que, según la Fiscalía, su trayectoria profesional revela su absoluta inidoneidad, ya que su formación se limita al Bachillerato y un curso de escolta, cuando el anterior asesor tiene una licenciatura y tres posgrados.