El pasado mes de diciembre la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo inadmitió el recurso de casación interpuesto por Blas Fernando Blasco Abadía, conocido como el «falso Iniesta», confirmando la pena de 2 años de cárcel y una indemnización de 1,2 millones de euros a los afectados por un delito de estafa agravada, impuesta por la Audiencia Provincial de Jaén.
Ocho meses después, Blasco Abadía ni ha pagado la indemnización, condición obligatoria para evitar pisar la cárcel, ni ha entrado en prisión, como sería preceptivo.
Y lo que es peor.
Nadie le está buscando, a pesar de que hay una orden requisitoria de búsqueda y captura.
Sin embargo, según los afectados, si no se le busca no se le puede capturar.
De acuerdo con sus informaciones, el «falso Iniesta» sigue operando a sus anchas, viviendo a lo grande, almorzando en restaurantes con estrellas Michelín, y se supone que estafando a otros, su principal ocupación desde hace años.