Así se desprendería del cotejo tanto de la Agenda Oficial de la Fiscal General del Estado consultable aquí como de la cuenta oficial en Twitter de la institución que representa, aquí, es en el periodo que transcurrió desde el momento del almuerzo privado que sostuvo con el mencionado, junto con Baltasar Garzón y Antonio García Ferreras, el día 29 de enero de 2021, viernes, hasta el día 8 de febrero de 2021, lunes, que tuvo un encuentro con la última promoción de fiscales a las 12:30 del mediodía en el Centro de Estudios Jurídicos.
Es decir, prácticamente el tiempo equivalente a 10 días, plazo actual de cuarentena tras un contacto estrecho, en los cuales, según los datos oficiales y fuentes consultadas, Dolores Delgado no habría llevado a cabo ningún acto oficial en la Institución que dirige.
Por otro lado, llama también la atención que durante que la semana siguiente a su presunto final de cuarentena de actos oficiales, del 15 al 21 de febrero, no llevara a cabo ningún acto oficial, lo que podría indicar una mayor cautela dado el riesgo de contagio que experimentó, pero sin embargo, en las siguientes semanas, Dolores Delgado recuperó una agenda de actos oficiales como fiscal general del Estado muy intensa, como también lo fueron en abundantes actos oficiales las dos semanas anteriores a su contacto estrecho en un almuerzo privado con Florentino Pérez, diagnosticado como positivo en Covid.
Sin embargo, en este periodo de “presunta” cuarentena de actos oficiales, Dolores Delgado llevó a efecto dos actos con la prensa, una entrevista radiofónica en directo el día 3 de febrero por Onda Cero, en el programa de Carlos Alsina, muy polémica en redes sociales pues se la acusó abiertamente de vulneración del confinamiento debido, y ese mismo día también una entrevista en el programa “Cruzar la Línea” de Antena 3, si bien este último programa se pudo haber grabado antes de su contacto estrecho con Florentino Pérez.
La entrevista en directo con la fiscal general del Estado se puede consultar en este enlace, donde se percibe una importante distancia de seguridad entre la entrevistada, con mascarilla, y el entrevistador, así como un tono de voz muy frágil y tembloroso en la fiscal general del Estado, poco habitual en ella, enérgica y asertiva por naturaleza.
A raíz del traslado a la opinión pública de dicho almuerzo, pregunté por ello a la Fiscalía en base a la Ley de Transparencia, y se me trasladaron datos e información de los que extraigo las siguientes conclusiones:
Creo que con todo lo anterior, basado en hechos reales y documentos se puede dar algo de luz sobre una controversia surgida hacia una de las más altas instituciones del Estado en lo que respecta a sus reacciones y comportamientos personales ante un contacto estrecho con una persona diagnosticada con COVID.
Es una época tan dura como la actual, los servidores públicos de primer nivel han de ser ejemplarizantes y escrupulosos en sus funciones y comportamientos tanto públicos como privados.
Creo que tanto la Fiscalía General del Estado como el Ministerio Fiscal deberían disponer de más procedimientos específicos e información propia sobre las situaciones descritas, tanto por su exposición pública y visibilidad mediática como por la relevancia y transcendencia de sus actos en todo el Ordenamiento Jurídico.