La Sala de Gobierno del Tribunal Supremo ha recordado este lunes que el Estado de Derecho, en el que se fundan la Unión Europea y nuestro orden constitucional, exige el absoluto respeto a la división de poderes.
Han resaltado que el ejercicio de la función jurisdiccional se ajusta siempre a la legalidad, a la defensa de la Constitución y a la salvaguardia de los derechos y libertades de todos los ciudadanos, en particular, de la igualdad en la aplicación de la ley.
Por último, han enfatizado en la necesidad de preservar y garantizar la independencia judicial desde todas las instituciones. Ve incompatible con ella la fiscalización o supervisión de la labor jurisdiccional por otros poderes del Estado.
El Alto Tribunal se ha unido así a los comunicados emitidos por las audiencias provinciales, tribunales superiores de justicia, decanos de colegios de abogados y asociaciones de jueces y fiscales.