Jordi Pujol asegura estar «muy tranquilo» de sus 23 años al frente de la Generalitat
El expresidente catalán Jordi Pujol (CiU) ha asegurado hoy que está «muy tranquilo» sobre sus 23 años al frente de la Generalitat, en su comparecencia en la comisión de investigación del fraude fiscal en el Parlamento catalán. Sin embargo, se ha negado a contestar a la mayoría de preguntas que le han formulado los distintas formaciones políticas.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha asegurado durante su breve declaración leída este lunes en el Parlamento catalán que el dinero de la supuesta herencia no declarada de su padre “no procedía de la gestión pública” y que no tiene ni ha tenido “cuentas en el extranjero”.
Pujol ha dicho que no respondería a los grupos, pero ha tomado el micrófono cuando hablaba el republicano Oriol Amorós, quien le ha acusado de tejer supuestos acuerdos de «protección mutua» con las principales fuerzas políticas del Estado, a lo que el expresidente ha respondido defendiendo sus años en el Gobierno catalán.
«Sobre el debate de mis 23 años de gobierno, estoy muy tranquilo», ha subrayado Pujol, en un intento de defender su larga gestión al frente de la Generalitat en un día en el que se le interroga en el Parlament por su fortuna oculta en el extranjero durante casi 30 años.
ERC considera que Pujol debería responder todas las preguntas en la comisión, que no pretende ser un juicio paralelo, sino determinar como ejerció la responsabilidad política, y ha censurado que, en sus 23 años de mandato, «parte de su entorno tuvo una sensación de impunidad».
El diputado del PSC Jordi Terrades ha reprochado hoy al expresidente catalán Jordi Pujol que «haya vuelto a decepcionar al conjunto de catalanes» al no querer responder a la gran mayoría de lass preguntas de los grupos parlamentarios en la comisión de investigación del Parlament sobre el caso Pujol.
Durante su intervención, Terrades ha recordado que Pujol «ha sido una figura política de primer nivel», pero tras su confesión y la comparecencia el pasado septiembre en la Comisión de Asuntos Institucionales, «buena parte de su capital de confianza político se ha esfumado».
El expresidente de la Generalitat ha esquivado preguntas de los grupos en la comisión de investigación del Parlament sobre fraude, evasión fiscal y corrupción, alegando que se basan en «insinuaciones» y remitiéndose a las explicaciones que ya dio en su comunicado, en la Cámara anteriormente, y ante la justicia.
En su intervención inicial, ha avanzado que no iba a responder a las cuestiones formuladas por los diputados porque no tenía nada que añadir a lo que ya había explicado, aunque después sí ha hecho algunos comentarios a las intervenciones de cada grupo.
Pujol ha justificado el hecho de no responder a las preguntas acusando continuamente a los grupos de basarse en insinuaciones y en declaraciones de terceros sin documentar: «Dicen, dicen, dicen…’ Entenderán que a partir de este momento no contestaré a nada porque esto no es serio».
El expresidente –imputado por presunto blanqueo de capitales y fraude fiscal, a diferencia de cuando compareció en septiembre en la cámara– ha considerado un «escándalo» que los diputados se basen en comentarios de terceros, y ha dicho que sus explicaciones deben ser ante la justicia, donde las acusaciones sí deben probarse, ha dicho.
Ha puesto como ejemplo que se le preguntase este lunes por declaraciones de su exjefe de prensa Ramon Pedrós, al que ha acusado de decir falsedades hace una semana en la comisión: «Que fuera mi jefe de prensa no quiere decir que sea un hombre que diga la verdad».
«MENOSPRECIO» AL PARLAMENT
El diputado de ERC en la comisión Oriol Amorós ha resumido la comparecencia de Pujol como un menosprecio al Parlament, mientras que Jordi Terrades (PSC) ha afeado al expresidente que sólo dando la explicaciones que no ha ofrecido podría haber «aclarado dudas» sobre su patrimonio.
Los diputados se han mostrado molestos porque Pujol les ha recriminado que no tienen pruebas y que se aferran al ‘dicen, dicen, dicen’ para acusarle de irregularidades, e Isabel Vallet (CUP) se ha preguntado si detrás de su falta de explicaciones hay un «roban, roban, roban».
«En su mano está deshacer las habladurías. En su mano está que se acabe el ‘dicen, dicen, dicen», ha sentenciado Carlos Carrizosa (C’s), mientras que Marc Vidal (ICV-EUiA) le ha reprochado que con su intervención puede lograr ser ‘trending topic’, pero no desvanecer los interrogantes sobre su patrimonio.
Santi Rodríguez (PP) ha expuesto que si las habladurías tienen recorrido es porque Pujol siempre negó haber tenido dinero en el extranjero y al final admitió tener un patrimonio oculto en Andorra, y la diputada CiU Meritxell Borràs ha lamentado que quien ha «menospreciado» el Parlament ha sido la oposición con su actitud, no el expresidente.
ALGUNAS RESPUESTAS
Pese a su intención inicial de no responder, Pujol sí ha contestado algunas cuestiones, aunque casi siempre para reafirmarse en declaraciones que ya había hecho con anterioridad, negar que el origen del dinero que su padre dejó en el extranjero sea ilícito y para defender su gestión al frente de la Generalitat: «De mis 23 años de gobierno estoy muy tranquilo».
Pujol ha negado en varias ocasiones tener cuentas en Luxemburgo, Suiza ni otros países, y ha asegurado que si fuera así el Estado cuenta con mecanismos suficientes «para buscar debajo de la alfombra donde hay dinero».
Ha insistido también en que los fondos en el extranjero que declaró su familia provienen de un legado que le dejó su padre, Florenci Pujol, y no de fondos públicos, ni de casos de corrupción ni de la venta de acciones de Banca Catalana.
Ha negado también que el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, supiera de la existencia de estos fondos sin declarar en el extranjero, y ha explicado que, tal y como reveló el propio Mas, fue a explicárselo personalmente horas antes de hacer pública su confesión a través de un comunicado.
SE REMITE A SUS HIJOS
La mayoría de diputados le han preguntado por el elevado tren de vida de algunos de sus hijos como síntoma de que hubieran podido existir casos de corrupción, y Pujol ha defendido que no tiene que responder por ellos: «Sobre el dinero que han podido ganar mis hijos, se lo tendrán que pedir a ellos».
Se le ha preguntado específicamente por el Ferrari y otros coches de lujo de su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, y el expresidente se ha escudado en su propio estilo de vida: «Yo tardé 20 años en cambiarme el coche. Ése no es mi estilo». CONFILEGAL/EP.