El fiscal asegura que el copiloto tenía la «intención de destruir el avión»
Según ha informado el fiscal francés Brice Robin a los medios, los investigadores de la colisión del Airbus A230 creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión «con voluntad de destruir el avión» por razones que se desconocen.
El fiscal de Marsella, encargado del caso del accidente del avión de Germanwings, ha indicado que la interpretación de la actuación del copiloto, que se negó a abrir la puerta de la cabina al piloto una vez que salió, indica que tenía la «intención de destruir el avión». Sin embargo, asegura que «nada permite decir que se trate de un atentado terrorista».
El copiloto del avión siniestrado en Los Alpes franceses, Andreas G. Lubitz, accionó de manera deliberada el descenso del avión, impidió al comandante volver a la cabina y estuvo vivo hasta que se estrelló el vuelo de Germanwings, con 150 personas a bordo. Lubitz, alemán de 28 años, llevaba desde septiembre de 2013 en la compañía y tenía 630 horas de vuelo.
El fiscal también ha explicado que en los últimos minutos antes de que el avión chocara contra el suelo se escucha al copiloto «respirar con normalidad», lo que indica que seguía vivo y «a priori» no sufriría ningún problema.
También se ha conocido hoy que la única caja negra recuperada hasta el momento, y que grabó las conversaciones en cabina, revela que uno de los dos pilotos del A320 estaba fuera de la cabina en el momento del accidente y no logró volver a entrar a pesar de que golpeó la puerta con insistencia para hacerse oír, según The New York Times y la agencia de noticias francesa AFP.
El fiscal ha confirmado que dento de la cabina «no se escucha absolutamente nada», al margen de la respiración, «durante los diez últimos minutos». «Había silencio total», ha subrayado.
Por todo ello, el fiscal ha considerado que el copiloto accionó de forma intencionada el descenso del aparato.