Antonio Rubio: «El periodismo de investigación contribuye a hacer una mejor justicia»
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27/3/2015 00:00
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Actualizado: 14/7/2016 12:47
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Antonio Rubio es uno de los grandes periodistas de investigación de nuestro tiempo. Sus trabajos, en Cambio 16, Interviú, El Mundo –donde fue subdirector-, han revelado y denunciado las irregularidades del sistema democrático. Rubio es autor de “Luis de Oteyza, el oficio de investigar”, su último libro. Un hombre que, como él, influyó en su tiempo y contribuyó a que se hiciera una mejor justicia.
GAL, Fondos Reservados, Luis Roldán, Escuchas y papeles del CESID, Caso Zabalza, ETA, Francisco Paesa, 11-M, Gil y saqueo de Marbella, Padre Ellacuría, Operación Sofía, Teodoro Obiang y Monzer Al Kassar, son algunos de los casos, mínimos, en los que Antonio Rubio dejó su impronta. Sus investigaciones provocaron también la dimisión del general Emilio Alonso Manglano y Alberto Sainz, directores del CESID (1994) y CNI (2009).
El doctor Rubio, hoy profesor universitario, preparador de nuevas generaciones de periodistas, no ha abandonado el oficio.
Al contrario, la prueba es su último trabajo, «Luis de Oteyza, el oficio de investigar».
Contrariamente a lo que muchos periodistas piensan, el periodismo de investigación no nació en Estados Unidos a principio de siglo. De forma autónoma, también lo hizo en España. Como una necesidad de denunciar y exponer las corruptelas y corrupciones de las personas que ocupaban el poder.
La tesis doctoral de Antonio Rubio así lo corroboró.
Luis de Oteyza fue uno de aquellos periodistas, pioneros del periodismo de investigación en España, que marcaron la diferencia y que influyeron en su tiempo de forma considerable.
Fue uno de los grandes. Quizá el más grande.
Rubio lo describe como el «Ryszard Kapuściński español», maestro de maestros, voz de la profesión y servidor de la verdad. Un referente obligado que las nuevas -y las antiguas generaciones- están obligadas a conocer y, ¿por qué no?, a estudiar. Porque lo que ocurre en el presente no es más que una reformulación de lo que ha sucedido en el pasado.
«Luis de Oteyza, el oficio de investigar» va a ver la luz de una forma novedosa, mediante mecenazgo-crowdfunding. Es decir, primero se recauda una cantidad para editar el libro y luego se publica.
http://libros.com/crowdfunding/luis-de-oteyza-el-oficio-de-investigar/, desde este enlace se puede leer un capítulo completo, ver al doctor Rubio explicando la importancia del maestro Oteyza y, si se desea, contribuir a que la difusión del libro sea mayor.
Profesor Rubio, es evidente que el periodismo de investigación es una herramienta para llegar a la verdad. ¿Y para hacer justicia?
Indudablemente, el periodismo de investigación ayuda a hacer una mejor justicia. Es un desatascador, el producto informativo que se necesita para denunciar o revelar las irregularidades del sistema, del poder. Son muchos los casos judicales que han comenzado con un «notitia criminis» que, después, ha sido utilizada por la Justicia para abrir una investigación judicial y terminar con una instrucción, juicio y sentencia. Casos como «Saqueo de Marbella», «Fondos reservados», «GAL», «Papeles del CESID»…
La libertad de información, y lo digo con conocimiento de causa, es el oxígeno de la democracia. Sin libertad de información y de expresión cualquier democracia se tornaría en tiranía, en dictadura, porque los poseedores del poder harían de su capa un sayo. La libertad de información, y el periodismo de investigación, son las armas de las que dispone la democracia para hacer frente a la corrupción. Si se sabe, si se documenta, si se publica, se puede juzgar y castigar. Se puede limpiar el sistema, se puede salvar la democracia. Lo repito: una democracia corrupta es la antesala de la tiranía.
Mucha gente piensa que el periodismo de investigación nació en Estados Unidos, por los tiempos del «Watergate», con Bob Woodward y Carl Berstein. ¿Y en España?
En 2006 defendí mi tesis doctoral: “Periodistas españoles en la guerra del Rif (1921-1923): Origen del Periodismo de Investigación en España”. Saber qué y por qué ocurrió el desastre de Annual, con 8.000 muertos, fue el tema fundamental para el que cuatro periodistas españoles comenzaran a trabajar y a informar, como lo hacemos actualmente. Ellos eran Luis de Oteyza, Manuel Aznar Zubiragaray, Víctor Ruíz Albéniz y Rafael López Rienda.
En 1906 el presidente estadounidense Theodore Rooselvet intentó desprestigiar a los periodistas que revelaron irregularidades en su política económica y los llamó “mucrakers” [escarbadores de estiercol]. Y esos periodistas, de investigación, dieron la vuelta a ese calificativo despectivo y le confirieron un valor positivo, de reconocimiento. Se llamaban a sí mismos «muckrakers».
¿Quién fue Luis de Oteyza?
El maestro Luis de Oteyza no es un hombre, un periodista de ayer, es un personaje del presente y está más vivo que nunca. Sus denuncias, sus trabajos, sus reportajes de investigación, su compromiso y su actitud política —militante radical y antimonárquico—, son los de un hombre de hoy.
Si el periodista, director, político, intelectual, embajador, poeta, novelista, aventurero Luis de Oteyza estuviera vivo, veríamos su firma desde Venezuela, en tierras africanas o asiáticas, como enviado especial. Estaría cubriendo los últimos acontecimientos o movimientos del Estado Islámico, denunciando las irregularidades o la falta de libertad de expresión que sufre el país sudamericano. O habría puesto camino a Egipto, navegando por las aguas del Canal de Suez, el Mar Rojo, el Océano Índico, Filipinas y China, hasta llegar al país de los cerezos, como narra en su libro de viajes «De España al Japón (1927)». Y, por último, se encontraría con Antoine Sant-Exupery, autor de «El Principito», en Cabo-Juny, tras culminar su viaje «Al Senegal en avión (1928)».
Y muy posiblemente, a su vuelta de esas andanzas periodísticas, donde denunciaría el colonialismo imperante en todas aquellas tierras, estaría cubriendo las manifestaciones en la Puerta del Sol y levantando algún caso de corrupción de los políticos de aquella época.
No hay que olvidar que él fue el único periodista español que en 1922 fue capaz de atravesar las líneas enemigas y llegar hasta Axdir, cerca de Alhucemas, donde tenía montado su campamento Mohamed Abdelkrim El Jattabi, jefe de los rebeldes rifeños.
¿Por qué es tan importante recuperar su figura ahora?
El libro Luis de Oteyza, el oficio de investigar recupera a un maestro del Periodismo de Investigación, así, con mayúsculas, que marcó un tiempo y un ritmo en el periodismo español. Fue director del diario La Libertad y viajó hasta territorio enemigo para entrevistar al lider rifeño Abdelkrim. ¿Y por qué? Para saber cómo y por qué murieron más de 8.000 soldados españoles en Annual (1921), por el que los mandos militares tuvieron una gran culpa. Aquella derrota provocó una grave crisis política. La corrupción, la ineficacia de los mandos, era parte del telón de fondo, y fueron la causa directa del golpe de Estado y la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que, después, devino en la proclamación de la República.
Los trabajos de Oteyza contribuyeron a informar a la ciudadanía, desvelando lo que se ocultaba, y a crear un estado de opinión que reclamaba limpieza en la cosa pública.
Luis de Oteyza, junto a Manuel Chaves Nogales, es uno dos de los mejores periodistas y escritores del siglo XX. Oteyza, además, fue un aventurero, político y diplomático. Luis de Oteyza es nuestro Ryszard Kapuściński.
Después de recuperar al gran Manuel Chaves Nogales tenemos que recuperar a Oteyza, un periodista intencional por el que ha apostado la joven editorial Libros.com.
El libro Oteyza se va a financiar como crowfunding. ¿Cómo funciona esto? ¿Cualquiera puede participar?
Sí, claro. El sistema crowfunding consiste en que un grupo de mecenas apoyan económicamente el proyecto. Son pequeñas cantidades. Es decir, adelantan el importe del libro a través de la página de la editorial: libros.com o en el enlace citado en la introducción. Ahí pueden encontrar información adicional sobre el maestro Oteyza. Y ánimo a todos los amantes del buen periodismo a apoyar este proyecto y a recuperar a uno de los mejores maestros, a nuestro Kapuscinski. Porque un pueblo con memoria es un pueblo más sabio.
Para todos aquellos que estén interesados en seguir nuestro devenir por twitter, le aconsejo que sigan nuestra cuenta @LaLibertadDiari, el nombre del periódico de Oteyza, La Libertad.
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