Catalá abandona el proyecto del Registro Civil de Gallardón
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha anunciado este viernes que de momento abandona conceder a los registradores de propiedad y mercantiles de la gestión del Registro Civil. La paralización de este proyecto, que debía ponerse en marcha el próximo 15 de julio, supone una rectificación más de la política llevada a cabo por su antecesor en el cargo, Alberto Ruiz-Gallardón.
«El Gobierno no va a tener un proyecto que no sea compartido por el conjunto de los profesionales. Abandonamos la idea de reformar la ley con caracter inmediato hasta tanto no tengamos ese consenso que queremos generar», ha señalado este viernes el ministro de Justicia en unas declaraciones a las puertas del Tribunal Supremo, donde había acudido a un acto de imposición de medallas del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM).
Rafael Catalá también ha confirmado que ha transmitido al decano del Colegio de Registradores de la Propiedad su renuncia al proyecto, motivada –ha dicho– por las «discrepancias» con este colectivo y la «crítica» y «oposición importante» por parte de profesionales, sindicatos y partidos políticos que han expresado su exprresa oposición a lo que consideran una «privatización» encubierta.
«Por eso nos replanteamos el plazo del 15 de julio, nos replanteamos incluso el modelo», ha dicho Catalá que ha anunciado que convocará para la próxima semana a las Comunidades Autónomas, sindicatos y otros representantes del sector de la Justicia «para seguir trabajando en ello».
El ministro ha recordado que en 2011 todos los partidos políticos iniciaron su desjudicialización. Sacarlo del ambito judídico y buscar otro modelo de gestión. Nosotros habíamos planteado que esa reforma consistiera en entregar a los registradores, que son funcionarios públicos, ese servicio. «Pero hemos constatado que existe una oposición, y una crítica importante por parte de los sindicatos y de los partidos políticos», ha explicado.
Tras reiterar la voluntad del Gobierno «para seguir haciendo reformas, pero a través del dialogo y el consenso», el ministro ha incidido en que, al constatar esa falta de consenso, han planteado que no harán «bandera» de la fecha prevista y que esperarán alternativas al modelo, con el «compromiso de mejorar el registro Civil».
«Sería absurdo que el Gobierno se empeñara en llevar a cabo una reforma que no cuente con los apoyos necesarios», ha indicado. El ministro ha criticado, eso sí, la falta de soluciones alternativas a esta propuesta y ha dicho que «a fecha de hoy» nadie le ha ofrecido un proyecto distinto al que hasta hora impulsaba su Ministerio.
El ministro ha insistido en que su deseo es obtener «un servicio público y de calidad» y continuará trabajando para su mejora con la idea que implantar en el menor tiempo posible algunos de los avances pretendidos como, por ejemplo, el registro automático de nacimientos y defunciones por vía telemática desde los hospitales.
Y ha concluido en que su idea es «poder dar un mejor servicio a los ciudadanos».