SEGI, otra vez en el banquillo
La Audiencia Nacional comienza hoy un nuevo juicio contra once acusados de pertenecer a la rama juvenil de ETA, SEGI, que se enfrentan a sendas penas de diez años de cárcel por un delito de pertenencia a organización terrorista, participaron en acciones de ‘kale borroka’ y guardaban en sus domicilios numerosa documentación animando a atacar a inmobiliarias, bancos o emisoras de radio y a
Los acusados son Iker Araguas Jusei, Gorka Sueskun González, Ibai Azkona Domínguez, Mikel Marin Irurozqui, Diego Javier Octavio Matinikorena, Iñaki Marin Marcero, Iker Aristu Etxeberria, Oihan Unai Ataun Rojo, Mikel Beunza Oroz, Irati Mujika Larreta y Mikel Flamarique Arbiol.
En el juicio, que finalizará el próximo 12 de mayo, la Fiscalía no acusa de las acciones de ‘kale borroka’ en las que participaron al ser objeto de otros procedimientos.
El Ministerio Público mantiene en su escrito provisional de acusación que los imputados acometieron diversas actuaciones para «dinamizar» a la organización ilegalizada SEGI. Entre ellas, incendiaron cajeros automáticos desde diciembre de 2007, arrojaron ‘cócteles molotov’ al finalizar una manifestación convocada por el sindicato abertzale LAB el 1 de mayo de 2008, cortaron el tráfico tras una «jornada de lucha» de la organización ilegalizada o pegaron carteles de SEGI en Pamplona.
Entre estas actividades, Ibai Azkona vendió material para obtener fondos en la localidad vizcaína de Durango. Allí, un policía de paisano le compró uno de los 500 CDs con el logotipo ‘Gestoras Pro-Amnistía’ que portaba, indicándole el acusado que si pagaba diez euros podrían hacer llegar un disco a un preso de ETA.
En las investigaciones constan varias intervenciones telefónicas en las que los acusados hablan de sus acciones de ‘kale borroka’. En el local del ‘talde’ de barrio de Iturrama de Pamplona, al que pertenecían siete de los procesados, se encontraron efectos para hacer labores de financiación, propaganda, formación y ‘kale borroka’, mientras que Mujika, Ataun Rojo y Beunza pertenecían al talde de la Milagrosa de Pamplona.
En los registros, los agentes intervinieron múltiple documentación sobre ‘jornadas de luchas’ en las que hacían llamamientos para crear «una tensión inaguantable», atacar a inmobiliarias con ladrillos, tirar panfletos sobre la «problemática de la vivienda», colocar pancartas contra bancos, constructoras o el Tren de Alta Velocidad (TAV) o arrojar piedras y cócteles molotov a la emisora Onda Cero de Pamplona.
«EL ZULO DE ORTEGA LARA ERA MÁS GRANDE QUE ALGUNAS CASAS»
Por otra parte, la Audiencia Nacional juzgará el jueves a Vicente Marco Ibáñez por un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas que habría cometido al ensalzar en la red social Facebook a cinco miembros de los GRAPO, entre ellos el dirigente Manuel Pérez Martínez, ‘Camarada Arenas’, y celebrar el asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. «Gora ETA. Libertad presos políticos, Miguel Ángel Blanco mejor muerto», comentó el 17 de enero de 2014.
El acusado, que guardaba en su domicilio dos libros del rapero Pablo Hasel -condenado a dos años de prisión por enaltecimiento-, pidió en su muro de Facebook la «libertad» de presos de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO), como el ‘Camarada Arenas’, Israel Clemente López, Mónica Refoxos, Concepción González Rodríguez e Isabel Aparicio.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, el 31 de enero de 2014 publicitó una fotografía con una leyenda de la banda terrorista ETA, en la que se podía leer «el zulo de Ortega Lara tenía más metos que donde viven muchísimos españoles». En su vivienda, se localizaron tres cartas que le habían remitido los integrantes de los GRAPO Israel Clemente desde la prisión de Algeciras y Mónica Refoxos desde la cárcel de Jaén. EP.