9.500 euros netos mensuales será el sueldo de Gómez Bermúdez como juez de enlace de España en París

9.500 euros netos mensuales será el sueldo de Gómez Bermúdez como juez de enlace de España en París

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11/5/2015 00:00
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Actualizado: 11/5/2015 00:00
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9.500 euros netos mensuales, más dos pagas anuales por la misma cantidad, es el sueldo que recibirá Salvador Francisco Javier Gómez Bermúdez, de 53 años, como juez de enlace de España en París, nombramiento que realizó el Consejo de Ministros del pasado viernes. Gómez Bermúdez ha estado haciendo un curso intensivo de francés desde principios de año.

El sueldo neto anual final estará en torno a los 133.000 euros anuales, muy por encima del que recibe el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos —129.271 euros brutos anuales—, o la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal —113.838 euros brutos anuales.

Gómez Bermúdez, además, no domina del todo bien el francés, por lo que ha venido haciendo un curso intensivo desde principios de año, para poder hacer frente a las responsabilidades que le están esperando desde París.

Esto ha creado cierta controversia en medios judiciales consultados por Confilegal, que se preguntan si esto es operativo.

Porque su misión requiere tanto o más de la diplomacia personal y del dominio del idioma, que del conocimiento de la ley.

Un juez de enlace es un intermediario entre los jueces españoles y los jueces y fiscales franceses cuya función consiste en sortear el exceso de burocracia existente y acelerar la tramitación del auxilio judicial requerido o de las eurórdenes –anteriormente demandas de extradición-.

Esta figura fue creada en 1996 por al Unión Europea como un instrumento para superar las deficiencias que tenían los mecanismos de cooperación internacional en el espacio europeo en los campos del crimen organizado y del terrorismo. Se produce por designación del Gobierno y no precisa de concurso de méritos alguno. Sólo una antigüedad de cinco años en el oficio, experiencia que le sobra. 

“Se precisa de mucho teléfono, de mucho e-mail, de mucha comunicación interpersonal”, han explicado a este periódico fuentes que conocen bien este campo. “Los franceses son muy chovinistas, si no dominas bien su idioma…”.

Gómez Bermúdez, hasta ahora titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional (AN), sin embargo, tiene mucha suerte.

Porque para cubrirle mientras alcanza el nivel necesario de comunicación interpersonal cuenta en España con una magnífica red de apoyo.

Se trata de Helen Davo, la juez de enlace de Francia (en realidad es fiscal, ya que en ese país la instrucción la llevan los fiscales), que se encarga de agilizar desde Madrid las peticiones de auxilio judicial de España a Francia tanto de los seis jueces centrales de instrucción de la AN como del resto de los jueces y magistrados españoles que precisen de su asistencia.

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“Helen Davo funciona como ‘un tiro’. Es eficaz, es rápida, tiene mucho encanto personal y habla el español tan bien como el francés; está casada con un español”, explican fuentes de la AN que la conocen bien.

Gómez Bermúdez, como Davo en España, tendrá su despacho en el Ministerio de Justicia francés, en París.

Allí recibirá las peticiones de auxilio judicial que le soliciten los jueces españoles, pero también los fiscales franceses.

El hasta ahora titular del Juzgado Central de Instrucción 3 de la AN finalmente consiguió su objetivo, para el que ha contado con la inestimable ayuda de su paisano almeriense, Rafael Hernando, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados.

Su nombramiento se produjo a propuesta del ministro de Justicia, Rafael Catalá, y del titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, como tiene que ser preceptivo.

A Gómez Bermúdez todavía le queda por cerrar el “alarde” que el artículo 317.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial le exige para poder tomar posesión de su nuevo cargo.

El “alarde” es un listado de los asuntos que quedan pendientes en el órgano que se deja. En el mismo tiene que quedar relatado la fecha de iniciación de cada asunto y el estado en que se hallan. Gómez Bermúdez tiene que remitir una copia al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, y dejar otro a la persona que vendrá a sustituirlo. 

El hasta ahora magistrado del Juzgado Central de Instrucción 3 de la AN había sido entre 2004 y 2012 presidente de la Sala de lo Penal de este órgano judicial. Durante ese tiempo, presidió dos juicios que tuvieron relevancia internacional: el juicio del 11-S, el único que se ha celebrado contra implicados en el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, en 2005, y el del 11-M, contra los culpables del atentado de los trenes de Madrid, en 2007. 

En 2012 fue relevado en ese puesto por Fernando Grande-Marlaska, por nombramiento del Consejo General del Poder Judicial, y él ocupó la que había sido la responsabilidad de Grande-Marlaska al frente del Juzgado Central de Instrucción 3.

Durante estos dos años y medio, Gómez Bermúdez no se ha distinguido por llevar numerosos casos de gran relevancia. Sólo el de la CAM y el de los anarquistas terroristas.

“Nada de yihadismo, nada de ETA, nada de importancia en droga y nada de justicia universal. Está claro que Gómez Bermúdez no se encontraba a gusto en su actual destino”, concluyen las fuentes consultadas.

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