EL FUTURO DE ALAYA no está nada claro
Está por ver que la magistrada Mercedes Alaya vaya a conseguir la comisión de servicio de seis meses solicitado en el Instrucción 6. Y si eso sucede, nadie puede asegurarle que vaya a seguir llevando la dirección de las investigaciones.
A la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le corresponde esa decisión. Las probabilidades están, a estas alturas, al 50 por ciento.
Pero todavía no toca decidir si Alaya se queda o se va.
La Permanente tiene que decidir si aprueba, o no, el plan de refuerzo para ese Juzgado que acordó la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el pasado 28 de abril.
El Juzgado de Alaya. El Instrucción 6 de Sevilla, que instruye las macrocausas de los casos Ere, Mercasevilla, Operación Madeja, Formación y ayudas IFA.
Sólo en el primero, el de los ERE, hay 263 imputados.
Esta es la propuesta presentada por el órgano que preside Lorenzo del Río. Consiste en la asignación de dos magistrados en comisión de servicio, con relevación de funciones, a este Juzgado.
A ambos podría sumarse después un juez de Adscripción Territorial, o JAT, como se les conoce en el argot judicial.
El objetivo de ese plan, según el CGPJ, es que los refuerzos colaboren con la nueva titular María de los Ángeles Núñez Bolaños, en la tramitación y resolución de todos los asuntos de los que conoce el Juzgado.
Si la Permanente aprueba el plan –que es lo previsible- el siguiente paso que tiene que dar el TSJA es ofrecer las dos plazas a la carrera judicial.
Uno de los que posiblemente la soliciten será Álvaro Marcos Martín, titular del Juzgado de lo Penal 2 de Sevilla, que ya está haciendo labores de refuerzo en estos momentos. Marcos Martín optó al Juzgado de Alaya pero le fue adjudicado a Núñez Bolaños porque tenía más antigüedad.
Otra puede ser la propia Mercedes Alaya, en consecuencia con su petición al CGPJ de aplazar su incorporación a su nuevo destino, en la Sección 7 de la Audiencia Provincial de Sevilla.
El problema que se plantea en este punto es legal. Porque la prolongación de su estancia en el Juzgado que ha dirigido durante los últimos 27 años, no le asegura en absoluto que vaya a seguir dirigiendo la instrucción de los casos citados.
De acuerdo con el artículo 216 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) cuando llega una nueva titular a un Juzgado es esta la que asume las causas que se están investigando y deja al juez de apoyo “los asuntos de nuevo ingreso o pendientes de señalamiento” de juicio oral.
Y ahí no tiene nada que decir ni el TSJA ni el CGPJ porque es la ley la que rige estos supuestos, de forma muy clara.
Así, Núñez Bolaños pasará a ser “la jefa” y Alaya la de apoyo, una relación que, según fuentes consultadas por Confilegal, no va a ser pacífica. “Tanto Núñez Bolaños como Alaya son mujeres de carácter. ¿Cómo funcionará la química entre ellas? Nadie lo sabe. Puede haber un choque de trenes o todo lo contrario”, explican.
Pero antes de llegar a esta situación, esa misma Comisión Permanente, en una reunión que tiene que tener lugar después de las elecciones autonómicas y municipales, tiene que decantarse a favor de la futura propuesta: aprobar o no aprobar la comisión de servicio de Alaya. Y no hay unanimidad. En absoluto.
Todo puede ocurrir.
A favor de Alaya, en la tesitura de que se aprobara su permanencia de seis meses en el Juzgado 6 de Instrucción, está que conoce los mencionados casos como la palma de su mano. A Núñez Bolaños le costará un tiempo metabolizarlos y llegar a tener el control que tiene de ellos Alaya.
Esto es, precisamente, lo único que podría empujar a la nueva titular a dejar que Alaya continuara llevando la batuta. Esto y el miedo a que pudiera ser denunciada por las partes por el retraso de la instrucción.