NUEVE meses de CÁRCEL por agredir a una YEGUA en CANARIAS
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20/6/2015 00:00
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Actualizado: 31/3/2022 13:40
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Francisco Verde Vega, de 42 años, y Alexei Utrera Ferrera, de 41 años, han sido condenados a 9 meses de prisión por un delito de maltrato animal cometido contra una yegua en Telde, Gran Canaria, a la que agredieron cruelmente de una forma que podrían haberla matado.
El magistrado del Juzgado de lo Penal 6 de las Palmas de Gran Canaria, Nestor Porto, condenó, además, a Verde a seis meses de prisión adicionales por un delito de resistencia en «concurso ideal con dos faltas de lesiones», según dice la sentencia de ese órgano judicial.
El juez consideró probado que ambos, junto a una tercera persona no identificada, el 1 de septiembre de 2013 a la 1:00 de la madrugada penetraron en la una finca propiedad de Juan Verde, en el término municipal de Telde.
Una vez dentro se dirigieron a la finca donde se encontraba la yegua de pura sangre inglesa «Kimera», propiedad de Francisco Morales Florido. Allí comenzaron a golpear al animal con saña con objetos contundentes, «conscientes de la la alta probabilidad de que con su acción le causaran la muerte o lesiones de especial gravedad».
La yegua sufrió múltiples heridas. «Herida punzante en tendón flexor del pide derecho con engrosamiento y fibrosis», «limitación del movimiento y cojera en extremeidad posterior derecha», «erosiones y abrasiones en la zona de la nuca», «desgarro del ligamento que une sacro y pelvis», «lesión definitiva cuya secuela comportará lumbalgia» y paso envarado «con limitación del uso de los posteriores»…
El animal debió sufrir lo indecible ante tanta crueldad. No volverá a ser el mismo.
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Los perjuicios causados a su dueño fueron tasados pericialmente en 3.200 euros.
La agresión terminó cuando intervino una patrulla de agentes, que habían sido llamados por los vecinos antes los ruidos procedentes del lugar.
Uno de los dos agresores, Francisco Verde, en una actitud chulesca, se negó a revelar su identidad y trató de escapar. Cuando estos decidieron detenerlo, se resistió lanzando patadas y golpes. El primero de los agentes fue herido en el antebrazo y en la muñeca, que precisó atención médita y 5 días de curación; el segundo fue alcanzado en el tobillo, produciéndole un esguince, que le tuvieron en el dique seco 10 días.
Según declaró el dueño de la yegua en el juicio, la yegua «estaba masacrada…, los ojos…, las patas…, tenía heridas punzantes…, por ello saqué fotos y presenté la denuncia».
Según Jesús Forga Martel, veterinario, que ejerció de perito forense en el caso, y que analizó al animal, “las lesiones son perfectamente compatibles con un presunto episodio de maltrato ejercido sobre la yegua en forma de politraumatismo severo en distintos puntos de su anatomía. Unos producidos de forma directa, intensa y sostenida. Otros de forma indirecta, característicos de los esfuerzos de huida y retroceso del animal sometido a una situación de tremendo estrés y pavor en su intento instintivo de zafarse, huir y evitar la acción traumática.”
Según el acusado, Francisco Verde, las lesiones de la yegua habían sido producidas por un caballo suyo ocho días antes, cuando «Kimera» se había escapado. Una explicación que el juez consideró que no era «veraz».
El delito que les aplicó a los dos agesores, el de maltrato animal, está contemplado en el artículo 337 del Código Penal: “Al que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales”.
El magistrado condenó a ambos acusados a indemnizar al dueño de la yegua con 3.200 euros y a pagar las costas procesales. Y a Vega, por la agesión a los policías, con 350 euros a uno y con 175 al otro.
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