Rafael Massieu, candidato a presidente del CGAE: «Todos los compañeros deben recibir servicios similares»
Considerado por muchos como el "candidato oficialista", Rafael Massieu deja muy claro que, si gana, no se va a parecer demasiado a Victoria Ortega "porque soy una persona distinta". Su objetivo es imprimir su impronta a la gestión. Foto: Lexelia Abogados.

Rafael Massieu, candidato a presidente del CGAE: «Todos los compañeros deben recibir servicios similares»

|
25/6/2024 01:04
|
Actualizado: 25/6/2024 13:46
|

Es socio director de la firma Lexelia Abogados, decano del Colegio de Abogados de Las Palmas de Gran Canaria y presidente del Consejo Canario de Colegios de Abogados –en el que están representados los colegios de Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma y Lanzarote– Rafael Massieu Curbelo es, también, uno de los cuatro candidatos con serias posibilidades de aspirar a la Presidencia del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

Las elecciones tendrán lugar el próximo viernes, 28 de junio. Tienen derecho a voto los decanos de los 83 colegios de abogados de España. Los que conforman el pleno del CGAE. El voto, como es lógico, es secreto.

Como candidato, se está haciendo todos los kilómetros posibles, visitando a sus compañeros en sus ciudades, tratando de convencerlos de que él es la mejor opción para este cambio en la Presidencia del CGAE provocado por la decisión de Victoria Ortega de no presentarse a la reelección.

Rafael Massieu explica todo en esta entrevista. El por qué se presenta y también el para qué. Lo tiene muy claro.

¿Por qué se hizo usted abogado?

Pues, pues mire, le reconozco que no tuve una vocación temprana. Yo quise seguir la vocación de mi padre, que era ser piloto. De hecho, volaba con él los domingos. Pero resultó que soy daltónico y no pude serlo.

Lo que me puso en el camino hacia la abogacía fue una conversación con un buen amigo. Me dijo que iba a estudiar Derecho junto con una diplomatura de empresariales.

Me pareció una alternativa interesante. Y por ahí empecé. Luego me dije, lo que vaya a ser voy a proponer que me guste. Creo que lo he conseguido sobradamente.

O sea, que se encontró en el camino con la vocación…

Efectivamente. Así fue. Porque no tengo ningún antecedente familiar en la profesión.

¿Y ahora por qué quiere ser presidente del Consejo General del Poder Judicial, teniendo en cuenta que es una actividad que no tiene ninguna remuneración, más allá de las dietas y los viajes, y que es, además, a tiempo completo?

Pues sí. No creo que sea fácil de explicar para que lo puedan entender los demás. Lo cierto es que todo comenzó cuando, hace ya bastantes años, que me invitaron a participar en la Junta de Gobierno en mi Colegio, el de Las Palmas.

Por ahí vas tomando contacto con lo que es la profesión, la abogacía institucional. Siempre tuve en mi interior una cierta inquietud, para ir tratando de mejorar, de aportar sobre lo que ya existe para ir evolucionando.

En el Consejo, la presidenta, Victoria Ortega, me confió el área tecnológica, al que me dediqué con bastante intensidad. Y ahora, en este nuevo escenario creado con su decisión de no continuar, un grupo de compañeros me animaron a presentarme. Porque consideraban que podía ser el candidato adecuado y obtener la mayoría precisa.

De usted se dice que es la candidatura oficialista, el continuador de la labor de Víctoria Ortega, ¿es así?

Respeto profundamente la labor que ha desempeñado Victoria en el Consejo. Pero cada uno de nosotros tenemos nuestra propia personalidad. Yo quiero imprimirle mi sello, mi forma de ser y de actuar.

Lo que le quiero decir es que hay cosas que funcionan bien en el CGAE y que deberían mantenerse, pero también hay muchas cosas que no.  

Tenemos el deber de mejorarlo, de cambiarlo, de transformarlo. Soy una persona muy participativa. Creo en el trabajo en equipo. En mi carrera profesional he trabajado en despachos de cierto tamaño. Siempre en equipo. Creo en que hay dar voz a los compañeros para que participen en la gestión.

Dicho esto, si gano no me voy a parecer demasiado a Victoria porque soy una persona distinta.

El candidato Massieu confía en que salgan adelante los proyectos de Ley de Derecho de Defensa y la nueva Ley de Justicia Gratuita, dos necesidades imperiosas para la abogacía. Foto: Lawyerpress.

¿Por qué el lema “En defensa de la defensa”?

Estamos en un momento clave para conseguir que el Parlamento apruebe la ley del derecho de defensa, por la que llevamos luchando tantísimos años.

Es una ley clave para el CGAE y para los conciudadanos.

Creo que es un tema muy interesante y creo que debe ser la primera vocación de abogacía: el defender a nuestros conciudadanos a través de ese derecho de defensa sacrosanto que establece la Constitución y con el que se cierra su artículo 24.

Precisamente en el Parlamento hay dos proyectos de ley muy importantes. Uno es este, del de derecho de defensa, y el otro es el de asistencia jurídica gratuita. ¿Usted cree que es factible que puedan ver la luz en esta legislatura teniendo en cuenta que el PSOE y el PP están a cara de perro?

Es verdad que existe una polarización evidente, pero creo que en estos dos proyectos de ley no va a haber discrepancias. La dificultad podría venir por otro lado evidente y es la continuidad del propio Gobierno. Porque cada día nos sorprendemos con una cosa diferente. Aunque es cierto que llevamos así mucho tiempo y que han salido adelante.

Soy de la opinión de que los dos grandes partidos se van a poner de acuerdo sobre estas dos leyes, la del Derecho de Defensa y la de Justicia Gratuita, porque son muy necesarias.

«Tenemos que acompañar a los compañeros que están muy preocupados con el tema de su previsión social de futuro. Tenemos ver qué se puede hacer colaborando con la Mutualidad y defendiendo a los compañeros para tratar de mejorar en lo posible con esa pasarela que quieren y con beneficios fiscales que son muy justos»

Si fuera elegido presidente, ¿cuáles serían los tres puntos o asuntos prioritarios que afrontarías en sus 100 primeros días?

Quiero que los compañeros, las consejeras y consejeros puedan participar en definir cuáles son las líneas de actuación.

Si soy elegido, lo primero que quiero hacer es reunirme con todos y cada uno de ellos para intercambiar impresiones y saber con quién puedo contar para que nos ayuden a poder desarrollar nuestra línea de actuación.

Sobre el segundo punto, no le sorprendo si le digo que tenemos asuntos muy urgentes. Y dos que están en la cabeza de todo el mundo y que no podemos eludir.

Uno es la precariedad de la profesión que nos lleva a que tengamos muchos problemas en justicia gratuita. Las asistencias del turno de oficio o no se pagan, o se pagan mal o se pagan tarde.

Y luego tenemos una segunda cuestión. Tenemos que acompañar a los compañeros que están muy preocupados con el tema de su previsión social de futuro. Tenemos ver qué se puede hacer colaborando con la Mutualidad y defendiendo a los compañeros para tratar de mejorar en lo posible con esa pasarela que quieren y con beneficios fiscales que son muy justos. Esto quizá sea lo más importante.

El problema de los mutualistas tiene toda la apariencia de un nudo gordiano. Porque muchos de ellos no han pagado el dinero suficiente para recibir una pensión digna. La cuestión sobre la mesa es quién va a poner ese dinero. ¿Quién va a tener que pagar por eso, el Estado o la Mutualidad?  

Hay una parte que, indudablemente, es de absoluta justicia. Aquellos mutualistas que están en una situación, digamos, económico-patrimonial vulnerable tienen el mismo derecho que los demás al complemento mínimo que existe en el RETA.

Por el hecho de no estar en el RETA, que esto está sufragado con los impuestos de los españoles y no con sus cotizaciones, tiene que ser aplicable, por supuesto, a los mutualistas.

Es cierto lo que dice, que hay un problema de fondo y que hay que encontrarle una solución. Yo entiendo que el Ministerio tiene que atender a un problema social que existe. Y es cierto que el Ministerio creo que tiene la voluntad de hacerlo con el fin de evitar que en el futuro se pueda producir una situación similar.

Rafael Massieu es de la opinión de que hay que encontrarle una solución al problema de los mutualistas. Foto: Tiempo de Canarias.

Una de las reivindicaciones del turno de oficio es que sus miembros cobren lo mismo en todo el territorio nacional. ¿Es esta una reivindicación imposible de cumplir?

No es fácil, y se lo explico. Nosotros lo que pretendemos es, primero, una convergencia hacia los baremos en términos medios que se cobran en la Unión Europea.

Porque España está muy, muy baja. Hemos hecho un comunicado que aprobó el Pleno del Consejo esta semana pasada, precisamente en esta línea. España, en materia penal, es la tercera que peor paga de toda la Unión Europea.  

Todos deberíamos tender hacia esa dirección.

Creo que tendría que haber una homogeneización y que todos los servicios sean retribuidos en todos los territorios.

Por último, pienso que las comisiones de justicia, en materia de justicia gratuita, tienen que tener criterios y funcionamientos similares.

Ahora, igualar los baremos en todo el territorio nacional va a ser difícil porque las competencias, en la mayor parte de la periferia, están transferidas y eso es muy complicado de conseguir.

Recientemente en Confilegal publicamos una noticia en la que la Comisión Europea recordaba al Gobierno la obligación de abonar lo que se les debe a los abogados del turno de oficio en un plazo de 30 días. Si no lo hace genera intereses de demora que, actualmente, están en el 12,5 %. ¿Cree que se puede alcanzar algún tipo de solución estable con el Ministerio para evitar esos retrasos de 3, 4, 5 o más meses en los pagos?  

Sí, claro que lo creo. Es una cosa que tengo expresamente recogida en el programa que he enviado a los compañeros. Uno de mis objetivos es el pago puntual de los baremos del turno.

Lo tengo expresamente recogido en el programa que le envío a los compañeros. Que uno de nuestros objetivos es el pago puntual de los paremos del turno. Hay que establecer un sistema que impida que se produzcan retrasos. Y si los hubiera, que tengan una compensación adecuada. Hay que buscar fórmulas legales para que esto no se vuelva a producir en el futuro, y la única forma es que esté previsto en la norma.

«Uno de nuestros objetivos es el pago puntual de los paremos del turno. Hay que establecer un sistema que impida que se produzcan retrasos. Y si los hubiera, que tengan una compensación adecuada. Hay que buscar fórmulas legales para que esto no se vuelva a producir en el futuro, y la única forma es que esté previsto en la norma»

¿Debería el CGAE aconsejar a los despachos que utilicen Inteligencia Artificial que en sus contratos con los clientes avisen que la están utilizando?

Nosotros tenemos un código deontológico que es del año 2019, en el que se refleja  con bastante precisión la digitalización de la Administración de Justicia y del funcionamiento de los despachos.

Es verdad que tenemos que irnos adaptando en cada momento a todos los cambios que se van produciendo.

En materia de inteligencia artificial, en Europa estamos en vía de tener una regulación absolutamente pionera en el mundo, y creo que esta regulación va a obligar al resto de los países a adaptarse.

Tenemos que estar ahí. Y nuestra obligación, como Consejo General, fundamentalmente es en dos sentidos. Uno, evitar que crezca la brecha digital entre los profesionales de la Abogacía.
No podemos permitir que los abogados de despachos pequeños o unipersonales se queden atrás frente a los grandes despachos.

Y esto tiene que ser por la vía de la democratización de esta tecnología a través de las editoriales jurídicas que ofrecezcan productos y servicios a precios competitivos para todos.

Y por otro lado tenemos que proteger al usuario, que es el justiciable, de la aplicación de estas tecnologías.

Así que nosotros estaremos muy vigilantes en la aplicación de estas nuevas tecnologías, como puede ser la inteligencia artificial en el uso de la abogacía y de nuestros despachos.

La presidenta saliente del CGAE, Victoria Ortega, con los decanos de los cuatro colegios de abogados de Canarias. De izquierda a derecha, Juan Antonio Rodríguez Rodríguez, decano del Colegio de Santa Cruz de la Palma, Rafael Massieu Corbelo, decano del Colegio de Abogados de Las Palmas, José Manuel Niederleytner, decano del Colegio de Santa Cruz de Tenerife, y Carlos E. Viña Romero, decano del Colegio de Lanzarote, en una foto tomada el pasado mes de febrero, cuando Massieu tomó posesión como presidente del Consejo Canario de Colegios de Abogados. Foto: CGAE.

En esta ocasión se han presentado 29 candidatos a estas elecciones a la Presidencia en el que el censo electoral lo conforman los decanos de los 83 Colegios de Abogados existentes. Uno de esos candidatos presentó un recurso impugnando ese sistema de elección y argumentando que deberían votar los 250.000 abogados de toda España. ¿Cuál es su opinión?

Tengo que comentarle, Carlos, que ese recurso ha sido desestimado por la Justicia, que el compañero ha desistido y ha renunciado a su candidatura.

¿Qué ventajas entrañaría para la abogacía, y de forma especial para los colegios medianos y pequeños, que fuera elegido presidente del CGAE? Usted ahora es decano del Colegio de Abogados de Las Palmas de Gran Canaria y presidente del Consejo Canario de Colegios de Abogados.

Para mí esa pregunta es muy oportuna porque estoy transmitiendo la idea de que todos los compañeros deben de recibir servicios similares con independencia del colegio al que pertenezcan. Todos tienen que tener una igualdad de oportunidades.

¿Por qué?  Porque el Consejo tiene que ser la institución de referencia para todos. Incluyendo los colegios que puedan verse amenazados con los cambios legislativos que produzcan.

Defiendo esa opción, sobre la que hago mucho hincapié, por encima de otras candidaturas porque todos somos importantes. No solo los decanos y decanas para que puedan dar su opinión y participar, sino todos los colegios también.

Considero que este es un punto fuerte de mi candidatura. Yo me presento siendo consciente de que el Consejo es muy necesario para los colegios medianos y pequeños. Y al mismo tiempo, quiero aprovechar para decir, porque lo he oído y desafortunadamente no es cierto, que en ningún caso voy yo a pretender que haya una cuota diferente en función del tamaño.

Se va diciendo por ahí que yo pretendo poner una cuota superior a los colegios mayores. No es así, en absoluto.

Creo firmemente que tiene que haber un componente de solidaridad, como ha existido hasta ahora, en el que todos contribuyamos exactamente de forma proporcional al censo que tenemos. Aunque el esfuerzo colectivo es mayor en los colegios grandes es absolutamente imprescindible para los colegios medianos y pequeños poder recibir toda clase de servicios que pueda facilitar el Consejo.

¿Cuántos kilómetros te has hecho en estas elecciones? Porque supongo que habrá tratado de estar en todas partes.

Pues un poco, sí. He estado toda la semana pasada fuera. He visitado Barcelona, Madrid, Albacete, Zaragoza, Lugo… y lo que me queda todavía.

He procurado ir visitando en la medida de las posibilidades, tanto de los compañeros como mías, al mayor número posible de decanas y decanos.

¿Qué piensa su mujer de que se presente?

Tengo la enorme suerte, desde que empecé a trabajar, de que siempre ha respetado todas las decisiones que he tomado. En esto me ha ocurrido igual. De momento, tengo la suerte de que es una mujer muy independiente. Ella también es profesional, y tiene su voluntad, su vida, muy consolidada. Me apoya plenamente, así es que por ahí afortunadamente no tengo conflicto.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Profesionales