Fiscalía responde que las conformidades, (como la de Matas), son una práctica habitual en los procesos penales
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15/9/2016 07:58
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Actualizado: 15/9/2016 08:04
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La Fiscalía General del Estado ha subrayado este miércoles que la existencia de conformidades es una práctica habitual en los procesos penales, justificando así las negociaciones que el Ministerio Público está llevando a cabo con el expresidente del Govern Jaume Matas de cara a lograr futuras ventajas procesales en el marco de las causas en que se encuentra investigado.
Así lo ha puesto de manifiesto en un comunicado en el que asegura, no obstante, que las conversaciones que hayan podido producirse entre Matas y la acusación «se han desarrollado a nivel local sin que se haya dado traslado formal de las mismas para su aprobación ni a la Fiscalía Anticorrupción ni a la Fiscalía General«.
Ello no obsta, añaden desde Anticorrupción, para que, en caso de concluirse algún acuerdo, «actualmente en trámite y una vez estudiados los términos del mismo, se adopte la decisión oportuna». «En tal supuesto, la Fiscalía General del Estado informará en relación a la decisión adoptada», asevera.
Tal y como precisan en su nota, para las causas seguidas en la Fiscalía Anticorrupción existe un protocolo conforme al cual el Fiscal Jefe Anticorrupción debe aprobar las conformidades, con autorización de la Fiscalía General del Estado en los casos de especial trascendencia.
En concreto, Anticorrupción está ultimando un pacto con Matas que afectaría a las piezas del caso Palma Arena que ya han sido instruidas y están pendientes de ir a juicio así como en el caso Son Espases, centrado en los supuestos amaños cometidos durante la construcción del hospital de referencia de Baleares y su conexión con la reforma de la sede del PP nacional en Génova.
Sin embargo, fuentes de la defensa del exmandatario autonómico señalaron a Europa Press que, pese a que las negociaciones con el Ministerio Público se mantienen en pie, por el momento no hay un acuerdo definitivo.
Jaume Matas ya cumplió una condena de 9 meses de prisión por tráfico de influencias, por beneficiar fraudulentamente con dinero público al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany, y también fue condenado a pagar una multa de 9.000 euros por cohecho, por un contrato simulado a su mujer, Maite Areal, como relaciones públicas en el hotel Valparaíso en 2007.
Además, el caso Nóos se enfrenta a peticiones de condena de 5 años por parte de la Fiscalía y la Abogacía de la comunidad autónoma de Baleares y de 11 años por parte de Manos Limpias, por malversación de caudales en concurso con prevaricación y falsedad y otro delito de fraude a la administración.(CONFILEGAL/EP)
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