Ocho de cada diez directivos de banca creen que la recuperación de la crisis durará menos de dos años
Según el informe ‘Impacto del COVID-19 en el sector financiero’,elaborado por el Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas (ODF-Funcas) y Finnovating, se necesitarán dos años para volver al punto precedente de la aparición del COVID-19.

Ocho de cada diez directivos de banca creen que la recuperación de la crisis durará menos de dos años

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20/4/2020 06:35
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Actualizado: 20/4/2020 02:38
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El 80% de los directivos de banca estima que la recuperación de la economía española tras la crisis provocada por el COVID-19 precisará menos de dos años.

Seis de cada diez directivos de banca, asimismo, estiman que los ingresos del sector financiero se reducirán entre el 10% y el 25% por el impacto de la pandemia.

En medio de la cuarentena, los usuarios españoles utilizan más las «apps» de las entidades (43%) que las webs (25%).

En concreto, el 43% cree que la recuperación tendrá lugar entre uno y dos años, el 31% entre seis meses y un año y el 6% considera que la recuperación será en menos de seis meses, según el informe ‘Impacto del COVID-19 en el sector financiero’,elaborado por el Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas (ODF-Funcas) y Finnovating.

El estudio, un adelanto del primer Barómetro de Innovación Financiera correspondiente a 2020 que se publicará en mayo, pone de manifiesto la creciente preocupación por la situación económica española, “observándose un incremento de 15 puntos respecto al semestre anterior, debido a la incertidumbre por el impacto del COVID-19”.

Esta situación de la economía, junto a la rentabilidad y la transformación digital, son los principales desafíos, según los directivos, en este primer semestre de 2020.

Aunque la crisis no tiene una raíz financiera, la caída de la actividad económica y la incertidumbre social motivan que la mayoría de los directivos piense que los ingresos del sector se reducirán entre el 10% y el 25%, si bien es difícil establecer previsiones a medio plazo.

En cuanto a los usuarios, como consecuencia de la cuarentena sufrida por la gran mayoría de la población, muchas de las gestiones bancarias se realizan de forma digital.

Cabe destacar que un 43% de los usuarios españoles prefieren realizar gestiones a través de la app del banco, mientras que el 25% opta por la web.

Las gestiones a través de teléfono y correo electrónico son las menos utilizadas.

En general, el 86,5% de los clientes de banca califica como buena o muy buena la calidad de atención remota de su entidad.

Por último, en el contexto actual es de crucial importancia la posibilidad de poder contratar servicios y productos bancarios de forma digital.

A este respecto, el 57 % de los usuarios españoles consideran que pueden contratar los mismos servicios financieros de forma digital que presencial. El 25 % afirma poder contratar más productos y servicios de forma digital que presencial.

Costará recuperarse

Para Ricardo Plasencia, socio de mercantil y experto en regulación financiera en DLA Piper España, “es complicado hacer una estimación sobre el momento en el que habrá una recuperación económica con la incertidumbre que aún existe respecto a cuándo podrán reanudarse determinadas actividades económicas tanto en España como en otros lugares del mundo”.

A su juicio “si por recuperación económica se entiende crecimiento del PIB, es probable que 2021 tenga un crecimiento del PIB, pero veo difícil que ese crecimiento supere el notable decrecimiento que se espera en el PIB para 2020”.

En su opinión, “es de esperar que, si no hay ningún otro ‘cisne negro’, 2022 sea el año de la vuelta a la normalidad”.

En cuanto a las medidas que pueden poner en marcha las entidades financieras y bancarias ante la reducción de sus ingresos entre el 10 y el 25% como dice el informe, Plasencia cree que éstas deben “profundizar aún más en su digitalización para poder ser más eficientes en el escenario de crisis en el que nos encontramos”.

Ricardo Plasencia es socio de mercantil y experto en regulación financiera en DLA Piper España.

Para este jurista “aunque el proceso de digitalización es ya muy notable, es muy probable que la aceleración en el proceso de digitalización suponga una reducción aún mayor de oficinas bancarias en España”.

En cuanto al fenómeno de la concentración bancaria y si puede seguir creciendo, este jurista considera que “Sí, es previsible, aunque quizás se esperará a la normalización de la situación económica a la hora de afrontar procesos de concentración bancaria”

Desde esta perspectiva cree que “es por ello que quizás en 2021 volvamos a ver integraciones de entidades bancarias de las denominadas “medianas”, así como ventas de determinadas unidades de negocio, gestión de activos, depositaría, servicios de pago, a terceros especializados en dichas áreas”.

Sobre los efectos de esta crisis, Plasencia considera que “ha puesto de manifiesto que la relación presencial no es estrictamente necesaria a la hora de desempeñar determinadas actividades, siempre y cuando las empresas tengan implementados unos desarrollos tecnológicos que permitan la continuidad en el negocio”.

Para este abogado “el sector bancario no es ajeno a esta realidad y la relación entre cliente y entidad bancaria puede ser mantenida con las mismas garantías a través de medios alternativos como las aplicaciones, la web, el teléfono o el correo electrónico”.

Y señala que “tanto las aplicaciones como las webs son los medios preferidos para la operativa más habitual, pero creo que aún sigue siendo necesario complementarlos con los medios más personalizados del teléfono y el correo electrónico, sobre en todo en segmentos como el de banca privada”.

En cuanto a la relación entre la entidad bancaria y sus clientes, y cómo puede evolucionar, este experto en derecho financiero aventura que “es posible que se tienda a una “despersonalización” de la relación en determinados segmentos de banca retail, como consecuencia de este proceso de digitalización. No obstante, en banca privada y de empresas la relación personal debe seguir existiendo, con más motivo en circunstancias como las actuales”.

Respecto a la evolución que pueden tener en este entorno los profesionales de las entidades bancarias, Ricardo Plasencia destaca que “esta crisis también va a servir para conseguir una mayor profesionalización y especialización del personal de las entidades bancarias. Todos aquellos procesos bancarios que no aporten valor añadido serán desempeñados por la tecnología”

En cuanto al personal, “además de que por exigencias regulatorias es necesario que cuente con suficientes conocimientos y experiencia para la comercialización y el asesoramiento de productos bancarios y financieros, veremos un incremento de perfiles tecnológicos en las entidades financieras, así como una mayor externalización en terceros de determinados procesos y servicios non-core”, advierte.

Es una crisis exógena o temporal

Por su parte, Fernando Zunzunegui, abogado especializado en regulación financiera y sectores regulados, indica que “la recuperación económica costará arrancar, pero tras el arranque la economía se recuperará pronto. Estamos ante un parón de la economía por emergencia sanitaria. Es una crisis exógena y temporal”.

A su juicio, “no es una crisis financiera estructural como la que hemos vivido en la última década. Controlado el virus, la economía se recuperará a buen ritmo. Comenzarán los felices años veinte. La recuperación será rápida, impulsada por los países que están sabiendo planificar el reinicio de la economía”.

Para Zunzunegui “lamentablemente el gobierno español carece de estrategia, lo cual nos coloca en el vagón de cola de la recuperación económica. Además del riesgo político, la gran incógnita está en el turismo, pilar del empleo. Es un nuestro punto débil”.

En cuanto a lo que pueden hacer las entidades financieras para mitigar la pérdida de ingresos que se presupone sufran, este experto señala que “la banca es una pieza esencial para la recuperación económica. No debe escatimar sus esfuerzos en la concesión de crédito. Ni siquiera por razones de solvencia. Prima la liquidez a corto plazo”.

A su juicio, “en estos momentos goza del respaldo y de la complicidad de las autoridades monetarias. Con la recuperación económica aumentarán los servicios financieros. Los bancos que hayan aprovechado la crisis para completar su digitalización saldrán reforzados”.

Fernando Zunzunegui, socio director de Zunzunegui Abogados.

Respecto a un incremento de la concentración bancaria en países como el nuestro, Zunzunegui señala que “la crisis está acelerando el proceso de digitalización y de conversión de los bancos en plataformas de aplicaciones. Aquellos bancos que no se haya digitalizado dejarán de ser competitivos. Tendrán que fusionarse o desaparecer. La innovación tecnológica y el cambio de modelo de negocio que conlleva es una cuestión vital, en particular para las pequeñas y medianas entidades”.

Sobre una mayor digitalización de las operaciones bancarias, producto del coronavirus, este experto en derecho y regulación financiera asegura que “la banca se ha digitalizado de golpe. El pago se hace por tarjeta y cada vez es más frecuente el uso de las aplicaciones bancarias del móvil”.

También cree que “las visitas a las sucursales casi se han ilimitado. Se mantienen las visitas que exige la burocracia administrativa. Debería facilitarse la gestión digital de todo el papeleo bancario, incluso la renovación de préstamos hipotecarios”.

En cuanto a la relación entre el banco y sus clientes y cómo va a evolucionar, este jurista considera que “el cliente de sucursal deja paso al cliente de aplicación. Quien contrale las aplicaciones financieras y de pagos del móvil controlará la relación con el cliente. Habrá proveedores no bancarios como los gestores de información de cuentas que saldrán muy reforzados. Fintech ya es una realidad”.

Y en ese escenario el papel de los profesionales que trabajan en dichas entidades bancarias reconoce que “La crisis está acelerando el proceso de reconversión bancaria. El perfil del empleado de banca está evolucionando con rapidez. De ser un comercial de sucursal pasa a ser un asesor y orientador del cliente de productos propios o de terceros. Cada vez se le exige más formación”.

A este respecto, Fernando Zunzunegui señala que ahora “debe conocer el mercado y los servicios que ofrece, pero también debe saber usar la tecnología y comprender los intereses del cliente incluso los no financieros. Surgirán especialistas en finanzas sostenibles. Nuevos asesores de un mundo más precavido”.

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