Propuesta de renuncia del bloque progresista del CGPJ: ¿Calentón de Álvaro Cuesta, maniobra del PSOE o las dos cosas?
Sobre estas líneas el vocal por el PSOE, Álvaro Cuesta, quien ha instado a sus compañeros a dimitir en bloque para forzar la renovación del CGPJ. Foto: EP.

Propuesta de renuncia del bloque progresista del CGPJ: ¿Calentón de Álvaro Cuesta, maniobra del PSOE o las dos cosas?

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23/3/2023 23:07
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Actualizado: 24/3/2023 09:14
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Al vocal progresista del Consejo General del Poder Judicial, el abogado Álvaro Cuesta –exdiputado y expresidente de la Comisión de Justicia de la Cámara Baja–, de 67 años, hoy le entró «un calentón» en la reunión de la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces, de la que forma parte.

O quizá haya sido un «aparente calentón». Ha sido a cuenta de dos informaciones.

Primero, la publicación de que el actual presidente suplente, Rafael Mozo, había venido cobrando, desde noviembre, el sueldo que le corresponde de esa guisa.

Una información que procedía de sus compañeros conservadores, que criticaron que estuviera cobrando por las dos funciones, la de presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, cuando esta última había sido asumida por Francisco Marín Castán, presidente de la Sala de lo Civil del Supremo y vicepresidente en funciones, también, del Alto Tribunal.

A consecuencia de la misma, Mozo renunció a la subida –el sueldo anual del presidente del CGPJ y del Supremo está fijado en 151.000 euros (antigüedad aparte)– en aras a preservar su honorabilidad y la imagen del órgano de gobierno de los jueces.

Y segundo, el conocimiento público de la carta de renuncia de la vocal del CGPJ, Concepción Sáez, letrada de la Administración de Justicia, quien fue elegida, en su momento, a cuenta de Izquierda Unida.

En la mencionada reunión se encontraron, presencialmente Rafael Mozo y sus compañeros Juan Martínez Moya, Juan Manuel Fernández y Álvaro Cuesta. De forma «on line» participaron Nuria Abad, que se encontraba en Dublín, y Pilar Sepúlveda. El séptimo componente, Juan Antonio Ballestero, no pudo estar presente por otras obligaciones profesionales.

En ese marco, Cuesta se mostró muy ofendido por ambos acontecimientos, que afectaban directamente a la reputación del CGPJ. E instó, otra vez, como ya hiciera otras veces en el pasado, a una renuncia en bloque.

Especialmente en el grupo de izquierdas al que pertenece.

Dentro del CGPJ sus compañeros dan por descontada su vinculación con el PSOE, que le colocó en 2013 como vocal en el Consejo después de una carrera de 29 años como diputado en el Congreso de los Diputados.

EL GOBIERNO TIENE INTERÉS

Porque lo que está haciendo beneficia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a apenas tres meses de que España asuma la Presidencia de la Unión Europea.

El «calentón», por lo tanto, tiene un fuerte «tufillo» político. Máxime cuando los dos acontecimientos citados se producen en las horas precedentes a esta reunión de la Comisión Permanente.

En especial la renuncia de Concepción Sáez, filtrada la noche del miércoles; porque la vocal envió a Mozo el pasado 13 de marzo, es decir, 11 días atrás.

Un momento apropiado y en nada inocente.

Horas antes se había publicado la noticia sobre Rafael Mozo.

Y en el interín la renuncia de Carmen Gámez, la directora de la Guardia Civil tras conocerse que su esposo había sido imputado en una caso de corrupción en Andalucía.

Según ha podido saber Confilegal, la intención de Cuesta era forzar, para mañana, viernes, una reunión urgente del grupo progresista para tomar una decisión al respecto: renunciar en bloque. Porque la situación, es desde su punto de vista, insostenible, como dice la LAJ Concepción Saez en su renuncia.

Pero no ha sido posible, por las obligaciones de algunos de ellos.

La operación está clara. Con la salida de Sáez –si Mozo acepta su renuncia–, el Pleno del CGPJ se quedaría con 17 miembros. Y de ese número, precisamente 7 pertenecen a este bloque de izquierdas: Álvaro Cuesta, Enrique Lucas, Clara Martínez de Careaga, Roser Bach, Pilar Sepúlveda, Mar Cabrejas y el propio Rafael Mozo.

El bloque de derechas cuenta con 10 representantes: Vicente Guilarte, José Antonio Ballestero, Gerardo Martínez Tristán, Juan Martínez Moya, Nuria Díaz Abad, Wenceslao Olea, Carmen Llombart, Juan Manuel Fernández, José María Macías y María Ángeles Carmona.

Si la llamada a la rebelión de Cuesta pudiera provocar la renuncia en bloque del grupo dejaría al CGPJ tocado, con 10 miembros, un vocal menos del número mínimo para poder seguir operando, que es de 11.

EL PP SE VERÍA OBLIGADO A NEGOCIAR LA RENOVACIÓN

Al PSOE le vendría de película ese escenario porque supondría la palanca definitiva para forzar al PP a sentarse en la mesa de negociación y elegir, de inmediato, a un nuevo Consejo que sustituya a este, en funciones desde hace 4 años y 3 meses; porque tenía que haberse renovado en diciembre de 2018.

De tener éxito, esta «operación» sería de gran valor para Sánchez de cara a la Unión Europea. El Gobierno podría demostrar que había sido capaz de cortar este auténtico nudo gordiano en lo que se ha convertido el órgano de gobierno de los jueces.

Mañana previsiblemente habrá una reunión en «petit comité» de Rafael Mozo, Álvaro Cuesta y Clara Martínez de Careaga para abordar la propuesta del exdiputado socialista. De la que saldrá la convocatoria de una posible reunión, el lunes, con todos los miembros de esta «sensibilidad».

Falta por ver cuál va a ser la posición de Enrique Lucas, que fue elegido por el PNV, de Roser Bach, Pilar Sepúlveda y Mar Cabrejas. Y, de un modo especial, de Mozo, que el julio próximo tiene que afrontar su jubilación.

En la respuesta final que den cada uno de ellos está la incógnita.

¿Fue sólo un «calentón» de Álvaro Cuesta?

Ni en un lado y en otro de los vocales del CGPJ se lo creen.

Como se suele decir, aquí hay gato encerrado. Un gato muy evidente, para todos.

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