La portavoz de JJpD explica en Confilegal las reivindicaciones de los jueces, y hace balance de los 40 años que ha cumplido su asociación este pasado 28 de mayo.
Ascensión Martín Sánchez (JJpD): «No era el mejor acuerdo, pero nuestra prioridad era mantener el servicio público y evitar una huelga»
|
01/6/2023 00:45
|
Actualizado: 31/5/2023 23:38
|
Ascensión Martín Sánchez, portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) y magistrada de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJMU), analiza en Confilegal el acuerdo salarial alcanzado con los Ministerios de Hacienda y Justicia, y la situación de la Justicia tras el adelanto electoral.
Además, hace balance de los 40 años que ha cumplido JJpD y explica cuál es el reto ahora.
¿Cómo valora el acuerdo?
Estoy de acuerdo con el resto de asociaciones firmantes en que no es el mejor acuerdo, pero era el que se podía obtener en la presente situación económica y social del país.
Que el acuerdo se puede mejorar y pedir más cantidades, sí, pero nuestra prioridad era que se mantuviese activo el servicio público y evitar una huelga.
Por supuesto que no llega a lo que nos detrajeron en 2010, pero desde el punto de vista de Juezas y Jueces para la Democracia, exclusivamente las retribuciones no nos iban a llevar a una huelga.
Después de la huelga de los LAJs y en plena fase de la de los funcionarios de Justicia, nosotros, como servidores públicos y también como poder del Estado, entendíamos que había que priorizar otras materias como el servicio público y que la Administración de Justicia no se paralizase por parte nuestra.
El compromiso fue que iba a haber una mesa de seguimiento para tratar las reivindicaciones de las retribuciones de las guardias, del desarrollo del complemento de carrera profesional, la mejora de la Administración de Justicia o la creación de nuevas unidades judiciales.
Todo lo que redunda en servicio público eran las cuestiones que se iban a establecer en esa mesa de seguimiento, que se iba a mantener para que hubiese un contacto permanente entre el Ministerio de Justicia, el de Hacienda y los jueces y fiscales. Y esto también es un gran avance después de 20 años sin contacto ni subida.
¿Ve peligrar el acuerdo con la firma de la disolución de las Cortes?
No. La ley 50/97, de 27 de noviembre, el título cuarto y en concreto el artículo 21 recoge las funciones que tiene el Gobierno en funciones una vez que se han convocado elecciones generales.
Entre ellas está que no pueden hacer Proyectos de Ley, pero sí Reglamentos y terminar un proceso que ya se ha iniciado. Éste un acuerdo entre varios ministerios y no hay una imposibilidad legal para llevarlo a cabo.
Incluso el Estatuto Orgánico del Empleado Público establece la validez de las posibles negociaciones entre Ministerios y funcionarios públicos, en el artículo 38.10.
«El acuerdo no peligra con la firma de la disolución de las Cortes»
¿La unidad de las asociaciones llegó hasta donde podía llegar, como afirma el portavoz de AJFV?
Siempre se podía haber llegado a mayor unidad.
A nosotros nos hubiese gustado que se hubiese sumado la Asociación Profesional de la Magistratura, con la que mantenemos buenas relaciones, y que hubiésemos contado incluso con la firma de los vocales del Consejo General del Poder Judicial.
Pero hay que respetar los acuerdos y los no acuerdos. Si ellos pensaban que se podían obtener mejores condiciones, hay que respetarlo. A lo mejor el Gobierno que salga de las urnas puede mejorar esas condiciones.
¿Es necesario reducir la carga de trabajo de los jueces?
Por supuesto.
Según una reciente encuesta de la Escuela Judicial, la gente joven lo que más valora es el tiempo libre.
«Es necesario reducir la carga de trabajo de los jueces»
En nuestra profesión, los que llevamos mucho tiempo, hemos tenido poco tiempo libre. No teníamos casi conciliación de la vida laboral y familiar.
Recuerdo que varias veces tuve que llevarme a mi hija los sábados por la mañana a la guardia y en el Registro Civil del Juzgado.
Reducir la carga de trabajo y trabajar en un ambiente cordial -como hacen las grandes empresas con ‘coach’ para que la gente trabaje feliz- sería una buena expectativa para los compañeros que se incorporen a la Carrera Judicial.
Si uno es feliz, va a redundar en la mejora de su trabajo. Reducir la carga de trabajo y trabajar a gusto redunda en la Administración de Justicia.
¿Qué opina de que decaigan las tres leyes de eficiencia de la Justicia -la Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa, la Ley de Eficiencia Procesal y la Ley de Eficiencia Procesal?
Como jurista creo que eran tres leyes buenas, que llevaban mucho trabajo detrás con todos los intervinientes y todos los operadores jurídicos: oyendo a las asociaciones profesionales, a los abogados, a los fiscales, a los profesores de Derecho Procesal…
El Gobierno que salga de las urnas el 23 de julio, sea el que sea, debería retomarlas. Y pensar en el interés público por encima de los intereses partidistas.
La prioridad tiene que ser que la Justicia funcione lo mejor posible, sea rápida, eficaz y próxima al ciudadano, y estas leyes estaban en esa vía.
¿Y cómo acoge la situación del CGPJ?
No podía imaginar que desde 2018 llegáramos a 2023 sin que se renovara. Esto era impensable. Pido su renovación, como llevo haciendo desde hace cuatro años.
La Ley Orgánica del Poder Judicial 6/1985 no estaba preparada, ni siquiera la Constitución, para esta situación, puesto que se confiaba en la buena fe de los políticos.
«Es inasumible jurídicamente que un partido político diga que no quiere renovar el CGPJ, con incumplimiento claro del artículo 122.3 de la Constitución, como hace el PP»
Es inasumible jurídicamente que un partido político diga que no quiere renovar, con incumplimiento claro del artículo 122.3 de la Constitución, como hace el PP.
Lo normal es que renueven y luego se cambie la ley. Es inaudito que mantengan casi de forma vitalicia al Consejo General del Poder Judicial, que lleva desde diciembre de 2018 en funciones.
¿Qué balance hace de estos 40 años de JJpD?
Un balance maravilloso. No concibo mi carrera judicial sin pertenecer a Juezas y Jueces para la Democracia.
No es lo que yo haya dado a ellos, sino lo que ellos me han dado a mí.
¿Desde cuándo lleva en JJpD?
Desde 1988, ya 35 años.
He aprendido mucho de mis grandes compañeros Juan Alberto Belloch; Luciano Varela, que hizo la ley del Jurado; Margarita Robles; Perfecto Andrés Ibáñez, Manuela Carmena y Cándido Conde-Pumpido, entre otros muchos.
Son de tanta altura jurídica que yo me veía muy pequeña cuando les escuchaba, aprendía todos los días de ellos.
«JJpD está creciendo muchísimo en estos últimos años y, además, está asociándose mucha gente joven»
Y había grandísimas discusiones por todo tipo de cuestiones, pero eso era enriquecedor.
En Juezas y Jueces para la Democracia somos muy críticos entre nosotros mismos, y eso supone un enriquecimiento tanto personal como profesional.
No creo que haya muchas asociaciones judiciales donde haya tanta pluralidad y tanta libertad de expresión.
¿Cuántos asociados tiene actualmente?
Sobre 500 asociados y asociadas.
Como somos una asociación de 40 años, la mayoría ya rondamos los 70 y hemos tenido muchas jubilaciones, pero está creciendo muchísimo en estos últimos años y, además, está asociándose mucha gente joven.
está creciendo muchísimo en estos últimos años y, además, está asociándose mucha gente joven.
Es una asociación de gran prestigio.
¿Cuáles son los valores de JJpD?
Ahora es muy fácil decir que defendíamos el servicio público de la Administración de Justicia, la motivación de las sentencias, una Justicia próxima al ciudadano, que el juez fuese una persona afable, garantizar los derechos de los ciudadanos, y una tutela judicial efectiva amable.
Eso ahora está asumido, pero no en 1983, cuando los jueces estábamos imbuidos de un carisma casi residual de auctoritas, de poder del Estado.
Nosotros acercamos la justicia amable al ciudadano.
¿Cuál es el reto ahora de la asociación?
Dirigirnos a la gente joven, a las nuevas promociones de juezas y jueces e ilusionarlas con la Carrera Judicial.
Una vez le dije a Lesmes que su trabajo era ilusionarnos en nuestra profesión y me miraba con ojos de asombro. Se lo dije mucho antes de que se fuese. Le dije que había una brecha entre el CGPJ y la Carrera Judicial y que había que evitarla.
«El reto que tiene el CGPJ es evitar la brecha que hay con la Carrera Judicial»
A las nuevas generaciones hay que ilusionarlas con su trabajo. Se ha de trabajar con ilusión y pensando que nuestro trabajo sirve para solucionar los problemas y los conflictos de los ciudadanos que acuden al juzgado. Y a los ciudadanos hay que tratarlos bien, porque, además, son ellos con sus impuestos quienes nos pagan el sueldo.
Y luego, si el juez tiene algún problema, ha de sentirse arropado por el Consejo General del Poder Judicial.
Ese es el reto que tiene ahora el CGPJ.
Noticias Relacionadas:
