Marchena abordó el impacto de la publicidad mediática en los procesos judiciales, una cuestión que consideró preocupante por su capacidad de banalizar los casos. Foto: El Ideal.
Marchena reflexiona sobre la instrucción, el impacto de la publicidad y el futuro de la justicia digital en el «Foro Ideal»
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09/9/2024 05:33
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Actualizado: 08/9/2024 23:33
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El magistrado Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo, fue el protagonista en el arranque del “Foro Ideal”, organizado por el diario El Ideal Gallego y su editorial La Capital en A Coruña.
Ante un público de unas 300 personas, Marchena ofreció una disertación que abarcó desde la figura del juez instructor en España, hasta los efectos de la publicidad en los procesos judiciales y el futuro de la justicia digital, en una intervención que destacó por su claridad.
El foro, que contó con la presencia de figuras notables del ámbito jurídico y político de Galicia, entre ellos el conselleiro de Presidencia y Justicia, Diego Calvo, y los exalcaldes de A Coruña, Francisco Vázquez y Xulio Ferreiro, brindó un espacio para el debate de algunas de las cuestiones más relevantes para el futuro de la justicia en España.
El rol del juez instructor: una singularidad española
Marchena inició su intervención refiriéndose a la singularidad del sistema judicial español, en el que el juez es quien se encarga de la instrucción de los casos, una figura que no se replica en el resto de Europa, donde esta tarea recae generalmente en la fiscalía.
“España es el único país de Europa en el que investiga el juez”, apuntó Marchena, destacando que esta diferencia no es un mero tecnicismo, sino que afecta directamente a la forma en que se desarrollan los procesos judiciales en el país.
El magistrado recordó que en Inglaterra, hasta 1985, la instrucción recaía en la policía, y mencionó ejemplos internacionales como los tribunales que la ONU instauró en Yugoslavia o Ruanda, donde también fue la fiscalía la encargada de llevar a cabo la investigación.
Esta reflexión se enmarca en el debate sobre quién debe tener el control de las investigaciones judiciales en España, una cuestión que sigue generando controversia.
La publicidad y su influencia en los procesos judiciales
En la segunda parte de su intervención, Marchena abordó el impacto de la publicidad mediática en los procesos judiciales, una cuestión que consideró preocupante por su capacidad de banalizar los casos.
Sin hacer referencias directas a ningún caso concreto, el magistrado comentó que “siempre habrá quien diga ‘yo soy de rebelión’ y otro que diga ‘yo soy de sedición’”, en alusión a las discusiones mediáticas y sociales sobre los delitos tratados en el proceso del “procés” catalán, del cual fue juez.
El magistrado hizo hincapié en cómo los debates públicos sobre los términos y las sentencias generan una percepción sesgada o parcial de los procedimientos judiciales. “
La publicidad no deja de ser una banalización que está haciendo un daño que no sé cómo solucionar”, admitió, dejando abierta la reflexión sobre el reto que supone la transparencia frente a la influencia mediática.
El futuro de la justicia digital
Marchena también dedicó parte de su discurso a una cuestión de plena actualidad: el avance de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito judicial. En un tono reflexivo, comentó la implementación de IA en la fiscalía de un distrito en China, capaz de elaborar escritos de acusación con una precisión del 97 % en una serie de delitos predefinidos.
Esta evolución, según el magistrado, plantea interrogantes sobre el rol de los fiscales en el futuro y el riesgo de que la justicia quede “encadenada a la programación de quien ha diseñado el algoritmo”.
El magistrado se preguntó cómo mantener un poder judicial independiente y libre si las decisiones comienzan a depender de sistemas automatizados, insinuando que la digitalización de la justicia debe avanzar con cautela para no comprometer la libertad y la autonomía de los jueces.
El acto fue introducido por Ignacio Alfredo Picatoste, presidente de la Audiencia Provincial de A Coruña, quien alabó la figura de Marchena tanto en lo profesional como en lo humano.
Durante la intervención, que duró aproximadamente 45 minutos, Marchena no se apoyó en notas ni documentos, salvo una breve cita, lo que dio un tono cercano y ameno a su disertación, combinando el análisis riguroso con anécdotas personales.
Uno de los momentos más distendidos fue cuando el magistrado recordó su conexión personal con Galicia, región donde pasó «la mitad de su luna de miel».
Filtraciones y votaciones judiciales
Tras la exposición, el público tuvo la oportunidad de plantear preguntas, y algunas de ellas se dirigieron a temas candentes como las filtraciones en la Audiencia Nacional relacionadas con la suspensión de penas por delitos fiscales o los resultados de las votaciones en órganos judiciales.
Aunque Marchena abordó las cuestiones con prudencia, quedó claro que la relación entre la justicia y la opinión pública es un tema que sigue generando debate.
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