Opinión | Un paso decisivo

La proposición de ley que permitirá al Congreso comenzar a trabajar en una pasarela voluntaria al RETA para los mutualistas que así lo deseen forma ya parte de la agenda del Parlamento, después de que recibiese ayer un amplio apoyo mayoritario de los grupos políticos en su primera votación en pleno.

Ese respaldo representa un paso decisivo en la resolución de esta situación que tanto preocupa a miles de familias de la abogacía.

Aunque el proceso legislativo para atajar el problema de los mutualistas que recibirán pensiones insuficientes cuando se jubilen está siendo mucho más lento de lo que a todos nos gustaría, es importante destacar que ayer se visualizó en esa votación que el trabajo realizado en los últimos meses ha calado en el arco parlamentario.

Las numerosas acciones llevadas a cabo por las distintas plataformas de mutualistas, por centros académicos, por numerosos Colegios y por el propio Consejo General ha conseguido persuadir a los partidos con representación en el Congreso de la urgente necesidad de regular ese tránsito voluntario desde las mutualidades al RETA.

Establecida ya esa voluntad inequívoca, comienza ahora el no menos complejo proceso de elaboración del texto cuyas concreciones definirán las condiciones de ese tránsito a la Seguridad Social.

En nuestras conversaciones con los diferentes grupos políticos, lo que estamos reclamando a los grupos es que los diputados que vayan a redactar el texto de la Ponencia escuchen a todos los afectados y a todos los implicados y que se ponga el acento en que lo que aquí se quiere solucionar es una cuestión de derechos constitucionales.

EL OBJETIVO DE LOS PARLAMENTARIOS

Es por eso por lo que el objetivo que deben marcarse los parlamentarios es que todos los mutualistas que así lo decidan puedan incorporarse a la Seguridad Social en las mismas condiciones en que se encuentran en su seno los trabajadores autónomos.

Que todos trabajemos con ese mismo objetivo será la mejor forma de que no nos equivoquemos a la hora de establecer esas condiciones que a tantos compañeros quitan el sueño en los últimos meses.

Tampoco podemos obviar que el trámite solventado ayer nos llega en el tramo final de este primer periodo de sesiones del año. Aunque los trabajos pueden comenzar a desarrollarse hoy mismo, debemos ser conscientes de que la definición de la propuesta que pueda conseguir el mayor consenso posible no será inmediata.

A pesar de lo cual, no está de más recordar a los partidos que son varios cientos los compañeros y compañeras que cada mes demoran su jubilación esperando el resultado de este proceso.

Cientos de profesionales que se acumulan a los miles que, en los dos últimos años, han estado estirando su actividad en espera de una opción que hoy parece un poco más cercana.

No debemos acelerar una respuesta si las prisas provocan que el resultado no vaya a satisfacer a todos. Pero no perdamos de vista que la solución no debe demorarse más allá de lo razonable porque son miles las personas cuyo futuro lleva ya muchos meses en un impasse a la espera de lo que finalmente decidan sus señorías.

Si todos nos concertamos en obtener el mejor resultado posible será menos probable que nos equivoquemos.

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