1.089 fallecidos en 2019 en las carreteras -un 7,6 % menos-: ¿Cambio de tendencia o momento circunstancial?

1.089 fallecidos en 2019 en las carreteras -un 7,6 % menos-: ¿Cambio de tendencia o momento circunstancial?

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09/1/2020 00:00
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Actualizado: 09/1/2020 00:00
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El año 2019 ha terminado con 1.098 fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras, 90 menos que en 2018, o lo que es lo mismo, un 7,6% menos. Lo que supone la cifra más baja de la historia desde que se comenzaron a registrar los datos en 1960, según el balance de accidentalidad que dieron a conocer el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro.

Confilegal ha preguntado a distintos juristas expertos en seguridad vial sobre estos datos y si estamos ante un cambio de tendencia, en cuanto a la disminución de fallecidos.

Desde la Asociación de Abogados de Víctimas (ADEVI), su presidente Manuel Temboury también valora este mínimo histórico de 1098 fallecidos el pasado año.

Todo ello a pesar de que levemente han aumentado los desplazamientos, ha aumentado también el parque de vehículos y se ha incrementado el censo de conductores.

Es de destacar que en 2019 no haya existido ni un solo fallecido en accidentes de autocar.

Manuel Temboury, presidente de la Asociación de Abogados de Víctimas.

Al mismo tiempo advierte que disminuyen significativamente los fallecimientos en carreteras convencionales, las más peligrosas, y también el número de fallecidos, el número de accidentes y el número de heridos graves.

A diferencia de otros años, inclusive el año pasado, los fallecidos en el mes agosto han disminuido y hay una mejora respecto a todo el año 2015, año que hasta el momento era el año con menor índice de fallecidos.

De los 1098 fallecidos 800 se han producido en carreteras convencionales y el resto (298) en carreteras de alta capacidad, lo que indica que efectivamente las carreteras convencionales siguen siendo las vías con mayor peligrosidad de todo el territorio nacional, alcanzando el 73 por ciento del total de fallecidos.

En cuanto al tipo de accidente, se mantienen los datos con respecto al año anterior, siendo el mayor porcentaje de fallecidos el relativo a la salida de vía con el 39% de los fallecidos.

La franja de edad con mayor número de fallecidos es la de 45 a 54 años. 

Sin embargo, desde Adevi se quiere llamar  la atención también sobre la necesidad de reducir el número de accidentes leves y sobre todo la mejora de la atención que dichas víctimas deben tener tanto de la administraciones públicas, como de la sanidad, y especialmente del sector asegurador.

Para esta asociación, las propias víctimas son las más desprotegidas a la hora de recibir la asistencia y las indemnizaciones correspondientes, haciendo especial hincapié en la necesidad de que las aseguradoras cumplan las normas para paliar los efectos de los accidentes menos graves.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, durante la presentación de los datos.

MORTALIDAD Y SINIESTRALIDAD SON DIFERENTES

Para Daniel Vosseler, abogado experto en temas de responsabilidad civil y seguridad vial, reconoce que “en primer lugar que todo lo que tenga que ver con la disminución de la cifra de víctimas en accidentes de circulación es acogido con gran alegría y es una muy buena noticia en todos los sentidos”.

A su juicio, “la lectura de las cifras es positiva, pero en cualquier caso es un dato que sigue la tendencia de la última década. Lo primero a destacar es que no es lo mismo mortalidad que siniestralidad, ya que existe una gran tendencia a confundirlos”

Daniel Vosseler, abogado experto en temas de responsabilidad civil y seguridad vial.

Y añade que “en rasgos generales la siniestralidad no sigue las mismas líneas descendentes, aunque los grandes siniestros sí que se han visto disminuidos. No así, en aquellos accidentes donde intervienen motocicletas, que siguen con una tendencia alcista. No hay más que ver la ciudad de Barcelona, donde seguimos con unas cifras de siniestralidad del todo impresentables”.

A su juicio “en esta década  de 2020 tenemos dos grandes desafíos, el móvil y las drogas y alcohol. Vemos como diariamente estas conductas son más reiterativas y nuestro ordenamiento jurídico no acaba de encontrar la formula de erradicar este tipo de conductas. Asimismo, el envejecimiento de la población y las nuevas formas de movilidad, son los nuevos retos a los que se enfrenta nuestra sociedad”.

Para este jurista, «respecto a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) el escenario que nos depara el futuro es una tendencia alcista en su utilización, y por lo tanto mayor necesidad de intervención. Seguro e identificación serían los dos instrumentos adecuados para el control de este tipo de vehículos”

A medio plazo cree que “en cualquier caso, dentro de 5 años pienso que el futuro no está en el tráfico rodado sino en el tráfico aéreo con la entrada de los drones y vehículos autónomos en el sector de los desplazamientos locales”

Este jurista cita “ especialmente en lo que se denominará taxi dron. Esto va a transformar por completo el mundo de los desplazamientos donde la sociedad en general carecerá de vehículos y lo que hará es comprar kilómetros”.

Vosseler considera que en este escenario con más vehículos de todo tipo en nuestras carreteras y vias urbanas “ los drones y los vehículos autónomos serán el gran desafío de esta década. Abriéndose un nuevo escenario para el legislador y para el sector asegurador”.

FRENAR EL USO DEL MÓVIL

Por su parte, Ramón Ledesma, asesor de Pons Seguridad Vial considera que «los cambios en siniestralidad  vial se producen cuando el porcentaje de reducción/aumento es superior al 5 % y el periodo es lo suficientemente extenso para valorar (1 año). En este contexto podemos afirmar que se ha producido un cambio de tendencia en descenso de siniestralidad”.

En cuanto al escenario que nos podemos encontrar dentro de cinco años, Ledesma destaca que “todo depende de las decisiones que se acometan desde el nuevo Gobierno que ahora se va a configura”.

Ledesma señala que “hay dos grandes medidas que adoptar: la pacificación del tráfico urbano a través de la implementación del límite 30 en calles de un solo sentido y carril, y la adopción de medidas respecto al teléfono móvil”.

Ramón Ledesma, asesor de la consultora PONS Seguridad Vial y ex director general de normativa de la DGT.

Junto al endurecimiento de las sanciones, debe comenzar a estar en la agenda de la DGT la implantación del derecho de repetición –quien hace uso del móvil, debe afrontar las consecuencias económicas derivadas de los daños causados–, para empezar a atajar esta epidemia social que es ya la principal causa de siniestralidad vial por distracciones.

Desde Pons Seguridad Vial, dos son los factores que han influido de un modo esencial en este cambio de tendencia, en primer lugar “el retorno de la política de seguridad vial a la Agenda Pública.

La primera decisión para resolver un problema de política pública es «levantar» el problema.

Pere Navarro ha vuelto a recordar que tenemos cerca de 1800 fallecidos anuales y que es preciso tomar decisiones”.

Al mismo tiempo “ se han tomado las primeras decisiones en 6 años y se han obtenido los primeros frutos. El problema principal se centraba en el escenario de la carretera convencional, donde tenía lugar el 80% de los fallecidos”.

Ledesma recuerda que “ Se  ha optado por  «pacificar» estas vías, bajando de 100 a 90 el límite de velocidad, en línea con el resto de países europeos.  Teniendo en cuenta que el factor velocidad es clave, la gestión dirigida de sus límites en la carretera convencional ha tenido un impacto directo en una bajada récord del 9,5%. “.

APOSTAR POR LA EDUCACIÓN VIAL 

Por su parte, Fernando Fanego, abogado experto en temas de RC de Madrid, cree que  “la tendencia existente  es bajista por el histórico pero podría fluctuar  en la medida en apostar por determinadas medidas como el fomento de la educación vial”.

En su opinión es posible que se siga en cifras parecidas en los próximos años.

Se puede entender que “las medidas implementadas por la DGT, entre las que se encuentra la reducción de la velocidad en carreteras secundarias de 100 km/h a 90 km/h que tengan un arcén de 1,5 metros de anchura, o el ya conocido carnet por puntos resultan básicas pero no suficientes”, aclara.

Al mismo tiempo cree que “el  significado del dicho descenso, también tiene que ver con una  verdadera concienciación del conductor a la hora de circular por nuestras carreteras. Tan sólo basta con estudiar el descenso del pasado verano a 220 personas fallecidas, 40 menos en el mismo periodo en el año anterior, llegando a un 9,5% menos respecto 2018 en más de 400 millones de desplazamientos”.

Fernando Fanego Castillo es abogado especializado en Responsabilidad Civil y Seguro de Nexum Legal y miembro del Consejo Asesor del ICAM en ese campo.

Otra cuestión que destaca este jurista es que este descenso progresivo en el número de victimas no se ha producido de manera proporcional.

“La Comunidad de Madrid sigue encabezando la desgraciada lista de más fallecidos que del resto de comunidades, en el que le siguen otras como La Rioja, siendo importante reseñar que el 39% de los siniestros se han producido por salirse de la calzada”.

Sobre la llegada a nuestras vías, especialmente urbanas de  los Vehículos de Movilidad Personal, también llamados monopatines eléctricos cree que el incremento de su circulación y el aumento de siniestros en los que se ven relacionados este tipo de “artefactos”, es materia de debate y de acometer urgentemente”.

Fanego señala que  “todas las empresas concesionarias de la explotación de patinetes o ciclos deberían contar con una póliza de responsabilidad civil lo suficientemente bien articulada, a fin de cubrir y proteger de cualquier siniestro a su conductor o usuario en el que dichos aparatos se vean involucrados”.

Con ello se protegería de  una posible responsabilidad penal  por conducción negligente como subsidiariamente en la responsabilidad civil derivada de los hechos.

 

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