25 años de cárcel, condena final para el asesino del abogado Salvador Andrés Reina
En la foto el vehículo en el que el asesino introdujo el cadáver del abogado Salvador Andrés Reina. A3TV.

25 años de cárcel, condena final para el asesino del abogado Salvador Andrés Reina

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16/1/2016 11:35
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Actualizado: 16/1/2016 11:36
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“El acusado inmovilizó a D. Salvador Andrés Reina, atándole las manos con cinta de celofán que había cogido del despacho de la víctima, lo sacó del vehículos arrastrándolo por el suelo y lo obligó a introducirse en el maletero, donde lo golpeó repetidamente dándole puñetazos. Le pinchó con un arma blanca en la cabeza y la asestó un navajazo letal en el cuello”.

De esta forma tan gráfica describe la sentencia la forma en que el alemán Peter Rudolf Berndl, de 56 años, asesinó en Málaga al abogado, de 55 años, la mañana del 2 de marzo de 2012.

Un acto llevado a cabo con toda la frialdad del mundo.

El asesinato supuso el equivalente a los efectos de una bomba atómica entre los abogados españoles y, específicamente, entre los malagueños, donde Reina prestaba sus servicios.

Berndl fue condenado por la Audiencia Provincial de Málaga, el 19 de febrero de 2015, a 25 años de cárcel por los delitos de asesinato -19 años-, robo con violencia -5 años- y estafa continuada -1 años y 4 meses-, más 202.969 euros de indemnización a la viuda y a sus dos hijos.

El asesinato supuso el equivalente a los efectos de una «bomba atómica» en el ánimo de los abogados malagueños

El asesino recurrió ante el Tribunal Supremo alegando que se había vulnerado el derecho fundamental a la presunción de inocencia y que se había producido un error de hecho en la apreciación de la prueba.

El objetivo del “primer misil” era conseguir que el Alto Tribunal admitiera que, en su caso, se había producido indefensión. Las consecuencias lógicas serían la nulidad de todo el procedimiento, con su puesta en libertad, en el mejor de los casos, o, en el peor, la nulidad del juicio de Málaga y su repetición.

El del segundo se argumentaba que había dos documentos que habían inducido a error al tribunal: el acta de la inspección ocular relativa a la existencia de sangre de la víctima en la acera y el informe de autopsia.

El alemán alegó que la Policía identificó dos manchas de sangre del abogado en la acera, a cinco metros de unas rozaduras del neumático en el bordillo de la acera.

Por lo que respecta a la autopsia, el asesino la puso en tela de juicio.

Pero no coló.

Los magistrados de la Sala Segunda que compusieron el tribunal, Julián Sánchez Melgar, Miguel Colmenero, Alberto Jorge Barreiro, Antonio del Moral y Ana Ferrer, tumbaron todas las alegaciones. Ni hubo vulneración del derecho a la presunción de inocencia ni errores en la apreciación de la prueba.

El juicio fue modélico. Peter Rudolf Berndl asesinó a Salvador Andrés Reina. Punto.

Los hechos quedaron requeteprobados.

LO QUE SUCEDIÓ: LA VERDAD JUDICIAL

El alemán se presentó en torno a las 11 horas en el bufete del abogado, situado en la calle Martínez Maldonado. Quería contratar sus servicios para un tema penal. Berndl y Andrés acordaron mil euros como honorarios.

Como dijo no tener todo el dinero, le pidió que le llevara en coche a un centro comercial de Elviria, en Marbella, donde una tercera persona tenía que darle los 500 euros que le faltaban.

Los dos hombres subieron al Volvo del abogado. Cuando llegaron a esa población, Berndl amenazó a Andrés Salvador con “un ama blanca que portaba, haciéndole parar el coche; se apoderó de la cartera y lo conminó a que le facilitara el número pin de su tarjeta de crédito”.

Después lo inmovilizó y lo metió en el maletero de la manera que se ha contado al comienzo de este artículo.

La muerte, según los médicos forenses, debió producirse por “un combinado de hemorragia, asfixia y shock, pudiendo la víctima haber sobrevivido algún tiempo, estimado como corto, pero difícil de determinar”.

El asesino después condujo el coche del abogado hasta la calle Ramón Alarcón de Málaga, donde lo dejó abandonado.

Poco después utilizó la tarjeta de crédito en el cajero automático de una sucursal bancaria de Caleta de Vélez Málaga, donde extrajo 600 euros.

En la madrugada del día siguiente, en El Morche, en la misma población, sacó otros 600 euros. Una cantidad idéntica a la que trató de extraer seis horas más tarde en Torre del Mar, pero en esa ocasión no pudo porque el cajero se quedó con ella.

En todas esas ocasiones fue grabado por las cámaras de seguridad y se le pudo detener en su casa, en Torrox Costa, donde vivía con su pareja.

En la vivienda la Policía encontró la chaqueta del abogado y 4500 euros.

Berndl estaba reclamado por las autoridades alemanas por estafa, robo cualificado y lesiones.

 

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