El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, aprovechó su discurso de cierre de los XVIII Premios del Observatorio, para dirigirse a la clase política tras la tormenta creada el pasado martes por la portavoz de Junts en el Congreso, quien nombró a varios magistrados y les acusó de prevaricar –sin mencionar el delito–, para hacer un llamamiento reflexivo a la clase política.
«Por favor, rebajen la tensión, déjennos en paz. Tomen ejemplo de los premiados que no responden al odio», ha dicho Guilarte frente al triministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz.
«Además, reafirmamos nuestra neutralidad, a menudo distorsionada. Porque la independencia judicial es bidireccional. No a las injerencias suyas en lo nuestro, pero tampoco las nuestras en lo suyo», señaló.
«Lo menciono porque, sin duda, estos episodios tienen un efecto devastador, al minar la confianza de los ciudadanos en la Justicia. En el caso de las víctimas de violencia de género contribuyen a aumentar la sensación de desprotección. Ningún poder del Estado puede ser cómplice de estas fanfarrias», añadió.
Guilarte hizo referencia al acuerdo suscrito por el PSOE y Junts de crear comisiones parlamentarias para investigar las decisiones que los jueces hayan tomado sobre casos relacionados con el «procés».
«Ningún juez puede ser emplazado en comisión alguna para justificar en una sede extravagante su proceder jurisdiccional. Iniciar esta vía supondría un choque que se adivina brutal entre poderes del estado, lo que afectaría al respeto mutuo. Dicha confrontación, sin duda, perturbaría la atención que el poder judicial debe ofrecer a las víctimas», subrayó.
Terminó haciendo un llamamiento a la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que es necesaria más que nunca.