15 años de cárcel para cada uno de los tres policías de Getafe que mataron a un ciudadano a tiros
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22/4/2015 00:00
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Actualizado: 06/5/2016 15:47
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El tribunal de la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a los agentes de la Policía Local de Getafe, Antonio Miguel González Montero, Óscar Daniel Castro Usón, e Ismael García-Morato, a 15 años de cárcel por un delito de homicidio y otro en grado de tentativa. Los hechos sucedieron el 21 de noviembre de 2011.
«Existió una desproporción absoluta en la actuación policial», dice la sentencia del caso, cuyo tribunal fue presidido por el magistrado Miguel Hidalgo, que, en su pasado, formó parte del Cuerpo Nacional de Policía.
El tribunal descarta en su sentencia la legítima defensa, argumentada por las defensas de los tres policías locales, y recrimina su actuación: «Porque además hubo riesgo de que los disparos pudieran haber alcanzado a algún ciudadano que había en la zona». Y por supuesto, podrían haber acabado con la vida del «secuestrado» en el interior del coche, de haberlo habido.
Todo sucedió en torno a las 11.15 de ese día. Seis agentes de la Policía Local de Getafe, ciudad-dormitorio al sur de Madrid, iniciaron una persecución de un vehículo ocupado por David Prieto Fandiño, de 28 años, y Roberto García Castillo, de 31 años, que se dirigía a Madrid.
Poco antes, la centralita del mencionado cuerpo policial había recibido una llamada de un policía local que estaba fuera de servicio, quien conocía a Prieto y a García. Este fue el que avisó que había visto que llevaban secuestrada a una tercera persona en el Citroën C3 en el que se desplazaban.
Los dos vehículos policiales abandonaron su jurisdicción getafense y se internaron, tras el C3, en la calle Canarias, de Madrid. Cuando llegaron a la altura de Vara del Rey, uno de los coches patrulla se colocó a la izquierda del C3 para cerrarle el paso. A continuación llegaron los otros dos vehículos que participaban en la persecución. Allí les dieron el alto.
Prieto hizo caso omiso de los avisos policiales e inició una maniobra brusca marcha atras, chocando con uno de los coches patrulla.
En el juicio quedó probado la inexistencia del secuestro.
En ese momento, el agente Ismael García Morato dijo haber observado que el copiloto del C3, García giraba su cuerpo hacia la izquierda. Entonces grito «¡Arma de fuego!», e hizo varios disparos con su arma reglamentaria sobre el vehículo, lo mismo que Oscar Daniel Castro y Miguel González Montero.
Prieto Fandiño fue alcanzado por una bala en la cabeza, en la región cervico-occipital, que lo dejó gravemente herido.
Murió al día siguiente, el 22 de noviembre.
Gómez Castillo fue herido también en la cabeza. Parte de su pabellón auricular derecho quedó destrozado, por lo que le han quedado secuelas estéticas y de audición.
En la sentencia condena a los tres policías a que indemnicen conjuntamente a María José Fandiño, madre del fallecido con 108.846 euros, y a Gómez Castillo, con 1.968 por las lesiones y 16.026 por las secuelas, aunque la resolución declara la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Getafe y la directa de la compañía aseguradora.
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