Víctor Bonnin, abogado con trayectoria internacional que ha puesto en marcha VBArbitration.
Victor Bonnin, VBArbitration: “Con propuestas económicas razonables las pymes acudirían más al arbitraje»
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13/12/2016 05:58
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Actualizado: 12/12/2016 21:59
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Vinculado al mundo del arbitraje desde que acabó la carrera de Derecho, Victor Bonnin es un joven abogado que ha volcado su trayectoria profesional hacia este sector. Sus estudios de postgrado en Ginebra y luego trabajo en Suiza le sirvió para conocer esta actividad extrajudicial. Más tarde, se sacaría el título de “solicitor” en Inglaterra y Gales en 2013.
Luego sus experiencias profesionales en Garrigues, donde coincidió con José María Alonso, uno de los fundadores del Club del Arbitraje y Allen &Overy , firma dirigida por Antonio Vázquez Guillen, otro experto en arbitraje, y su estancia en el despacho neoyorkino Skaden Arpas le convencieron definitivamente para crear su proyecto profesional propio VBArbitration en mayo de este año.
No hay muchos abogados con esa trayectoria internacional, ¿Es necesario para un jurista salir fuera y conocer otras realidades?
Para un abogado que quiera dedicarse al derecho internacional no sé si necesario es la palabra, pero si muy positivo y muy recomendable. Hoy en día vivimos en una realidad en la que casi todo se ha internacionalizado, y prueba de ello es que cada vez hay más empresas españolas, no necesariamente grandes, que exportan a cualquier lugar del mundo. Los despachos de abogados no son ajenos a ello, y cada vez demandan perfiles más internacionales para satisfacer las necesidades de los clientes.
Salir fuera te permite aprender y perfeccionar idiomas, vivir otras culturas y darte cuenta de que ante un mismo problema jurídico, los distintos sistemas pueden ofrecer soluciones distintas, con lo que te enfrentas a los casos con una mente mucho más abierta.
¿Qué referencias le han llamado más la atención de este colectivo, a nivel de grandes árbitros o abogados de parte españoles?
El Club Español del Arbitraje cuenta con abogados y árbitros que son todo un referente en el arbitraje doméstico e internacional. Son muchos los que me han impresionado, por lo que sería injusto mencionar solo a unos pocos. Si puedo decir que todos los abogados con los que he trabajado de manera más cercana me han dejado huella y que tengo muy en cuenta en mi proyecto.
De mi paso por Garrigues, de José María Alonso destacaría, entre muchas cosas, su rigor y capacidad de análisis jurídico; y de Carlos de los Santos, su increíble capacidad de trabajo y de formar el mejor equipo posible para cada caso, lo que me dio alguna idea para mi proyecto. De mi paso por Allen & Overy, de Antonio Vázquez-Guillén me impresionó su cercanía con todos los abogados del despacho y su habilidad y exquisitez en el trato con los clientes.
¿Qué es lo más complicado a la hora de poner en marcha una iniciativa de este tipo?
Creo que lo más complicado es generar la confianza para que se te designe como árbitro o un cliente te asigne un caso.
El sector de la abogacía es un sector muy competitivo, y lamentablemente muchas veces las empresas o los despachos a la hora de otorgar su confianza miran más la edad del abogado o árbitro que su experiencia.
Hay toda una generación de abogados jóvenes, en la que me incluyo, que se ha dedicado exclusivamente al arbitraje internacional por lo que lo conocen muy bien y en algunos casos tienen más experiencia en arbitraje que otros compañeros que llevan más años ejerciendo la abogacía pero por las circunstancias que sean no llevan tantos años en el mundo del arbitraje.
¿Cuál es el valor añadido que pretende cubrir VBarbitration? ¿Qué lo diferencia de otras iniciativas ya en marcha?
VBArbitration pretende cubrir un hueco en el mercado que permita a pequeñas y medianas empresas a acudir al arbitraje e incluso a grandes empresas en casos de pequeña y mediana cuantía. Como decías, cada vez hay más pequeñas y medianas empresas que exportan y ven sus contratos sometidos a arbitraje, e incluso grandes empresas también tienes arbitrajes de cuantías muy reducidas.
Cuando surge un problema, los costes de una asistencia legal especializada en arbitraje puede ser muy costosa y desproporcionada frente a las cuantías en juego ya que en España, salvo contadas excepciones, el conocimiento del arbitraje se concentra en los grandes despachos nacionales e internacionales.
Muchas veces las empresas o los despachos a la hora de otorgar su confianza miran más la edad del abogado o árbitro que su experiencia
Como abogado, la manera de operar me permite ofrecer servicios transnacionales a un precio más adecuado, ya que se constituye un equipo específico para cada caso. Por ejemplo, si un cliente se enfrenta a un arbitraje internacional que incluye cuestiones jurídicas de otro país, se buscará un especialista en la materia en ese país, con un perfil similar al nuestro.
¿Cómo convencer a las empresas de que utilicen el arbitraje?
Las empresas critican sobretodo la creciente lentitud, los costes y la falta de un pool de árbitros más extenso.
Considero que no les falta razón, sin embargo, en ocasiones son los propios deseos de los usuarios del arbitraje junto con la libertad que te concede el arbitraje, el que hace que los costes sean altos en relación con el asunto, o que un procedimiento se alargue, por ejemplo si instruyen a sus abogados que tienen que oponerse a todo, aunque la oposición no tenga ninguna posibilidad de prosperar, o utilizando siempre el mismo tipo de despacho sin tener en cuenta el perfil de la controversia.
Yo soy un ferviente defensor del arbitraje. Creo que es un método que permite una disputa la resuelva un tribunal especializado con gran rapidez. Se critica del arbitraje que cada vez es más lento, y creo que es verdad, pero incluso el procedimiento más largo, normalmente será más rápido que la vía judicial si hay que acudir a todas sus instancias.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los arbitrajes que se siguen ante las instituciones de arbitraje españolas más relevantes como la Corte de Arbitraje de Madrid, AEADE, CIMA o la Corte Española de Arbitraje, se resuelven en su mayoría en menos de un año desde que se constituye el tribunal arbitral, lo que sin duda es un gran atractivo.
El problema del arbitraje son sus elevados costes? ¿Usted ha sido innovador y hace propuestas económicas?
Los usuarios suelen quejarse de que el arbitraje es caro y aluden al hecho de que hay que pagar a los árbitros y a las instituciones. No obstante, estos representan entre un 10 y un 15 % de los costes. Así pues este porcentaje extra de coste no me parece muy elevado si tenemos en cuenta que te permite contar con un especialista para resolver la disputa y que la misma se puede resolver de manera más rápida que ante los juzgados.
La mayor parte corresponden a los costes de la representación legal. Los grandes despachos tienen unas infraestructuras que, lógicamente, tienen su repercusión en las propuestas económicas que pueden ser ineficientes en función de la cuantía que se discuta en el arbitraje y crear ese sentimiento de que el arbitraje es caro.
De hecho, algún cliente me ha comentado que a veces no inician un procedimiento arbitral porque la cuantía de la reclamación no vale la pena teniendo en cuenta los honorarios de sus abogados.
En VBArbitration no tenemos esos costes y podemos hacer propuestas económicas adecuadas a las circunstancias particulares del cliente o la cuantía de la controversia. Así pues, estamos ofreciendo a las empresas una nueva alternativa a tener en cuenta a la hora de contratar un despacho para que les represente en un arbitraje.
Nosotros pretendemos ofrecer una nueva alternativa más económica e igualmente experimentada en arbitraje que las empresas puedan considerar, con lo que puede hacer el arbitraje más accesible en particular para las pequeñas y medianas empresas o incluso para grandes empresas para controversias de pequeña y mediana cuantía.
¿Ayudaría a la difusión del arbitraje que los laudos fueran públicos, si las partes no dicen lo contrario?
Efectivamente hay voces que claman la difusión de los laudos, borrando nombres y detalles que puedan identificar el caso o las partes.
Puede que esta transparencia fuera positiva, pero creo que ayudaría mucho más a la difusión del arbitraje que los procedimientos se resolvieran de forma rápida, y sin complicar los procedimientos innecesariamente con peticiones de producción de documentos innecesarios que elevan los costes y que cada vez son más comunes, así como todas las medidas que ya he mencionado, en nombramiento de nuevos perfiles como árbitros, la utilización eficiente de los despachos que ofrece el mercado…
¿Cómo van a convivir juntos arbitraje y mediación en un entorno de ADRS?
Creo que ambos pueden convivir perfectamente. De la misma manera que el arbitraje se ha convertido en una alternativa cada vez más habitual, la mediación también irá ganando terreno como método para resolver controversias y las empresas y particulares recurrirán a la mediación antes de iniciar un procedimiento arbitral o incluso durante el mismo. Incluso los árbitros deberán aprender técnicas para que, sin iniciar un procedimiento formal de mediación, durante el procedimiento arbitral puedan animar a las partes a llegar a un acuerdo.
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