Isidro del Saz, socio director oficina en Madrid y Joan Roca, vicepresidente de la firma Roca Junyent.
Roca Junyent: 20 años innovando como firma de abogados
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28/12/2016 05:57
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Actualizado: 26/10/2018 14:47
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Constituido en 1996, Roca Junyent, celebra este año su veinte aniversario como firma jurídica. El despacho que cuenta actualmente con 258 profesionales, entre socios, abogados y profesionales de apoyo se organiza en diferentes oficinas de Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, Lleida, Girona y Shanghai.
En sus inicios, el despacho se formó con la participación de los continuadores de un prestigioso bufete de Barcelona, Francisco Segura de Luna, cuyos hijos Francisco y Alberto Segura Roda se integran como fundadores de Roca Junyent.
Junto a ellos, otro gran abogado, Mario Miró y sus compañeros, se integran en este equipo fundacional donde también están el Profesor de Derecho Internacional Eduardo Sagarra Trias y el propio Miquel Roca, socio director y presidente de la firma desde hace algunos años. La firma abre despacho en febrero de 1996 en Barcelona y siete meses después en Madrid.
Joan Roca, vicepresidente del despacho, e Isidro del Saz, director de la oficina de Madrid de Roca Junyent, y socio en el área de fiscal, hacen balance de estos primeros veinte años de vida de este bufete de abogados, que casi al mismo tiempo impulsó sus oficinas de Barcelona y Madrid al mismo tiempo.
En la actualidad tiene 54 socios, de los que 38 son de cuota, cuentan con 175 abogados y 18 profesionales no jurídicos.
Para Joan “Nuestro objetivo está logrado cuando se arrancó esta iniciativa, estar entre las cinco primeras firmas del país”, señala.
Y añade que “somos exigentes. La abogacía está en un momento de cambio y tenemos que seguir trabajando e innovando para adaptarnos a las nuevas circunstancias”.
En opinión de Del Saz “ni Joan ni yo somos socios fundadores pero sabemos que la idea era no superar la cifra de cincuenta profesionales, ahora superamos los doscientos cincuenta”.
Tamaño de una firma lo marca el cliente
Sobre este tamaño, ya considerable, el vicepresidente del despacho señala que “el tamaño de la firma no lo buscas te lo marcan los clientes porque hay que dar un excelente servicio. A veces centrarse mucho en la rentabilidad del bufete puede hacer que ese servicio no sea el que busquen los clientes. El objetivo siempre es servir bien al cliente”.
Para el director de la oficina de Madrid “nuestras únicas preocupaciones son la clientela y nuestra gente, a la que queremos dar futuro y una carrera profesional con los años”.
A lo largo de estos años la firma ha alternado fichajes de prestigio como los casos de Pascual Sala, expresidente del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, y del Tribunal de Cuentas, o el catedrático de Derecho del Trabajo, Luis Enrique de la Villa, ambos «of counsel» de la firma. Uno en tema procesal y otro en laboral. Junto con la promoción interna de muchos profesionales.
“Siempre hemos apostado por el crecimiento orgánico y externo de la firma”, indica Roca quien apunta también la llegada de Carlos Blanco y Pablo Fernández como socios para impulsar mercantil y financiero.
De hecho de esos treinta y ocho socios de cuota la firma, quince al menos pertenecen a esa promoción en la firma en los últimos años “Esto corrobora la frase que hemos acuñado en la firma que si bien el despacho tiene veinte años de antigüedad, nuestro conocimiento va mucho más allá porque antes había ya profesionales formándose y ejerciendo en otros lugares hasta llegar a constituir este despacho”, comenta del Saz.
Barcelona y Madrid, mercados diferentes
En esta conversación sale a traslucir las dificultades que existen en mercados como Madrid y Barcelona para firmas de esas ciudades que deseen posicionarse en la otra plaza financiera.
“Son mercados diferentes que hay que saber tratar y posicionarse. Al final se trata de tener profesionales que conozcan bien el mercado y ganen la reputación de sus clientes”, indica Joan Roca.
Sobre los cambios que llegan a la abogacía y que van a modificar bastante la idea de esta profesión, nuestros interlocutores se detienen en algunas cuestiones concretas.
“Hay cambios como los habrá en todos los sectores. Respecto al sector de la abogacía hay que saber que tendrá cambios pero aún no sabemos cuáles son realmente y esto nos da la tranquilidad que nos podemos preparar ante el nuevo escenario”, señala.
Falta un elemento disruptivo en los cambios que llegan a la abogacía
A su juicio falta un elemento disruptivo en la propia abogacía, «como ya existe en sectores como el taxi y turismo en ese nuevo escenario donde los servicios legales se seguirán demandando”, opina el vicepresidente de Roca Junyent.
Roca cree que incluso la robótica, aun por explorar, “puede tener un impacto en la responsabilidad civil respecto a quien va a responder si la máquina falla”.
Ambos juristas son conscientes que la tecnología puede hacer que se modifiquen elementos del día a dia de esa relación con el cliente, tanto a a nivel de estructuración de los servicios como de su archivo.
“En este escenario al que pretendemos adaptarnos los abogados debemos ser proactivos con nuestros clientes”, apuntan.
Para Isidro del Saz “junto a lo que viene, nuestra obligación es buscar nuevas soluciones a los problemas de siempre que preocupan al cliente. Seguimos estando pendientes de la satisfacción al cliente en una vertiente exterior y hacia dentro sobre la atracción y retención del talento. Las cuestiones son las mismas, ahora se trata de buscar nuevas fórmulas para resolverlos. Es el caso de nuestros profesionales, ahora cambia lo que les tienes que ofrecer para retenerles en nuestra organización”.
En este momento Joan Roca habla del concepto salario emocional: “la gente necesita ilusionarse y sentirse protagonista del proyecto. No veo falta de compromiso en la gente joven aunque es posible que vean la profesión de otra forma, comparten su tiempo de trabajo con otras actividades que debemos respetar. Es otra manera de comprometerse”.
Estrategia de expansión progresiva
A nivel internacional, Roca Junyent aún estudia su presencia en Iberoamérica, lugar en el que están la mayor parte de firmas españolas.
En estos momentos estudian una expansión progresiva en este continente vía la modalidad «best friend» con aquellos despachos que puedan darles un servicio excelente, como en el “caso de Méjico donde mantenemos acuerdos con dos despachos locales”, apunta Roca.
Hay que señalar que este bufete fue el primer español en abrir oficina en China en la ciudad de Shangai.
Con posterioridad se ha incorporado a la red de abogados Terralex en el 2006 y seis años más tarde a otra, Broadlaw , formada por despachos europeos independientes donde coincide con firmas como Na barro (Reino Unido), Lefèvre Pelletier & Associés (Francia), GSK Stockmann + Kollegen (Alemania) y Nunziante Magrone (Italia) Se trata de más de 1.000 abogados en 30 ciudades de Europa, Asia, Oriente Medio y África.
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