El catedrático Santiago Romero.
7 años de cárcel para un catedrático de la Hispalense por abusar sexualmente de 3 profesoras
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10/1/2017 05:57
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Actualizado: 09/1/2017 21:41
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El Juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla ha condenado a siete años de cárcel a un catedrático de la Universidad de Sevilla, que en su día fue decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y que en la actualidad sigue ejerciendo y dando clases, por abusar sexualmente de tres profesoras entre los años 2006 y 2010.
Sin embargo, las tres denunciantes tuvieron que dejar sus puestos por la actitud del catedrático Santiago Romero.
El profesor ha sido condenado por tres delitos de abusos sexuales y uno de lesiones, que se habrían cometido entre el 2006 y el 2010.
Asimismo, el Juzgado ha condenado al catedrático a pagar una indemnización total de 110.000 euros a las tres víctimas –30.000 euros a dos de ellas y 50.000 euros a la profesora que además ha sufrido las lesiones psicológicas– y ha declarado responsable civil subsidiaria a la Universidad de Sevilla.
El Juzgado, cabe destacarlo, ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas por el retraso «indebido» del procedimiento, ya que hay que tener en cuenta que los hechos ocurrieron entre los años 2006 y 2010 y el juicio, finalmente, no se celebró hasta el pasado año 2016.
La condena, dictada por un juzgado de lo penal y que es recurrible ante la Audiencia de Sevilla, recoge que los abusos sexuales se cometieron en el marco de las relaciones laborales como profesoras de la Universidad.
LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA, RESPONSABLE CIVIL SUBSIDIARIO
El fallo judicial precisa que la Universidad de Sevilla es responsable civil subsidiario porque los abusos fueron dentro de la actividad de la institución docente.
Una de las denunciantes ha recordado que este proceso ha sido «muy duro», y ha agregado que su preocupación es poder ejercer como profesora sin el riesgo de coincidir con el condenado así como evitar que le ocurra lo mismo a otras profesoras y alumnas.
El acusado, según la denuncia, amenazaba a las víctimas con perder el puesto, les impedía leer sus tesis o apuntarse a los grupos de investigación o les exigía aparecer como coautor de lo que ellas publicaban.
La Universidad de Sevilla recibió una denuncia de las tres víctimas y, seguidamente, puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía. (CONFILEGAL/EP)
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