Luis de Carlos, de Uría Menéndez: «El mejor marketing del despacho ha sido hacer bien nuestro trabajo»

Luis de Carlos, de Uría Menéndez: «El mejor marketing del despacho ha sido hacer bien nuestro trabajo»

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27/2/2017 05:59
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Actualizado: 26/10/2018 11:30
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Parafraseando a aquel tango de Carlos Gardel, “Volver”, “Setenta años no es nada “en la trayectoria de una firma como Uría Menéndez, uno de los despachos punteros de nuestra abogacía de los negocios. En esta semana concluyen sus actos que han conmemorado ese cumpleaños. Luis de Carlos, socio director de la firma, ha sido testigo directo de estos cambios que cuenta a CONFILEGAL en esta entrevista.

El bufete fundado en 1946 por Rodrigo Uría González se ha ido adaptado a los nuevos tiempos hasta convertirse en una firma internacional. En 1973 Rodrigo Uría Meruéndano  y Aurelio Menéndez continuaron la expansión del despacho.

De Carlos, abogado formado en Derecho y Economía por ICADE, ingresó en la firma en 1983, recién concluido esos estudios. Pronto se especializó en derecho financiero y bancario en su desarrollo profesional. En 1991 es nombrado socio y dos años después se marcha a dirigir la oficina de Barcelona hasta 1995. A su regreso la firma ya es una referencia para inversores nacionales y extranjeros. En el 2005, cuando Uría Menéndez cambia de sede es elegido socio director del despacho, responsabilidad que comparte con José María Segovia hasta que este en 2011 asume la presidencia y De Carlos permanece como socio director único.

El despacho tiene abiertas diecisiete oficinas en trece países diferentes.  La firma al igual que la economía española se internacionaliza tras la entrada de España en la Unión Europea.  Se sitúa en lugares estratégicos como Londres, Bruselas, Nueva York, Lisboa, Beijing. Pero su gran proyecto ha sido impulsar una firma regional en la Alianza del Pacífico,  PPU  (Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uría) ubicado en Chile, Colombia y Perú del que el bufete español es accionista importante.  Hablamos con Luis de Carlos de la expansión del despacho y de cómo ha evolucionado la profesión de abogado. “No somos funcionarios, somos profesionales liberales al servicio de nuestros clientes”, comenta.

Nadie duda del peso específico de Uría Menéndez como despacho internacional ¿Qué exigencias le reclama al abogado trabajar en este tipo de entorno?

El despacho en estos setenta años ha evolucionado mucho. Pese a nuestra efeméride he comentado en varias ocasiones que la firma es más joven, diversa e internacional que nunca. La edad media de los abogados del bufete es de 33 años. El número de abogadas es del 40 por ciento respecto al total y más internacional porque tenemos oficinas en 11 países y abogados de veinte nacionalidades distintas.

No somos funcionarios, somos profesionales liberales al servicio de nuestros clientes

¿Cómo se consigue que este equipo multicultural funcione en la práctica?

Primero porque realmente es un gran equipo. Es una idea que ha estado presente a lo largo de los últimos años como filosofía del bufete.  Siempre ha sido más importante el equipo que las individualidades. Nuestra preocupación fue formar a la gente en los valores del despacho y generar ese espíritu de equipo.

Otro dato que llama la atención es la escasa rotación de profesionales en el despacho respecto de otros competidores…

Se trata sobre todo que nuestros abogados estén contentos y satisfechos y vean que en la firma tienen una proyección profesional importante. Esa cultura gremial de maestro, oficial y aprendiz que se viene aplicando desde hace muchos años es otra de las señas de identidad.

Muchos profesionales han hecho su carrera en esta casa y le debemos mucho a esta organización.  En mi caso me incorporé a la firma en 1983, luego me hicieron socio en 1991, dirigí la oficina de Barcelona en 1993-5 y en el 2005, cuando nos mudamos a estas instalaciones me hicieron socio director del despacho.

Luis de Carlos, socio de Uría Menéndez desde 1991.

Desde fuera, se observa que Uría Menéndez tiene una forma de ver la abogacía muy específica, que han apostado por ella en estos años…

Nuestra manera de ver la abogacía está muy relacionada con la discreción. No nos gusta estar en un primer plano. Nuestro trabajo está basado en la confianza con nuestro cliente y no nos hace falta ponernos medallas ante la opinión pública de que hacemos o quiénes son nuestros clientes.

Esta filosofía de trabajo no ha sido incompatible con tener una presencia importante en la sociedad como despacho. En la sociedad civil somos activos tanto en el apoyo al mundo académico como desde Fundación Profesor Uría, nuestra entidad propia que apoya distintas causas que creemos son de interés. Sin embargo no nos gusta hacer marketing de estas cuestiones.

El despacho se ha decantado más por un marketing presencial que por trabajar a nivel digital su posicionamiento…

Es posible que así sea. Tenga en cuenta que nosotros trabajamos con empresas, instituciones y entidades muy concretas. No somos un despacho minorista y siempre enfocamos esa relación profesional desde el entorno personal. Nunca hemos necesitado de autobuses o vallas para dar a conocer lo que hacemos.

Al mismo tiempo tenemos muy buena relación con despachos de todo el mundo. Eso lo que genera es que por ambas partes nos intercambiemos clientes. Al mismo tiempo muchas de nuestras oficinas internacionales ayudan al desarrollo de negocio del despacho.

El mejor marketing a día de hoy para nosotros es el trabajo bien hecho. Un cliente satisfecho puede repetir con nosotros y recomendarnos a otras firmas.

Pese a ello, Uría Menéndez sí ha hecho un esfuerzo importante en el área tecnológica para dar ese servicio excelente que sus clientes valoran mucho…

El despacho siempre ha invertido mucho en tecnología y creemos que estamos a la vanguardia de diferentes herramientas tecnológicas. La profesión de abogado desde que yo empecé en ella ha avanzado mucho gracias a la  tecnología.

Nosotros tenemos un Plan Estratégico de Sistemas desde el cual pretendemos responder a los desafíos tecnológicos que llegan. Trabajamos desde tres pilares básicos; uno la movilidad y conectividad respaldado en plataformas que ayudan a que nuestros abogados trabajen desde cualquier lugar del mundo las 24h del año.

Otro segundo pilar es la seguridad informática, es evidente que tras incidentes como aquel de los Papeles de Panamá, los despachos tenemos que hacer un esfuerzo de proteger nuestra información y sistemas.  Y el tercero tiene que ver con la inteligencia artificial para estar lo más al día posible en estos desarrollos.

Nosotros tenemos un Plan Estratégico de Sistemas desde el cual pretendemos responder a los desafíos tecnológicos desde la conectividad, seguridad informática y el desarrollo de inteligencia artificial

¿Cómo va a afectar estos cambios al despacho, realmente?

Hablar de tecnología aplicada al despacho es hacerlo de riesgo y oportunidades siempre. Estamos convencidos que ayudarán a mejorar la productividad de nuestros profesionales. Sobre el riesgo sería hablar de comoditización y del robotlawyer que podría sustituir al trabajo humano.

Sin embargo, yo no creo en eso y más en un despacho como el nuestro cuyo valor añadido es evidente. Es posible que se puedan sustituir tareas rutinarias. Siempre será necesario un abogado que sepa negociar una transacción que sepa diseñar una buena estrategia procesal y defenderla en un juicio.

Hablar de oportunidad es hacerlo desde el uso de la tecnología que ayudará a hacer las cosas de manera más eficiente. Si tienes más tiempo, podrás dedicarlo a otras tareas o a tu propia vida personal y familiar.

Por lo que usted comenta, no parece claro que a medio plazo veamos robots trabajando con los abogados de Uría Menéndez…

Predecir el futuro es muy complicado. Nosotros iremos incorporando lo que la tecnología en cada momento vaya facilitando. Hoy por hoy lo veo lejano.

La profesión de abogado, señor De Carlos da síntomas de cambio y se advierten que los esquemas tradicionales se cuestionan. Muchos abogados ya no quieren trabajar todo el día…

Esta profesión hay que entenderla como es. Es una profesión de servicios donde tu no controlas tu agenda porque te viene marcada por los propios clientes y sus asuntos. Y eso tienes que asumirlo. Si no lo entiendes mejor que te dediques a otra cosa.

Esto ha sido así y lo seguirá siendo siempre. No somos funcionarios  y si profesionales liberales al servicio de nuestros clientes y sus necesidades. Se lo comento mucho a nuestros jóvenes profesionales que trabajar en la abogacía y en una firma como ésta requiere un plus de exigencia.

Entonces, ¿Cómo compaginan su vida profesional con la personal?

Desde esta perspectiva que le comentado intentamos integrar nuestra vida personal con la profesional. Prefiero el término integración a conciliación, éste puede dibujar dos realidades diferentes cuando no lo son del ser humano. No son compartimentos estancos y hay que ver a lo largo del día como integramos ambas realidades, la personal con el trabajo diario.

Esto lo hacemos con dos herramientas; el uso de la flexibilidad organizativa frente a la cultura presencial y el uso de la tecnología como apoyo a esta forma de trabajar. Disponemos de Planes de Teletrabajo y de reducción de jornada que ayudan a que nuestros abogados hagan su trabajo.

Luis de Carlos asegura que «La crisis ha demostrado que la abogacía es un sector resistente a sus efecto».

En este entorno de cambio, ¿De qué forma han abordado la cuestión de ser socio en el despacho? ¿Hay alguna restricción al respecto en estos momentos?

Nuestro despacho siempre apostó por la promoción profesional de sus abogados desde planes de carrera a la medida. La gran mayoría de los socios lo son de promoción orgánica.  Desde el año 2008 hemos nombrado 58 socios, de ese total 51 son de carrera. Creo que incorporar siete socios al año no es un número menor.

No tenemos números clausus sobre esta cuestión. Esta es una sociedad abierta. Siempre hemos hecho socios y los seguiremos haciendo en los próximos años.

Otro elemento importante en este nuevo escenario es la internacionalización. Uría Menéndez ha innovado mucho al formar parte de PPU, despacho regional líder en América Latina en estos momentos…

Desde hace ya muchos años tuvimos claro que la internacionalización era un paso importante para el despacho.  Hemos recibido a muchos clientes e inversores multinacionales y acompañado a otros fuera de nuestras fronteras. Tenemos oficinas propias en Londres, Bruselas, Nueva York, Beijing y Sao Paulo, focos financieros por excelencia y otras con bestfriends en otras ciudades.

Junto a ello está como usted decía nuestro gran proyecto en América Latina PPU  Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uría ubicado en Chile, Colombia y Perú. Ya es una de las firmas mayores de América Latina con 400 abogados y tres países. También fue premio Chambers Latino este pasado año.

¿Dónde el límite de PPU en los próximos años?

El siguiente paso que daremos tiene que ver con Méjico. No olvide que su ámbito de actuación está centrado en los países del Pacífico. Empezamos con Chile y Colombia y se incorporaron dos firmas peruanas el año pasado. Nuestro deseo sería que Méjico se incorporase en los próximos años.

Con eso quedaría consolidado el proyecto de PPU en términos territoriales. Al mismo tiempo la firma se consolidaría de manera interna, tanto a nivel de sistemas como a nivel organizativo y de metodología.

¿Hay ya una fecha de integración de Uría Menéndez, accionista importante de PPU en el mismo?

No, no la hay aún. Cuando hayamos terminado la integración con Méjico habremos dado un gran paso. Luego tendrá que haber un proceso de consolidación interna de PPU y a partir de ese momento valoraremos entre unos y otros acudir a una integración total del despacho. No obstante le diré que la relación es muy estrecha y da la sensación que funcionamos como una única firma.

Usted como experto en derecho financiero y mercado de capitales, ¿Cómo ve los últimos acontecimientos del Brexit? ¿Será Madrid una de las plazas financieras que sucedan a Londres a medio plazo?

Este mes de marzo se formalizará la salida pero aún este proceso durará dos años de negociación con las autoridades europeas para ver cuál es el resultado final. Todavía es un escenario abierto e incierto. Dudo que se cree un centro alternativo a Londres y se traslade íntegramente a otra ciudad puntera europea. Eso no va a pasar.

Londres mantendrá una parte de su actividad y servicios financieros. Y habrá otra parte que se traslade a diferentes ciudades. Eso generará una Europa más diversificada en un primer momento.  Frankfurt es la sede del Banco Central Europeo. No obstante confío que parte de ese negocio llegue a Madrid.

Y sobre la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EEUU. ¿Qué efectos puede generar este mandato que acaba de iniciar?

Hay expertos que hablan de desregulación y que algunas normas ya aprobadas se van a repensar y anular. Hay que ver realmente que pasará en los próximos meses y su evolución.

En nuestro caso, nosotros vivimos más de la actividad económica y de las empresas de que exista más o menos regulación en los EEUU. Si hay crecimiento económico e inversión normalmente el despacho tiene más trabajo.  Y si no lo hay, la actividad sufre.

Por último ¿Qué previsiones hay de negocio para Uría Menéndez este año 2017 que acaba de arrancar?

El año ha empezado bien. Los cuatro últimos ejercicios fueron buenos. El 2015 tuvimos unos grandes resultados al igual que el 2016. Hay mucho trabajo, más incluso del que teníamos por esas fechas el año pasado.

El mercado nacional de la abogacía ha resistido bien la crisis. Este es un entorno abierto donde coexisten firmas nacionales e  internacionales con despachos más pequeños. La crisis ha demostrado que la abogacía es un sector resistente a sus efectos. No espero grandes cambios en este mercado maduro salvo pequeñas fusiones o cambios de socios de una firma a otra.

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