En la foto Jorge Martínez, presidente del Instituto Lectura fácil, Cristina Carretero, profesora de Icade y Luis Lanne-Lenne Ortega, también del citado Instituto de Lectura Fácil en esta jornada donde se reivindica el derecho a comprender.
FEMP y el Instituto de Lectura Fácil recomiendan que los municipios simplifiquen su lenguaje
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05/3/2017 05:58
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Actualizado: 04/3/2017 21:00
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La Comisión de Movilidad y Accesibilidad de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Instituto Lectura Fácil, celebraron hace unos días en Madrid una jornada para analizar las posibilidades que ofrece la accesibilidad cognitiva, el derecho a entender la información que nos rodea. Representantes y expertos de esta práctica insistieron en la necesidad de simplificar los mensajes que llegan al ciudadano.
Durante la jornada se pudieron conocer las diferentes iniciativas que lleva a cabo el Instituto Lectura Fácil en materia de Defensa de derechos. El Instituto Lectura Fácil apuesta firmemente por la investigación en estas materias y la mejora legislativa que garantice el derecho que tenemos todas las personas para comprender la información que nos rodea. están implantando medidas que garantizan la accesibilidad cognitiva en sus actuaciones.
Participaron como ponentes los representantes de la Guardia Civil, de Activa Mutua, entidad de prevención de accidentes de la Seguridad Social y de EAPN (red española de organizaciones contra la exclusión social y la pobreza). Todos los intervinientes pudieron explicar cómo se están incorporando, en sus respectivas organizaciones, la lectura fácil, el lenguaje claro y, otras muchas medidas de eliminación de barreras cognitivas.
En su turno de palabra, la profesora de la Universidad Pontificia Comillas Cristina Carretero, representante además de la red Clarity en España y coordinadora en dicha universidad del Grupo de Investigación de Derecho y Lenguaje, desde sus inicios, tuvo oportunidad de hablar sobre la importancia del lenguaje jurídico claro en las comunicaciones que los municipios efectúan a la ciudadanía. El objetivo es garantizar que esas comunicaciones sean comprensibles por parte de quien las recibe.
En este encuentro se llegaron a diferentes conclusiones. La primera de ellas, es que que todas las personas nos encontramos cada día con información NO ACCESIBLE (instrucciones de un electrodoméstico, letra pequeña de una hipoteca o de un seguro de hogar, prospecto de un medicamento, condiciones de uso de cualquier aplicación de nuestro móvil, ordenanza municipal, etc.
Desde esta perspectiva, hablar de accesibilidad cognitiva es sinónimo de “hablar de igualdad de oportunidades, de participación y de equidad en el acceso a la información. Para todos los intervinientes tenemos derecho a comprender la información de lo que firmamos, lo que comemos, o lo que pagamos.
Para estos expertos, la accesibilidad hoy en día no puede ser entendida sino como “un derecho, el derecho de todos los ciudadanos a ser el centro, el verdadero protagonista, de su entorno vital, donde no deberíamos encontrar barreras para comprender todo lo que nos rodea. Esto nos permite realizarnos como seres humanos.
Por este motivo, la Comisión de Accesibilidad y Movilidad de la FEMP y el Instituto Lectura Fácil consideran que poner a disposición de los municipios esta información: textos, señalización accesible y productos accesibles, en sus diversas variantes (lectura fácil, lenguaje claro, braille, lengua de signos, etc) son elementos fundamentales para hacer valer ese derecho a comprender la información que nos rodea.
Desde la FEMP, como responsables públicos, se insiste en que “en nuestros Ayuntamientos deberíamos fijarnos un objetivo conciso que sería el de eliminar las barreras cognitivas en las entidades locales”. El municipio, como principal y más cercano referente de la atención a la ciudadanía debería ser ejemplo de información accesible-
Por ello, “quizás la jornada de la FEMP y el Instituto Lectura Fácil puedan ser el comienzo y podamos concretar puntos de partida, para que los oficios, las providencias, o resoluciones municipales sean redactados con palabras sencillas, que sustituyéramos las parrafadas administrativas por frases claras sin solemne terminología”, comentaron.
Para los ponentes esta claridad de lenguaje “contribuiría a una mayor integración de nuestros ciudadanos en la vida pública, pero no sólo eso, este avance comunicativo redundaría en una economía de recursos y lo que hoy en día, más se nos demanda a los políticos: Transparencia”, subrayaron.
Otro argumento que quedó patente fue que la accesibilidad cognitiva es una parte más de la accesibilidad universal. En este sentido, “mejorar la accesibilidad cognitiva en los espacios urbanos e incluso dentro de nuestras propias instalaciones municipales incidiría directamente en la transparencia y en la facilidad de orientación espacial y de movilidad en nuestras ciudades y pueblos”.
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