Kukuxumusu: historia de un divorcio empresarial con tintes muy personales
Ricardo Bermejo y Mikel Urmeneta en 2014, cuando el primero entró en el accionario de Kukuxumusu; eran tiempos felices. DN.

Kukuxumusu: historia de un divorcio empresarial con tintes muy personales

|
15/3/2017 05:59
|
Actualizado: 31/3/2022 13:43
|

En 2014, por culpa de la crisis económica, Kukuxumusu (beso de pulga, en euskera) estuvo a punto de desaparecer. Sin liquidez, con grandes dificultades para refinanciar la deuda, la empresa de Pamplona más conocida a nivel internacional, fue rescatada gracias a la entrada de Ricardo Bermejo, un publicista local con buenas relaciones con las entidades financieras.

Bermejo compró el 66 por ciento de las acciones en poder de Koldo Aiestarán y Txomin Domínguez de Bidadurreta, quienes fundaron Kukuxumusu en los sanfermines de 1989, junto a Mikel Urmeneta.

Su éxito fue brutal y el crecimiento geométrico, con puntos de venta en más de 20 países. Pamplona, los sanfermines, el recuerdo de Ernest Hemingway, diseños de toros humorísticos, todo contribuyó para que Kukuxumusu volara por lo más alto.

El «alma mater» de la empresa era, sin duda alguna, era Urmeneta, el director creativo. Urmeneta confiaba tanto en Kukuxumusu y la consideraba tan propia, que no vendió su 33 por ciento a Bermejo y continuó en ella, aliviado y muy feliz porque con la entrada del «caballo blanco» habían conseguido evitar los despidos de buena parte de los 30 empleados que tenía la empresa.

Sin embargo, la felicidad duró poco. El fundador y el nuevo dueño pronto comenzaron a chocar por cuestiones de criterio y de puntos de vista.

Urmeneta no estaba de acuerdo con el giro «comercial y oficialista» que Bermejo quería imprimirle a la empresa. Algo ajeno, desde su punto de vista, al espíritu transgresor, juvenil, canalla y hedonista que hasta ese momento había inspirado a todos los productos -camisetas, tazas, zapatillas, bolsos…- que había venido comercializando Kukuxumusu.

A mediados de 2015 Bermejo despidió a Urmeneta, todavía accionista minoritario, y pasó a ocupar la dirección creativa de la empresa.

Nace Katuki Saguyaki

La salida de Urmeneta, y de gran parte de su equipo creativo, materializó un nuevo proyecto en enero de 2016: Katuki Saguyaki, una mezcla de euskera y japonés que significa comida de gato, manjar para ratones. Le acompañaron Txema Sanz -el dibujante principal de Kukuxumusu- , Mikel Santos «Belatz» y Marc Georges «Marko», ilustradores, y Asisko, hermano de Mikel Urmeneta.

«La misión de Katuki Saguyaki es servir de vehículo a nuestros dibujos, nuestros personajes y nuestro universo en todo tipo de soportes, físicos o virtuales, y para todo tipo de clientes: empresas, instituciones públicas, museos, ONG, asociaciones, particulares, etc. Realizaremos colecciones propias y haremos otras para amigos como Los Estopa, Jon Sistiaga, Eduard Punset, el chef José Andrés, etc. Venderemos en puntos de venta físicos y crearemos un original multicentro ‘on line‘», explicó Urmeneta en una entrevista al diario Deia publicada el 31 de enero de 2016.

Belatz, Marko, Mikel Urmeneta, Txema Sanz – y Asisko, los creadores de Katuki Saguyaki. Más periódico.

«Antes de verano, quiero tener 20 personas o entidades de prestigio incluidas en esta plataforma, gestionada por «Hombres de paja«. Nosotros servimos creativamente a todas esas marcas prestigiosas. Y luego no quita para que tengamos la misma tienda gestionada en nuestra web, que está registrada pero en obras actualmente: KatukiSaguyaki.com También pondremos nuestra experiencia y creatividad en proyectos promocionales, campañas publicitarias y de sensibilización, imagen de eventos, corporativa y de marca», añadió.

Era lógico que algunos de los diseños de Katuki Saguyaki recordaran, de alguna forma, a los de Kukuxumusu; sus diseñadores eran los que habían dado a luz a los de Kukuxumusu, pero no eran copias. Eran productos completamente nuevos.

Una amenaza

Tras esa declaración de intenciones, Bermejo vio en Katuki Saguyaki un claro e inminente peligro para Kukuxumusu.

Por eso solicitó a la magistrada del Juzgado de lo Mercantil 1 de Pamplona, Victoria Rubio Jiménez, la imposición de una serie de medidas cautelares entre las que se encontraban «la suspensión y prohibición cautelar, dirigida a los demandados,de reproducir los Dibujos del Universo Kukuxumusu en camisetas, sistemas informáticos y cualesquiera otros soportes, distribuirlos mediante la venta online o a través de cualquier otro medio o procedimiento de camisetas u otros productos a los que se incorporen, comunicarlos públicamente mediante su inclusión en los sitios web shop.katukisaguyaki.com, katukisaguyaki.com, Facebook.com/Katuki-Saguyaki, en la cuenta de twitter@katukisaguyaki o cualquier otro sitio o cuenta, y de transformarlos en cualquier forma, en particular mediante su adaptación o recreación en cualquier nueva escena, situación o peripecia en la que pudieran ser colocados, mientras estén en vigor los derechos de propiedad intelectual sobre dichos Dibujos del Universo Kukuxumusu».

Los dibujos de Kukuxumusu, a la izquierda, y los de Katuki Saguyaki.

La magistrada Rubio Jiménez estimó íntegramente, en junio de 2016,  la solicitud de los representantes legales de Kukuxumusu en tanto en cuanto llegaba el momento de celebrar el juicio definitivo «por infracción de derechos de propiedad intelectual».

Desde el punto de vista de Bermejo Kukuxumusu es propietario de los derechos económicos -léase, derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación- de lo que define como «dibujos del Universo Kukuxumusu», que le corresponden conforme a los contratos de cesión.

Los dibujos de Katuki Saguyaki, según Bermejo, pertenecen al «Universo Kukuxumusu», por más que sean dibujos nuevos.

Un punto con el que difiere Urmeneta.

«Pretender, como afirma la demanda, que Kukuxumusu tiene el derecho exclusivo de reproducir y transformar ‘ad infinitum’ los personajes (lo que tendría como absurda consecuencia que, por ejemplo, Mikel Urmeneta no pueda dibujar nunca más el Toro Míster Testis, del que es autor), va contra (i) el propio tenor de los Contratos de cesión de derechos (…), (ii) las propias declaraciones del representante legal de la demandante y (iii) la ley de Propiedad Intelectual», argumentaba Miguel Troncoso, abogado del diseñador en su escrito de conclusiones.

Las asociaciones de ilustradores apoyan a Urmeneta

Tanto la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales (FADIP), y las cinco asociaciones que la componen -la Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid (APIM), la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración (AGPI), la Associació Professional d’il·lustradors de Catalunya (APIC), la Asociació Professional de Il·lustradors de València (APIV) y la Euskal irudigileak: Asociación profesional de ilustradores de Euskadi (EI-APIE)- como la Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos (VEGAP), han tomado partido inequívoco por la causa de Urmeneta y de Katuki Saguyaki.

«FADIP y las asociaciones profesionales se unen ante una cuestión de defensa de los derechos básicos de los ilustradores como autores. Dado que en una cesión de derechos de explotación de imágenes, no se deben vulnerar jamás ni la propiedad intelectual, ni el derecho moral, ni se debe obstaculizar injustamente al ilustrador su labor creativa, o intentar privar de la libertad de uso de su estilo o personalidad», afirma FADIP en un escueto comunicado colgado en su página web.

Gana Bermejo y Kukuxumusu

El apoyo público de las asociaciones de ilustradores, sin embargo, no ha influido en el ánimo de Esther Fernández Arjonilla, magistrada de Adscripción Territorial del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, en funciones de refuerzo en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Pamplona, a quien le correspondió presidir el juicio contra Urmeneta, sus amigos ilustradores y su hermano el 9 de febrero pasado.

Fernández Arjonilla, en su sentencia, condena a Urmeneta. Y basa su convencimiento en el testimonio de la perito contratada por Kukuxumusu, la doctora Bonet Julve, doctora en Historia del Arte en la Universidad de Barcelona y la Universidad Ramón Llul, que aportó dos informes.

La perito concluye en el primero, escribe la magistrada, que «los dibujos Katuki Saguyaki utilizados para esatampar la fiesta de San Fermín 2016 presentan similitudes evidentes a los Dibujos del Universo Kukuxumusu, afirmando que algunos son verdaderas copias, y, añadiendo que otros dibujos de Katuki Saguyaki no son copias, tienen alteraciones o modificaciones, pero que éstas no son relevantes sino accesorias».

En el segundo informe la doctora Julve concluye que «los dibujos de Katuki Saguyaki incorporan de forma evidente elementos creativos singulares que componen y caracterizan creativamente los Dibujos del Universo Kukuxumusu», negando -escribe la magistrada- que «los Dibujos de Katuki Saguyaki sean una nueva creación ni supongan una nueva expresión icónica, o bien son copia o adaptaciones de los Dibujos del Universo Kukuxumusu».

Ricardo Bermejo, el actual dueño de Kukuxumusu, rodeado de la plantilla que conforma la empresa, tras conocer el resultado del fallo del Juzgado de lo Mercantil 1. Cedida.

Fernández Arjonilla recuerda que Bermejo «hizo constancia de que no estaban reclamando que los codemandados no hicieran uso de su estilo sino que tna solo que no lo hicieran respecto a los dibujos a los que se refieren los contratos celebrados entre las partes, por lo que debe estimarse la pretensión en los términos solicitados». Es decir, los Dibujos del Universo Kukuxumusu.

Por ello ha convertido en definitivas, en su sentencia, las medidas cautelares establecidas por la titular del Juzgado de lo Mercantil 1 en el auto de junio de 2016.

Urmeneta tiene que dejar de reproducir, de distribuir, de vender y de transformar dibujos cuyos derechos de propiedad intelectual tiene Kukuxumusu. Además debe retirar del mercado todas las camisetas que tengan incorporados dichas reproducciones. Además de indemnizar a Kukuxumusu por los daños y perjuicios ocasionados. La cuantía se determinará en ejecución de sentencia.

Llueve sobre mojado

Urmeneta reaccionó ayer a la sentencia en un comunicado afirmando que «con este fallo se abre un peligroso y difuso agujero negro, donde los trabajos neuvos d elos autores pueden verse denunciados y tragados por la empresa de Bermejo u otra empresa que comercialice obras de otros artistas. En el juicio Bermejo reconoció la paternidad de los autores de los personajes y concluyó que si dichos personajes ‘contaban otra historia’ eran perfectamente utilizables por sus creadores».

Mikel Urmeneta ha anunciado de esta forma, a través de la web www.katukisaguyaki.com, que recurrirá el fallo que lo condena.

Urmeneta anunció que recurriría.

La sentencia condenatoria llueve sobre mojado. La pasada semana Urmeneta fue condenado por el Juzgado de lo Penal 1 de Pamplona a pagar una multa de 1.800 euros por un delito de coacciones leves a Bermejo. Un delito que fue cometido durante un discusión en el despacho de Bermejo por sus discrepancias sobre un dinero que decía deberle su antigua empresa.

El enfrentamiento fue subiendo de tono y desembocó en un forcejeo por una carpeta de dibujos que había sobre la mesa y de la tiraron ambos por los extremos. Cuando Urmeneta la soltó, golpeó un ordenador que cayó al suelo.

El artista también aseguró en aquella acalorada discusión que no pensaba moverse de allí hasta que le entregaran su dinero y que volvería a diario si no le pagaban. Después de que el empresario le prometiera que le pagaría, Urmeneta se fue.

Días más tarde, tras comprobar que no se le ingresaba ese dinero, el dibujante remitió un “WhatsApp” a su antiguo socio en el que le decía: “Me dice Jabi que no está hecho el ingreso de septiembre, el lunes vence octubre. Creo que a nadie le apetece que se repitan sucesos como el de ayer. De ti depende”.

Tras este mensaje, Bermejo decidió pagar el importe adeudado, que ascendía a 23.191 euros.

El desenlace dista de ser definitivo. Urmeneta ha dejado bien claro que recurrirá la sentencia. Las espadas

Noticias Relacionadas:
Lo último en Tribunales