Cultura abre una consulta pública para intentar frenar la reventa de entradas por Internet
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22/10/2017 05:58
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Actualizado: 21/10/2017 19:17
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La reventa de entradas de espectáculos públicos a través de plataformas digitales no deja de aumentar, amparada por un vacío legal. La normativa estatal, de 1982 y de la que han seguido su estela las leyes autonómicas, ha quedado obsoleta, perjudicando a promotores, empresas ticketeras, artistas y consumidores.
La problemática ha llegado al Congreso a través de una proposición no de ley presentada por Ciudadanos y aprobada por la Comisión de Interior que apela a la necesidad de atajar “un negocio indecente que se lucra con la especulación”.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte acaba de lanzar una consulta pública, que se extingue el 7 de diciembre, para recibir propuestas para la elaboración de “un proyecto normativo que evite la reventa masiva de entradas por internet”.
Respecto a la consulta, se pueden enviar propuestas y sugerencias hasta el 7 de diciembre a [email protected], Ministerio de Educación, Cultura y Deporte , para la actualización de la normativa.
El debate que organizó el despacho de abogados Gabeiras & Asociados desde su Aula de Encuentros aglutinó a todas las partes implicadas de una actividad que ha crecido de forma exponencial en una mesa de análisis sobre este problema que puede ser una barrera para muchos para el llamado derecho a la cultura.
Es el catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense, Carlos Devesa, quien situó el tema y explica cómo este fenómeno que arranca en los años ochenta se va masificando con la entrada de plataformas tecnológicas que revenden entradas de forma notable en cualquier parte del mundo.
El ponente es, especialista en propiedad intelectual, competencia desleal y consumo, quien analiza este conflicto transversal en el que se ven involucrados los intereses de los promotores de espectáculos, artistas, plataformas tecnológicas y los propios ciudadanos que pueden verse inmersos en un conflicto que merme sus derechos si hay duplicidad de entrada, precios abusivos o compras engañosas donde no adquieren la entrada real.
Necesidad de legislar una nueva realidad que es Internet
Una amalgama que no sólo es de intereses, también de objetos de análisis: reventa no autorizada, reventa ilícita, reventa masiva, reventa especulativa, reventa de tiques falsos. Casos diferentes y convergentes a los que debería dar respuesta una reformulación de la legislación que atienda a una nueva y expansiva realidad: internet y sus infinitas posibilidades.
En el debate se insistió que la norma actual, Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, y derivado Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, lo que prohíbe tajantemente es la reventa (y venta) callejera de entradas de eventos deportivos y espectáculos, permitiéndose la que se efectúa en establecimientos autorizados.
Y ahí queda incluida las que realizan agrupaciones, limitándola a un 25% del total del aforo, con un recargo nunca superior al 20% sobre coste inicial. Las comunidades autónomas regulan la reventa de forma desigual, prohibiendo en la mayoría de los casos la que se realiza en espacios físicos no autorizados.
La reventa online , con la articulación de operadores que venden masivamente a través de programas informáticos y multiplican el precio original de unas entradas que, en ocasiones, no existen, queda impune, al no estar tipificada.
Los revendedores, al acaparar las entradas, impiden que muchos ciudadanos puedan acceder al espectáculo y provocan la desprotección del consumidor, que adquiere sus boletos en plataformas, muchas veces ticketeras legales (como Ticketmaster, Viagogo o Stubhum) que no se responsabilizan de su autenticidad.
Necesidad de consensuar entre operadores afectados ese marco normativo
En este debate se suceden las intervenciones en esta de Aula Encuentros. Oímos casuística, denuncias y explicaciones, descripciones del funcionamiento de plataformas y programas informáticos, apelaciones a la acción, a los derechos de cada parte implicada, esbozos de un nuevo marco normativo que acometa todos los flancos del problema.
Las voces, autorizadas son las de Carlos Fernández-Peinado, Secretario General del INAEM; Jesús Cimarro, presidente de la Asociación de Productores y Teatros Madrid; Celia Carrillo, Ticketmaster; Enrique García, Organización de Consumidores y Usuarios, OCU; Xavi Carbonell, Vida Festival; Nuria Rico, Live Nation, experta en eventos culturales; Fernando de la Fuente, juez penalista.
También intervienen Héctor Fouce, Universidad Complutense, experto en propiedad intelectual; Nacho Gallego, Universidad Carlos III, Máster en Industria musical; Jesús Prieto de Pedro, padre doctrinal del Derecho de la Cultura, Instituto Interuniversitario para la Comunicación Cultural; Patricia Gabeiras, socia fundadora de Gabeiras & Asociados, especialista en Derecho de la Cultura.
La reventa online, con la articulación de operadores que venden masivamente a través de programas informáticos y multiplican el precio original de unas entradas que, en ocasiones, no existen, queda impune, al no estar tipificada.
Problema perseguir plataformas ubicadas en extranjero
Es el juez de instrucción Fernando de la Fuente quien describió las diferentes vías penales, resquicios para perseguir actividades alegales, que pueden recorrerse hoy para denunciar, individual y colectivamente:
Así citaba la venta previa a la puesta a la venta oficial, engaño por alteración de precios, defraudación fiscal con grandes sumas de beneficios. Y un problema recurrente: que muchas de las plataformas online están domiciliadas en el extranjero, lo que complica y ralentiza los procesos.
Desde OCU, su portavoz, Enrique García se lamentaba de la poca fuerza del sistema sancionador actual que protege a los consumidores. Considera que las reventas son ilegales y abusivas “No hay garantía en muchas ocasiones que hayas comprado la entrada original. Las posibilidades de devolución o recuperar el dinero como con otros productos es muy escasa”, aclara.
En defensa del Derecho de la Cultura, Patricia Gabeiras y Jesús Prieto invocan los derechos del consumidor. La Administración debe ser clave en la solución del problema como garante de los derechos de los ciudadanos, recuerdan. ¿Son ellos los responsables al adquirir sus boletos en webs no autorizadas, que no les ofrecen garantías?, lanza Jesús Cimarro.
Prosigue Nuria Rico: “La clave está en la pedagogía al consumidor: que sepa dónde está comprando. Puede comprar reventa, pero oficial”. La conducta del usuario nunca debe ser criminalizada, coinciden Enrique García y Héctor Fouce. “Puede ser engañado, confiar en que está comprando legalmente. Lo hace a través de un buscador legal como es Google”, enfatiza Fouce.
La reventa no la para el promotor porque no quiere
Celia Carrillo y Nuria Rico describen la enorme inversión que las empresas de venta de entradas han hecho en tecnología para que la reventa indeseada pueda bloquearse. “El promotor tiene a su disposición todas las herramientas para parar la reventa, pero no todos quieren utilizarlas”, explica Carrillo. “A quien quiere vender rápido la reventa no le molesta”. Aunque estos, los tecnológicos, son mecanismos sólo en manos de las grandes ticketeras , recuerda Gabeiras.
En este encuentro se debate si la solución pasa por limitar precios o limitar conductas, número de entradas a vender, número de entradas a comprar. Pero no parece sencilla una solución sobre esta cuestión.
Carlos Fernández-Peinado argumenta que serán muchas las soluciones a un mal que debe ser atajado desde diferentes frentes: medidas tecnológicas, pedagogía y, también, medidas legales que tengan como objetivo el respeto real del derecho a la cultura. “No olvidemos que los espectáculos en vivo son un bien cultural, como marca su recién estrenado tipo impositivo”, recalca. El promotor debería reforzar la publicidad de los canales de venta oficial.
“¿Y cómo solucionar los problemas de autentificación en las puertas? Ese es el verdadero problema del promotor”, lamenta Xavi Carbonell. Y muchos invitados asienten. Porque son muchas las aristas de este conflicto. “Para algunas ya se han planteado hoy soluciones”, observa Lema Devesa. Hay tema para otro debate.
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