Dámaso Riaño, nuevo secretario general de la Corte de Arbitraje de Madrid
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10/2/2018 05:56
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Actualizado: 09/2/2018 20:55
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Dámaso Riaño, licenciado en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido elegido por la Corte de Arbitraje de Madrid como secretario general tras un intenso proceso de selección al que se presentaron dieciocho candidatos, todos ellos según la propia entidad arbitral de gran capacidad y formación en esta práctica. Su incorporación se producirá de forma efectiva el próximo 19 de febrero.
Desde Nueva York, en viaje de trabajo, Antonio Sánchez-Pedreño, presidente de esta entidad arbitral, atiende a CONFILEGAL y confirma la llegada de este joven jurista “los puestos de secretario general y presidente son los órganos ejecutivos de la Corte y trabajaremos de forma conjunta en diversos asuntos”. Este es un puesto fijo, que a diferencia del puesto de Presidente, no está sujeto a una periodicidad en el tiempo y requiere dedicación absoluta.
Sobre el proceso de selección reconoce que ha sido exhaustivo y amplio “se hizo bastante publicidad sobre esta vacante por diferentes medios, entre ellos nueva web. Al final hemos recibido dieciocho candidaturas, que fuimos analizando de forma progresiva. Hay que decir que cada una de ellas destacaba por su experiencia y preparación profesional”.
A este respecto el trabajo del área de Recursos humanos de la entidad, como del Pleno Jurídico de la Corte de Arbitraje de Madrid, recientemente renovado “algunos de ellos como Urquiola de Palacio o Pilar Perales también dieron su opinión al respecto. Al final se pasó la recomendación a la Cámara de Madrid para la posterior elección”.
Hablamos con el nuevo secretario general de la Corte de Arbitraje de Madrid en un descanso de sus clases en el IE de derecho mercantil “ Es un gran reto profesional que me apetece afrontar. Estamos hablando de una de las entidades más importantes del mundo arbitral que cuenta con un equipo de profesionales de prestigio y gran capacidad”.
Tanto el presidente de la Corte de Arbitraje de Madrid, Antonio Sánchez-Pedreño, como el director de la Cámara de Comercio de Madrid, Carlos Prieto, consideran que la incorporación de Dámaso Riaño contribuirá a consolidar el liderazgo de la institución arbitral en España y alcanzar dimensiones internacionales para competir con otras cortes internacionales.
Se rompe la interinidad
La llegada de Riaño a esta entidad arbitral viene a romper la interinidad existente en este cargo tras la salida de Elena Gutiérrez, anterior secretaria general en diciembre del 2015. “Lo primero que haré será estudiar a fondo el funcionamiento de la institución arbitral para poder así responder a la confianza otorgada de la Corte de Madrid en este puesto tan representativo”; comenta.
Al mismo tiempo Corte de Arbitraje de Madrid está inmersa en un proceso de integración, a nivel internacional para crear una corte de referencia en nuestro país, como ya explicábamos el pasado mes de diciembre en un acto que fue presidido por el ministro de Justicia Rafael Catalá y dirigentes de esas tres instituciones arbitrales.
“El puesto de Secretario general en una entidad arbitral es como un director de orquesta. El trabajo consistirá en dirigir al equipo de la Corte, letrados y administradores casos. Tiene una parte de gestión diaria en los asuntos, supervisión de árbitros y nombramientos de los mismos, entre otras cuestiones”, apunta.
Riaño procede del despacho Arias SLP, desde sus inicios como firma de arbitraje, donde era socio, y en el cual se especializó en litigación y arbitraje nacional e internacional. «Han sido años muy fructíferos donde aprendimos mucho. No podemos olvidar que David Arias es uno de los expertos mayores del arbitraje a nivel internacional. Es presidente del Club del Arbitraje y del Comité de Arbitraje de la IBA. Luis Capiel, es el nuevo socio que me sustituye”.
“El primer contacto con el arbitraje lo tuve en Uría Menéndez, primer despacho donde trabajé, bajo la supervisión de Jesús Remón, socio de la firma. Luego hice Master en Derecho Mercantil en Londres enfocado a esta práctica, un LL.M. en Corporate and Commercial Law en la London School of Economics and Political Science (LSE) en 2010, becado por la Fundación Rafael del Pino. “En los próximos días seré elegido vicepresidente de su Asociación de Becarios entidad muy actividad en el campo empresarial”.
Dámaso está incluido en la lista de árbitros de diversas instituciones arbitrales, como la Corte de Arbitraje de Madrid y la London Court of International Arbitration. Es miembro del Comité de Litigación de Consumo y del Subcomité de Directrices y Reglas de Arbitraje de la IBA (International Bar Association), así como del Consejo Editorial del Boletín de Resolución de Disputas de la CCI. Ha sido reconocido como abogado up and coming en litigación y arbitraje en los directorios legales Chambers and Partners Global y Chambers and Partners Europe, en 2016 y 2017.
El puesto de Secretario general tiene una relación estrecha con el de Presidente de la institución arbitral. Es importante, que exista buena sintonía entre ambos y que exista un reparto de papeles claro entre ambos. “La labor del presidente es más estratégica en cuanto a la entidad y la labor que desempeñaré es más de carácter interno de la propia corte arbitral”.
La Corte de Arbitraje de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid fue creada en 1989 y, tras más de veinte años de existencia, es hoy una de las referencia en el mundo arbitral. En sus más de 20 años de vida, la Corte de arbitraje de Madrid ha acumulado una amplia experiencia en la administración de arbitrajes comerciales nacionales e internacionales. Prueba de su importancia es que su cláusula arbitral ha sido incorporada a miles de contratos.
La Institución asume hoy los nuevos retos del arbitraje y, como no podía ser de otro modo en un mundo globalizado, lo hace con vocación internacional. Eso hizo que modificara su Reglamento y que desde el el 1 de enero de 2009, se sitúa entre los más completos y modernos del mundo. La nueva reglamentación es homologable con los estándares internacionales y responde a las crecientes y cambiantes necesidades de los empresarios y usuarios del arbitraje.
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