Adolfo Prego: «En el proceso penal cada vez hay menos proceso y más procedimiento; se ha burocratizado»
Adolfo Prego, abogado, exmagistrado del Tribunal Supremo y exvocal del Consejo General del Poder Judicial, hoy vicepresidente del Movimiento 24DOS, durante una intervención. Carlos Berbell/Confilegal.

Adolfo Prego: «En el proceso penal cada vez hay menos proceso y más procedimiento; se ha burocratizado»

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24/5/2018 06:15
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Actualizado: 31/3/2022 13:48
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Adolfo Prego, vicepresidente del Movimiento 24DOS y socio director del despacho Adolfo Prego Abogados, se mostró ayer muy crítico con el proceso penal actual: «Se ha convertido en un campo de pura tramitación. Digámoslo claro, en el proceso penal cada vez hay menos proceso y más procedimiento; se ha burocratizado».

El exmagistrado del Tribunal Supremo y exvocal del Consejo General del Poder Judicial hizo estas declaraciones en el curso de su intervención, durante la presentación de las jornadas «La nueva justicia penal ante la corrupción y la delincuencia organizada», organizadas por el Movimiento 24DOS en la sede del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), en Madrid, las cuales están teniendo lugar entre ayer y hoy.

Las mismas fueron inauguradas por la presidenta del CGAE, Victoria Ortega, quien hizo un repaso al estado de la corrupción en España.

Después tomó la palabra Nicolás González-Cuéllar, presidente del mismo movimiento, quien, a continuación dio entrada a Prego, que sorprendió a los presentes.

Nicolás González-Cuéllar, presidente del Movimiento 24DOS, Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, y Adolfo Prego, vicepresidente de la citada asociación, en la presentación de las jornadas. Carlos Berbell/Confilegal.

«Se han abandonado los grandes principios y las garantías del proceso», afirmó Prego en un tono de total seguridad.

Para añadir a continuación: «En el proceso penal se están produciendo una serie de patologías o anormalidades que están poniendo en tela de juicio el propio estado de derecho. Y es algo que me preocupa. No porque ocurra sino porque se está cronificando, se está convertido en algo constante, permanente, extendido, admitido, y, lo que es peor, nadie protesta protesta frente a esto».

Entre las «patologías» identificadas por Prego se encuentra «el uso y abuso de la prisión provisional». 

Desde su punto de vista, se está metiendo en la cárcel a gente no por los motivos establecidos en el Código Penal -riesgo de fuga, destrucción de pruebas o reiteración delictiva- sino por la alarma social.

«Los jueces tienen miedo y acuerdan prisiones provisionales para resguardarse de las campañas de prensa contra ellos y para evitar las críticas», afirmó.

Otra «patología» que ha detectado en su devenir profesional como letrado es el hecho de que los jueces no respetan el derecho a no declarar contra sí mismos de los justificables. 

«Si alguien dice ‘no voy a declarar’, se decreta su prisión. Directamente. ¿Por qué? Porque sí. Y cuando pide su libertad no faltan comunicaciones que le dicen que si colabora se reconsiderará su situación».

EL SECRETO SUMARIAL

El secreto sumarial tampoco sale bien parado, a los ojos de Prego.

«Se está desvirtuando. ¿Por qué? Porque en los macroprocesos, cuando se meten a 40 o 60 señores como investigados, hay 40 o 60 letrados. 40 o 60 señores interponiendo recursos de reforma. Lo que significa que hay que dar traslado a la parte contraria, por lo que ese procedimiento se paraliza por obesidad. ¿Cómo lo adelgazo? Limitando a esa nube de letrados que están dando la lata. Y los expulso. ¿Y cómo los expulso? Declarando el secreto de las diligencias sumariales. No es que sea necesario para el éxito la investigación. Es para la comodidad del juez que, de esa manera, recorta el derecho de defensa», relata.

Se proclama el derecho de defensa pero no se tramita. Y así se mantiene uno, dos, cuatro, ocho, diez meses.

«Cuando se levanta el secreto hay 90 tomos que son absolutamente inabarcables», agrega. «El derecho de defensa se ve gravemente afectado».

Otra patología, en su opinión, es la organización criminal.

«Se ha acabado con la coautoría. No hay coautores. Ya no existen dos, tres, cuatro señores que deciden cometer un delito. El que sea. Ahora cuando hay más de dos es organización criminal. Un padre y un hijo que atracan un banco es una organización criminal», relata.

«No importa que no estén agrupados, que no sea estable. Basta con que se coordinen y tengan reparto de tareas. Y no solamente eso. Es que han desaparecido los testigos. A la persona que pasa por el lugar del delito se la inculpa. Y ya se la irá sacando del cesto de los investigados según vayan colaborando con la justicia. Esta es la realidad. No me la estoy inventando. Está sucediendo en determinados tribunales con una excesiva frecuencia», apunta.

EL AMPARO CONSTITUCIONAL NO EXISTE

Por otra parte, para el exmagistrado del Supremo, el amparo constitucional «no existe».

«Los del Constitucional han cerrado las puertas con aquella historia que se han inventado, del interés constitucional. Ya lo que tiene interés constitucional no es lo que tiene gravedad, porque es una vulneración flagrante de un derecho fundamental, es porque tiene interés doctrinal, profesoral o académico. Como si el sujeto de los derechos fundamentales fuera la comunidad y no los individuos», argumentó.

«Incluso, me llegó a decir uno, cuyo nombre no voy a revelar, ‘si alguien acusado por robo es condenado por asesinato se vulnera el principio acusatorio, pero no tiene interés constitucional. Y no lo tiene porque hemos dicho tantas veces que vulnera el principio acusatorio que no tiene interés’. Para ti, no lo tendrá, pero para el condenado es lo único que tiene interés. Esta es otra de las patologías que están deformando el derecho procesal penal».

Prego prosiguió identificando otras patologías, como los privilegios de la Hacienda Pública, la animadversión hacia los abogados, a quienes muchos jueces perciben erróneamente como «chorizos mejor vestidos», y la incautación de los bienes del investigado, a los que «se les seca el patrimonio; se les quita todo».

Nicolás González-Cuéllar en la mesa que abrió las jornadas, junto a Adolfo Prego. Carlos Berbell/Confilegal.

Adolfo Prego y Nicolás González-Cuéllar, vicepresidente y presidente del Movimiento 24DOS, respectivamente. Carlos Berbell/Confilegal.

NO HAY UN DELITO ESPECÍFICO DE CORRUPCIÓN

El presidente del Movimiento 24DOS, catedrático de derecho procesal y socio director de González-Cuéllar Abogados, Nicolás González-Cuéllar, aclaró, por su parte, durante su intervención que no existe una definición legal de lo que es la corrupción.

A continuación describió el actual estado de cosas e identificó los delitos que lo engloban. Después se internó en una interesante narración histórica sobre el origen del derecho de defensa en la historia de la humanidad.

«Ya en la Biblia se considera que el derecho de defensa fue el primer derecho humano. Fue cuando Dios, que es omnisciente, le preguntó a Adán por qué andaba turbado. Dios sabía que habían comido la manzana del árbol prohibido. Ante lo cual, Adán, convirtiéndose en el primer chivato de la historia, el primer colaborador eficaz -como dirían en Iberoamérica-, denunció a Eva. Eva a su vez hizo lo propio con la serpiente», contó.

«Esta concesión del derecho divino y humano de la defensa por parte del Dios omnisciente a Adán y Eva y la recogida de esa doctrina, por parte de los maestros inquisidores españoles, sirvió muy bien para romper con la exclusión del abogado que provenía de la Edad Media. Pero tenía un problema. Por la omnisciencia divina, por el hecho de que Dios sabía que Adán y Eva eran culpables, se confunde el reproche emanado de una decisión final con la llamada del sospechoso a defenderse. Y eso supone la confusión entre sospecha y culpa. Por eso tendemos a pensar, en los países occidentales que se rigen por la tradición judeo-cristiana, que cuando el juez llama a un investigado es porque algo habrá hecho», dijo.

A González-Cuéllar y Prego les siguió la mesa redonda titulada «Una visión desde estrados», que moderó Ignacio Gordillo, abogado, fiscal excedente de la Audiencia Nacional y vicepresidente del Movimiento 24DOS, y en la que intervinieron el magistrado del Tribunal Supremo, Vicente Magro, el fiscal de la Audiencia Nacional, Carlos Bautista, y el decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda. 

De izquierda a derecha, Vicente Magro, Ignacio Gordillo y Blas Jesús Imbroda. Carlos Berbell/Confilegal.

La jornada continuará hoy con la intervención del presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, la mesa redonda «Perspectiva multidisciplinar», con Juan Jesús González Rus, catedrático de Derecho Penal, Enrique Arnaldo, catedrático de Derecho Constitucional y Andrés Sanchez Pedroche, catedrático de Derecho Financiero, bajo la moderación de Gabriel Casado, catedrático de Derecho Financiero, abogado y vocal del Movimiento 24DOS.

A la misma seguirá una última mesa redonda sobre la «Futura política legislativa», con intervención de representantes de los partidos políticos.

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