De izquierda a derecha, Carlos Berbell, Francisco Caamaño, Valeriano Gómez, Ramón Tamames y Jesús Sánchez Lambás. Amapola.
Remunicipalización: No es cierto que lo privado sea malo y lo público bueno, concluyen expertos
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12/6/2018 06:15
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Actualizado: 14/6/2018 15:31
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«No es cierto que lo privado sea malo y lo público bueno. Lo que debe buscarse es que el servicio que se preste a los ciudadanos sea eficiente y de calidad, sea quien lo preste». Esa es una de las principales conclusiones de la mesa redonda que ayer celebró Confilegal y en la que participaron Jesús Sánchez Lambás, Ramón Tamames, Valeriano Gómez y Francisco Caamaño sobre el planteamiento «Límites jurídicos a la remunicipalización de los servicios públicos».
Un encuentro que fue moderado por Carlos Berbell, director de Confilegal.
Para Lambás, abogado, socio director del despacho A 25 Abogados y Economistas y coautor junto a Tamames y a Gómez del libro «Remunicipalización. ¿Ciudades sin futuro?», «la modernidad está en los sistemas cooperación entre ayuntamientos y empresas privadas para la prestación de servicios públicos».
«La remunicipalización -técnicamente denominada internalización de los servicios públicos- da la espalda a esa modernidad, de forma clara”.
Jesús Sánchez Lambás, uno de los intervinientes, es vicepresidente del Observatorio de Servicios Urbanos. Amapola.
En su opinión, “los servicios públicos tienen que ser gestionados por quien mejor sepa tratarlos. La labor de la entidad pública será regular y poner condiciones, pero nunca será más eficiente que una empresa, no dará un mejor servicio. Eso está comprobado».
Desde su perspectiva de jurista el futuro no serán grandes concesiones, sino grandes acuerdos, cooperaciones mixtas y un Estado que controle la fiscalización.
Plano general de la mesa redonda, que tuvo lugar en el Club Financiero de Génova, en pleno centro de Madrid. Amapola.
Entre los asistentes estuvo Carlos Granados, magistrado jubilado del Tribunal Supremo y exfiscal general del Estado. Amapola.
Un fenómeno ideologizado
El fenómeno de la remunicipalización se ha ideologizado bastante, de ahí que se haya extendido el estado de opinión de que «lo privado es malo y lo público bueno».
Por ello, «no hay que criminalizar la iniciativa privada. En ambos lados hay buenos ejemplos de buena gestión. Por ejemplo, en el lado público el sistema nacional de salud, que es un caso de éxito».
El Estado moderno tiene que ser ágil y eficiente, servido por funcionarios muy cualificados que cumplen funciones de vigilancia, control e inspección para evitar cualquier tipo de menoscabo a la competencia. Su papel es el de control de los servicios públicos.
Y mostró su sorpresa porque la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) y otros reguladores no se hayan pronunciado sobre ello,
Ramón Tamames, por su parte, destacó la que la remunicipalización en las ciudades es algo más ideológico que social.
Este conocido economista, doctor en Derecho y Económicas, recordó el ejemplo de la ciudad italiana de Bolonia que, bajo el gobierno del alcalde comunista, Renato Zangheri, en los años 70 y 80, pasó de gestionar los servicios desde el Ayuntamiento a privatizarlos y a conseguir un nivel de eficacia sin precedentes.
Un ejemplo que después imitó Madrid bajo el gobierno de coalición PSOE-PCE, en el que él mismo jugó un papel central como primer teniente de alcalde junto al desaparecido Enrique Tierno Galván.
«De esta forma, el municipio se dedica a otras cosas, como inmigración, mejora situación de la mujer y lo que es más importante no pierde el control de la gestión de los servicios”, destacó.
Ramón Tamames explicando quién era el alcalde comunista, Renato Zangheri, a quien imitó Madrid en su proceso de privatización de los servicios públicos a finales de los años 70. Amapola.
Tamames también dijo que la que la remunicipalización en las ciudades es un movimiento más ideológico que social, iniciado en noviembre de 2016 con la llamada «Declaración por la gestión pública del agua», en el que tomaron parte los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid y muchos otros, en manos de partidos de izquierda radical, como Ahora Madrid-Podemos, en Comú Podem o En Mareas.
En otro momento de su intervención, el conocido profesor recordó las conclusiones de un estudio de Victorio Valle, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense y catedrático de Hacienda Pública y Sistemas Fiscales de la UNED, de la que fue decano, que afirmó que los servicios gestionados a nivel público tenían un sobrecoste del 40% respecto a los privados.
“Algunas de esas comisiones y sobrecostes son las que generan la corrupción en algunos ámbitos, indicó”, Tamames.
Romper la idea que lo público es lo único válido
Por su parte, Valeriano Gómez, ministro de Trabajo e Inmigración en el último gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general de Empleo y consejero del Consejo Económico y Social, dijo a los asistentes que no había que señalar ninguna superioridad entre la gestión privada de la pública y viceversa.
“Es fundamental tener una perspectiva más laica de los servicios públicos y su gestión”.
Y recordó como los tiempos entre lo público y privado han cambiado.
“Hace cincuenta años la producción de automóviles estaba más en manos públicas, ahora las tornas han cambiado también en el sector bancario donde la banca privada emerge”, explico.
El exministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, huyó del debate partidista; hay ejemplos de buena gestión privada y publica. Amapola.
Gómez no está de acuerdo con el procedimiento de remunicipalización de servicios públicos, empezado por algunos ayuntamientos de la órbita de Podemos y liderado por Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona.
«No es cierto el discurso que dice que todo va a estar mejor, todo al mismo tiempo. Ese discurso suele ser falaz y suele llevar a decepciones», aseguró.
A su juicio hay mucha ideología y poca transparencia en la remunicipalización. “Hay que darse cuenta que no todos los casos de municipalizaciones son iguales».
Para este economista, hay que desterrar la idea de “que lo público es lo válido y lo privado no funciona”.
Respecto al servicio público del agua, destacó, «tenemos casos muy buenos de gestión privada, así que hay que analizar caso por caso porque la competencia es municipal y por eso es importante hacer una evaluación caso a caso, ayuntamiento a ayuntamiento».
A su entender, el futuro está en la adopción de modelos mixtos.
«Ni es verdad que lo privado asegure mayor eficiencia, ni lo contrario. Tenemos ejemplos de ambos casos. Tenemos muy buenos ejemplos de gestión pública, de privada y de colaboración público-privada».
Se pueden cometer delitos
El último ministro de Justicia, también de la época de José Luis Rodríguez Zapatero, Francisco Caamaño, ahora socio del despacho CCS Abogados, contempla con preocupación el proceso de remunicipalización de servicios públicos que se está llevando en algunos ayuntamientos de nuestro país.
“Es importante dejar claro que cuando los administradores públicos rescaten servicios gestionados por empresas para gestionarlos ellos mismos pueden estar cometiendo delitos si no se hace de forma justificada, como podrían ser la prevaricación o la malversación”, aseguró.
Otra de las cuestiones que reclamó Caamaño es más transparencia en las relaciones contractuales entre las empresas privadas y los gestores públicos.
Caamaño recordó que todo está ajustado a la ley y que no se pueden tomar decisiones arbitrarias, porque se puede correr el riesgo de cometer delitos. Amapola.
“Son relaciones jurídicas complejas donde en alguna ocasión el concesionario debe acudir a fuentes de financiación externas. Es fundamental que en este tipo de relaciones exista seguridad jurídica. El operador privado debe verse resarcido en el caso de que cambien las condiciones del contrato o simplemente el gestor público le elimine de esa gestión”.
A su entender, en ocasiones es «más interesante» hacer «buenas políticas de gestión» a través de las licitaciones que «pretender ser el empresario del servicio».
En este sentido, ha avisado de que medidas tomadas «a la ligera», a la larga pueden desembocar en «rescates», de ahí esta obra -el libro citado-, para que «quienes tengan que decidir, sepan que no hay una cosa mejor que otra», y que este asunto debe ser estudiado con profundidad, pues tiene «consecuencias»,
Caamaño recordó, en esta «fiebre de remunicipalización en España» -para acabar con una «especie de regalías» de administraciones públicas «débiles o corruptas»- la aplicación de la legislación europea, que fija «condiciones» tanto para contratar un servicio público como para resolver un contrato.
A este respecto citó la Directiva del 2014 que ha impulsado la actual Ley de Contratos del Sector Público recientemente en vigor.
Para este jurista, el objetivo es alcanzar la eficiencia y calidad del servicio.
INDEFINIDOS NO FIJOS
Además, Valeriano Gómez ha hecho hincapié en el problema que rodea a la contratación de los empleados en un proceso de reversión a la gestión directa advirtiendo de que en estos casos los trabajadores no se convierten directamente en funcionarios, sino en ‘indefinidos no fijos’.
La categoría de ‘trabajador indefinido no fijo’ es una figura creada mediante jurisprudencia para resolver la situación de aquellos trabajadores que, agotado su contrato temporal con la Administración, continúan en su puesto pero no pueden convertirse en indefinidos porque su plaza debe ser cubierta por un funcionario, categoría que requiere superar un proceso de selección público.
Gómez ha sostenido que la situación conlleva problemas de inseguridad jurídica: «Cobran a fin de mes, pero casi nada más», ha subrayado, para después añadir: «El resto de los derechos no están suficientemente acreditados en este momento».
El que fuera ministro de Trabajo e Inmigración con el segundo Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha subrayado que, ante una reinternalización, «los trabajadores tienen que tener una respuesta». Con información de Europa Press.
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