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«Antídotos» eficaces contra los colegas narcisistas en el trabajo
09/12/2018 06:15
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Actualizado: 09/12/2018 09:29
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Una persona narcisista pretende monopolizar una conversación, quiere intervenir con frecuencia en las conversaciones de los demás y cuando no lo hace tiene signos de nerviosismo.
Otra forma de mostrar su influencia es enfatizandolos éxitos propios y lo que ha hecho bien en lugar de escuchar y adaptarse a lo que comentan otros miembros del equipo.
En alguna ocasión he tenido que lidiar con este tipo de personas que además se sienten grandiosas, con ganas de imponer su criterio y tienden a la manipulación de las personas.
Realmente una persona narcisista puede acabar sembrando el caos en el equipo e incluso creando un bloqueo organizacional.
Otra característica de los narcisistas es que tienen especial predilección a asociarse con personas especiales o de mayor estatus, lo que les hace ser todavía más especiales.
Sí, así es una persona narcisista.
Seres con derecho a todo
Además tienen una fuerte predisposición a sentirse con derecho a todo y cuando no reciben el trato especial, el que consideran que se merecen se impacientan o se enfadan mucho.
No aceptan las críticas y muestran reacciones exageradas cuando consideran que han sido ofendidos, poniéndose a la defensiva.
Esto no es más que una muestra de carecer de autoestima, aunque el síntoma parezca mostrar lo contrario. Bajo esa aparente fortaleza hay un gran sentimiento de inseguridad y sus gestos de mando no son más que una forma de compensar su vulnerabilidad.
Personalmente creo que no es nada fácil lidiar con una persona así, pues su desmedido ego y esa sensación de saberlo todo, son barreras difíciles de atravesar.
No obstante hay formas de trabajarlo y es obligado a hacerlo por el bien del equipo.
¿Has conocido a alguien así?
Qué pueden hacer los líderes, los managers para tratar con una persona narcisista.
Kets de Vries, profesor de INSEAD en Francia recomienda cuatro pasos:
Crear un fuerte sentimiento de cohesión de equipo
Cuando se está en grupo las manifestaciones discordantes son más llamativas y consecuentemente se pueden controlar más por lo que son menos aceptables para el narcisista.
La propia presión del grupo puede hacer que el narcisista se modere y que incluso sea consciente de su actitud.
Usar el equipo para estimular el intercambio de opiniones
Un narcisista acepta mejor un comentario crítico de un igual que de su jefe, además que si estas opiniones vienen de varias personas, es más fácil que el narcisista no tenga más remedio que aceptarlas o por lo menos, reflexionarlas.
De esta forma el narcisista quedará en evidente desafío, lo que puede constituir un paso determinante para la modificación de su conducta.
Promover momentos de trato seguros y jugar con el humor
El humor destensa muchas situaciones y permite crear espacios de comunicación más distendidos e incluso más seguros, donde se baja la guardia y nos permitimos estar más expuestos y receptivos.
Nunca enfrentarse al narcisista directamente, en su lugar, apoyar el equipo
Si el grupo se enfrenta al narcisista es necesario que el jefe o líder del equipo empatice con él (para que se sienta seguro).
Por otro lado se debe permitir que el grupo interrumpa al narcisista, para que sienta lo molesto que es una situación así y que no siempre es la persona central del equipo.
Realmente el trabajo con una persona narcisista es un gran reto, sea dentro del grupo o no. Hay grandes posibilidades que se generen momentos de gran tensión que incluso pueden derivar en el abandono del grupo del narcisista o de alguno de los miembros del equipo.
Cuando la situación es muy complicada, el objetivo del jefe del equipo debe estar más dirigido a conciliar al grupo que a atender las necesidades, que a veces son caprichos del narcisista.
La situación ideal es conseguir que todos sepan como es cada uno y que entre todos se logren esfuerzos comunes para una meta común.
Este artículo se publicó originalmente en la web personal de Seby García -sebygarcia.es- bajo el título «Un narcisista en el equipo».
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