El preso ‘muerto’ en Asturias que volvió a la vida reclama 50.000 euros al Estado
Estaba interno en la prisión de Villabona (Asturias). Foto: EP

El preso ‘muerto’ en Asturias que volvió a la vida reclama 50.000 euros al Estado

por los daños morales y los perjuicios causados, tanto física como psíquicamente, a él y a su familia
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15/2/2019 12:50
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Actualizado: 15/2/2019 12:52
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Gonzalo Montoya Jiménez, un interno de la prisión de Asturias que se dio por muerto por error el 7 de enero de 2018, reclama a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias 50.000 euros por los daños morales y los perjuicios causados, tanto física como psíquicamente, a él y a su familia.

Montoya Jiménez fue sentenciado a 3 años de cárcel por robo de chatarra. Cuando le quedaban seis meses para terminar de cumplir la pena presuntamente intentó quitarse la vida. Según ha informado su padre, lo ha intentado en varias ocasiones.

El 7 de enero de 2018, sobre las ocho de la mañana, funcionarios del centro penitenciario encontraron a Gonzalo Montoya en el interior de su celda inmóvil, inconsciente, con muy baja temperatura corporal y sin señales de respiración.

Ante esta situación, fueron requeridos los Servicios Médicos del Centro Penitenciario, quienes examinaron superficialmente a Gonzalo Montoya, concluyendo precipitadamente que había fallecido y llegaron incluso a certificar su muerte.

Desde el Centro Penitenciario contactaron en el Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, que se encontraba en funciones de guardia, para poner en su conocimiento el fallecimiento.

Gonzalo Montoya Jiménez fue introducido en una bolsa de plástico de las utilizadas para el transporte de cadáveres y trasladado en un vehículo de ‘Funerarias Santa Teresa’ al Instituto de Medicina Legal de Asturias para que se le realizase la autopsia correspondiente a fin de determinar las causas del fallecimiento.

SE MOVIÓ UNOS MINUTOS ANTES DE QUE SE LE PRACTICARA LA AUTOPSIA

Una vez allí, cuando iba a ser colocado en la mesa de autopsias, comenzó a emitir ronquidos y gruñidos y a moverse, el personal abrió la bolsa, y encontró al recluso consciente, muy agitado y con graves dificultades para respirar. 

Gonzalo Montoya fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Central de Asturias, donde permaneció ingresado 10 días, desde el 7 hasta el 16.

Fue sometido a un tratamiento farmacológico y se le hicieron varias sesiones de Hemodiálisis para salvar sus riñones.

‘NO SE REALIZARON LAS COMPROBACIONES MÉDICAS Y TÉCNICAS NECESARIAS’

El abogado del interno, Luis Tuero Fernández, considera que en el Centro Penitenciario de Asturias «no se realizaron todas las comprobaciones médicas y pruebas médicas y técnicas necesarias» para confirmar la realidad del fallecimiento.

Señala que «un simple electrocardiograma o una monitorización de la función cardíaca hubieran permitido descartar de inmediato el supuesto fallecimiento y hubieran permitido una asistencia médica rápida a Gonzalo Montoya que evitara todos los graves perjuicios físicos y morales que se le causaron a él y a su familia».

El letrado expone que por esa falta de realización de todas las pruebas médicas y técnicas necesarias para confirmar el fallecimiento y que llevaron a mantenerle durante varias horas en el interior de una bolsa de plástico, a Gonzalo Montoya se le ocasionaron los graves perjuicios físicos y tuvo que ser hospitalizado de urgencia en la UCI.

El letrado dice que a ello hay que sumarle los perjuicios morales ocasionados a la familia, no sólo por el disgusto provocado con la noticia de su muerte, sino también por el trato recibido desde el Centro Penitenciario, pues «ningún responsable del mismo se dignó a comunicarles oficialmente la ‘muerte’ de Gonzalo Montoya.

Detalla que se enteraron por los familiares de otro interno y por una llamada de la hermana de Gonzalo Montoya al Centro Penitenciario, sobre las 12.00 horas del 7 de enero, cuatro horas después del supuesto fallecimiento.

Informa que una hora después de esa llamada, sobre las 13.00 horas el Centro Penitenciario de Asturias contactó con los familiares para avisarles de que éste sí estaba vivo y que había sido trasladado al hospital.

Luis Tuero también presentó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, pero fue archivada.

Recurrió la decisión y el recurso fue desestimado.

Entonces presentó recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Oviedo, que todavía no se ha pronunciado.

La Administración ya ha recibido la reclamación y está pendiente de la práctica de una serie de pruebas. Tiene un plazo de seis meses para contestar.

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